- Malta y Libia han firmado un memorándum de entendimiento para controlar a los inmigrantes irregulares. La Valeta se compromete, además, a hacer de puente entre Trípoli y Bruselas. Así se salda la primera visita oficial de Robert Abela al país norafricano, el mismo día en el que 30 migrantes han fallecido tras quedar atrapadas en el fuego cruzado de los combates en Libia.

El primer encuentro oficial entre Robert Abela, primer ministro maltés, y Fayez Mustada al Sarraj, líder del Ejecutivo, concluyó con la ratificación de un Memorándum de Entendimiento que establece la creación de "dos centros de coordinación para combatir el tráfico de personas". Estarán operativos durante las próximas semanas, pero no han trascendido más detalles sobre su funcionamiento.

Malta, que ha sido acusada por varias ONG por no atender durante las últimas semanas a su obligación bajo el Derecho Internacional de ayudar a personas a la deriva en el mar, trasladó a Libia que "la solución sobre la inmigración irregular reside en acciones concretas en las costas libias". Abela urge a Sarraj a centrarse en detener el "tráfico de personas" en lugar de "reubicar a los migrantes en otros países", según el comunicado publicado por el Gobierno maltés.

En contrapartida, el país más pequeño de la UE se compromete a hacer de puente entre Bruselas y Trípoli. El memorándum recoge que Malta apoyará a Libia en la UE en su petición de asistencia financiera en el nuevo Marco Financiero Plurianaual.

El objetivo de la visita oficial era debatir sobre los "desafíos sin precedentes y las presiones desproporcionadas que la migración irregular está creando en el Mediterráneo". No obstante, el número de personas que atravesaron las fronteras exteriores de la UE a través de vías irregulares llegó en 2019 a su punto mínimo de los últimos seis años, según la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas. El descenso representa un 92% menos que el registrado en 2015, en el pico de la crisis migratoria que sacudió los pilares del proyecto comunitario.