- Los líderes de los principales grupos de la Eurocámara coincidieron ayer en instar al primer ministro esloveno, Janez Jansa, a que predique con el ejemplo y cumpla en su país los valores del Estado de derecho que ha prometido promover durante su presidencia de la UE.

Jansa acudió al Parlamento Europeo para presentar las prioridades de su país al frente del Consejo tras un estreno de su presidencia la semana pasada en Eslovenia que se saldó con un tenso desencuentro público entre el vicepresidente de la Comisión Europea encargado del Pacto Verde, Frans Timmermans, y el Gobierno del país cuando el primer ministro usó la reunión para señalar a miembros de la oposición y de la judicatura.

Y así se lo recordaron a Jansa los representantes de los grupos socialdemócrata y liberal. E l liberal Malik Azmani dijo haber esperado que más comisarios hubieran imitado a Timmermans, que en respuesta a este gesto decidió no unirse a la foto de familia del encuentro. “No es una buena señal lo ocurrido la semana pasada en una reunión con la Comisión Europea para hablar del Estado de derecho, que usó para atacar a la oposición en su país. Usted sabe que el respeto es fundamental”, le advirtió la líder socialdemócrata, Iratxe García. Prácticamente toda la bancada coincidió en la urgencia de que el Gobierno esloveno nomine a un fiscal delegado para la Fiscalía Europea contra el Fraude, un reclamo que ya ha efectuado Bruselas y ante el que Jansa contestó que prevé acabar el proceso de selección durante el otoño.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, optó por transmitir a Jansa que Eslovenia “puede contar con la Comisión” para afrontar la tarea de preservar los valores europeos, entre los que se refirió a la diversidad, la libertad de prensa y el Estado de derecho.

En su respuesta, Jansa aseguró que la UE debe tener una “relación consistente” con sus valores fundamentales y “no elegir uno en cada momento según la situación política”. Así, ante las protestas por la falta de libertad de los medios, aseguró que él fue “el último periodista en Eslovenia en ser enviado a la cárcel por algo que escribió” y dijo que hay “cero represión” en su país contra la prensa.