- Los servicios secretos alemanes clasificaron al ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), el primer partido de la oposición en el Bundestag, como organización objeto de seguimientos debido a las dudas sobre su constitucionalidad.

La decisión, que trascendió ayer pero se tomó el pasado jueves, supone un salto cualitativo en la presión de las fuerzas de seguridad sobre la formación, ultranacionalista y xenófoba, en pleno superaño electoral alemán, con seis comicios regionales, entre ellos en la ciudad-estado de Berlín, y las generales del 26 de septiembre.

En un paso inédito en Alemania, el partido ha sido designado como “caso sospechoso”, según explicó el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), Thomas Haldenwang, a los responsables de los servicios secretos regionales en una videoconferencia que se ha filtrado a los medios.

La BfV y otras agencias de inteligencia pueden por tanto, más allá de seguimientos puntuales a individuos o a las secciones que hasta ahora se habían catalogado como objeto de observación, espiar de forma sistemática al partido en su conjunto, pinchar sus conversaciones telefónicas y emplear recursos económicos para lograr confidentes.

Los servicios secretos basan su decisión en un informe de mil páginas que incluye pruebas de supuestas violaciones contra el orden liberal democrático recopiladas por juristas y expertos desde comienzos de 2019. Entre ellas, varios centenares de discursos y declaraciones de miembros del partido.

También se recopilan como pruebas la influencia sobre la formación de su extinta corriente más extremista y abiertamente neonazi a la que la propia dirección conminó el año pasado a disolverse tratando de esquivar a los servicios secretos y sus vínculos con varias organizaciones de extrema derecha.

Los seguimientos, sin embargo, no serán por el momento completos debido a una ola de querellas que ha presentado AfD en los últimos meses contra la BfV, consciente de los movimientos de los servicios secretos.