- El presidente de la Asociación Vasca de Municipios, Eudel, Gorka Urtaran, lanzó ayer un reto a sus homólogos. Conseguir “llevar a la práctica los compromisos de desarrollo sostenible”, indicó, iniciativa para la que la asociación ha creado una hoja de ruta propia. El llamamiento fue realizado en Mungia, en la primera asamblea presencial tras la pandemia y con la asistencia de gran parte de representantes de los 251 ayuntamientos que componen la asociación junto a varias mancomunidades de municipios. Urtaran mostró su convencimiento al cónclave de que “los Estados tienen que escuchar a ciudades y pueblos. Los municipios tenemos que ser el akuilu que impulse políticas más eficaces para salvar el planeta”. La propia asociación coordinará el avance conjunto de los municipios en esta senda a través de 15 proyectos tractores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), algunos nuevos y otros ya activos que se culminarán por completo en los próximos ejercicios.

El desarrollo social con las personas en el centro, buscar un modelo de competitividad económica sostenible, una respuesta decidida ante la emergencia climática y tender a la excelencia en la gobernanza municipal son los cuatro ejes en los que se acometerán los 15 proyectos.

Pero hay más. La pretensión es que el impulso no se quede en declaración de intenciones. Tres son las acciones concretas en las que la comisión ejecutiva de Eudel quiere implicar lo más posible a sus socios. Y cuanto antes.

La primera es un encargo propio. La asociación elaborará para 2023 una metodología común que permita a las entidades locales vascas alinear sus presupuestos en base a los objetivos de desarrollo sostenible. La idea es que en las cuentas municipales de dentro de dos años integren prioridades y partidas presupuestarias en relación con la consecución de los mencionados objetivos.

Las otras dos son retos a cumplir y a arrancar el próximo año. Por una parte, que cada municipio lleve a cabo auditorías energéticas con el fin de reducir en un 35% el consumo energético de las instalaciones municipales en 2030. Además, para esa misma fecha, hay que instalar energías renovables suficientes para abastecer el 32% de dicho consumo. “Tenemos que consumir menos energía y tiene que ser en mayor medida renovable”, propuso Urtaran.

Para cumplir este fin los municipios ya tienen su primera herramienta disponible, como son los 10 millones a fondo perdido dispuestos para encargar las mencionadas auditorías. Además, se podrá acudir al programa Gauzatu Energia dotado con 100 millones que el Gobierno Vasco ha puesto en marcha.

La tercera iniciativa es más selectiva y solo afecta a los grandes municipios. Que los servicios de transporte urbano que presten lleguen a su descarbonización para 2030, de forma que todos los autobuses no consuman carburantes fósiles. “Apostar por una movilidad sostenible y saludable, por la neutralidad climática, requiere también una apuesta decidida por la descarbonización del servicio de transporte urbano que ofrecemos los Ayuntamientos”, concretó el presidente.

Todo las iniciativas se desarrollarán a través de la decena de redes de municipios existentes en la CAV, que buscan “hacer realidad” los objetivos globales desde los pueblos y las ciudades. Todos los proyectos han nacido del trabajo colaborativo en estos grupos de actuación conjunta que van desde Udalsarea a nivel ambiental, Garapen a nivel de promoción empresarial y empleo o Berdinsarea a nivel de igualdad hasta Basqueskola como red de mujeres electas locales o Euskal Fondoa para la cooperación al desarrollo. Urtaran cree que “los proyectos 2030 van a aportar un nuevo impulso que permitirá hacer su impacto más grande”.