- Emmanuel Macron y Marine Le Pen han lanzado ya la campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 24 de abril, con una estrategia coincidente de intentar atraer a los votantes de los candidatos eliminados. Macron se desplazó ayer a varias ciudades del norte del país y hoy lo hace por el este, dos zonas que han sufrido un declive industrial en las últimas dos décadas y donde Le Pen fue la más votada, en un intento evidente por estar a pie de calle con los ciudadanos, ya que se le reprocha lejanía con la población.

En Denain, una ciudad que tradicionalmente había votado socialista pero donde en esta ocasión ganó Le Pen, Macron departió con personas que le preguntaron sobre todo por sus problemas por el aumento de los precios y le mostraron sus dudas sobre su discutida propuesta de subir la edad de jubilación de 62 a 65 años.

“Quiero convencer a todos los franceses”, declaró Macron quien recalcó que el actual modelo de pensiones no es sostenible pero habrá excepciones en el retraso de la edad de jubilación para “los trabajos penosos físicamente”.

El presidente saliente también dio una entrevista en televisión, en una clara aceleración de su campaña, que fue muy criticada en la primera vuelta por tener muy pocos actos.

Mientras tanto, la ultraderechista Le Pen reunió a su comité de campaña para preparar su estrategia para la segunda vuelta y programó una visita a una explotación agrícola que no estaba prevista. .

El recuento de votos concluido ayer muestra que Macron logró el domingo un 27,84% de los votos, frente a un 23,15% de Le Pen. Ambos mejoraron sus registros de la primera vuelta de 2017, e incluso el presidente logró un margen ligeramente mayor.

Los sondeos de intención de voto divulgados hasta ahora coinciden en una victoria de Macron el día 24, pero por un margen mucho más estrecho que el contundente 66,1-33,9% de 2017. Ahora, la reelección del presidente sería por una diferencia de entre 2 y 8 puntos porcentuales, según cuatro institutos demoscópicos. “Hay que salir a buscar la victoria, nada está decidido”, reconoció el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, en un primer análisis de los resultados.

Tras conocer los resultados, los candidatos del arco político que va desde la derecha moderada hasta el comunismo hicieron llamamientos a votar a Macron, o al menos para no votar por Le Pen.

Se trata de una nueva edición del llamado “frente republicano”, como se llama en Francia al cordón sanitario para evitar que la ultraderecha llegue al poder en cualquier nivel de gobierno.

La politóloga Christèle Lagier, experta en elecciones y extrema derecha de la Universidad de Aviñón, cree “muy probable” que en la segunda vuelta aumente la abstención, sobre todo entre los electores “decepcionados” de la izquierda.

El hundimiento de las dos grandes formaciones tradicionales de centroderecha (Los Republicanos) y centroizquierda (Partido Socialista) hace que los dos aspirantes al Elíseo tengan que buscar votos entre electores más radicalizados o en la abstención, que fue la segunda más alta en una primera vuelta.

Duelo

Repiten en la segunda vuelta su duelo de 2017 pero en condiciones distintas. Están mucho más próximos en las encuestas y el presidente saliente tendrá que sudar para lograr la reelección.

Abstención

La abstención de la primera vuelta ha sido la más alta desde 2002. La capacidad de los dos candidatos para movilizar a los electores que no les han votado será un factor decisivo.

Ucrania

Le Pen ha logrado hasta ahora esquivar sus larga serie de elogios pasados a Putin y el préstamo que su partido logró de bancos rusos.

Izquierda

Los candidatos de izquierda y el ecologista sumaron un 31,92 %. La orientación de todo ese voto puede ser importante en la segunda vuelta. Sus electores tienen que elegir entre el liberal Macron, la ultraderecha populista (con muchos guiños hacia la clase trabajadora) de Le Pen o resignarse a no participar.

Consignas

Las consignas de voto, o la ausencia de ellas, que han dado a sus seguidores los candidatos derrotados pueden incidir en el resultado de la segunda vuelta.

Extremos

La extrema derecha totaliza un 32%. Los partidos situados en las zonas más extremas y radicales del arco político suman un 58,13%.