- Las iniciativas para denunciar los abusos sexuales a menores en las instituciones religiosas de la Iglesia católica en España y para reparar a las víctimas han sido “muy escasas”, según un estudio realizado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) y la Universidad de Barcelona. Esta es una de las conclusiones de esta investigación a cargo de Josep M. Tamarit, de la UOC; Noemí Pereda, de la UB, y Gema Varona, de UPV/EHU, presentada ayer.

Este trabajo fue desarrollado entre 2018 y 2021. Cuenta con investigaciones cuantitativas y cualitativas de las que se concluye la mayor afectación a hombres, sin perjuicio de incluir un apartado específico con perspectiva de género sobre la “invisibilidad de la victimización femenina”. Entre sus conclusiones, el informe documenta un “profundo y duradero” daño sufrido por las víctimas, tanto en lo que respecta al delito padecido como a la “victimización secundaria” o al daño añadido por una respuesta institucional “tendente, muchas veces, a ocultar, silenciar, confundir y, en ocasiones, culpabilizar a las víctimas”.

A esto se suma, según concluyen los investigadores, el hecho de que, a veces, estas víctimas eran niños y adolescentes en situaciones ya agravadas de exclusión, desventaja social o discapacidad. En este sentido, la investigación muestra que los abusos sexuales fueron cometidos mayoritariamente por clérigos que conocían las experiencias previas de malos tratos que presentaban las víctimas y, así, su extrema vulnerabilidad y la inexistencia de un contexto protector.

“La investigación sobre el modo en que la Iglesia católica ha reaccionado ante la aparición de casos de abuso refleja que ha habido diversidad de actitudes. La que ha predominado en muchos países ha sido de carácter defensivo, basada en la negación o la minimización del problema”, aseveró Tamarit, el coordinador del proyecto e investigador principal del grupo Sistema de Justicia Penal (VICRIM) de la UOC.

Enrique Pérez Guerra relató el infierno de los abusos que padeció de niño por parte de un sacerdote y aseguró que para “pasar página hay que leer primero lo que ha sucedido y en España no se ha leído ni la primera letra de la pederastia” en el seno de la Iglesia. Emiliano Álvarez Delgado fue víctima de dos sacerdotes del seminario de La Bañeza, un lugar que definió como “nido de pederastas” en los setenta. “Allí había 400 niños y abusaban de nosotros cuando estábamos en la cama”, recordó.