- El Gobierno Vasco presentó ayer su política de transición hacia un nuevo modelo de cuidados, que aborda la cuestión desde la perspectiva social y busca reequilibrar la carga de estos trabajos mayoritariamente sobre las mujeres, sobre todo cuando no son remunerados. La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, explicó ayer a diversos colectivos sociales que para lograr esa transformación se busca consolidar una política de cuidados “integral”, “transversal”, y “con perspectiva de género” que refuerce el peso del cuidado institucional.

“El contexto social que afrontamos reclama que reorganicemos socialmente los cuidados, que los visibilicemos, valoremos y repartamos”, señaló la consejera en el acto de presentación de un nuevo modelo “más democrático” de repartición de los cuidados. Según indicó Beatriz Artolazabal, la propuesta de cambio, que se marca un horizonte temporal de diez a veinte años, se resume en 4R: “reconocer, reducir y redistribuir los cuidados y representar las necesidades de las personas cuidadoras en situación de exclusión”.

En un acto celebrado en la sede del Observatorio Vasco de la Juventud Artolazabal explicó a varios colectivos que trabajan en el ámbito de la discapacidad, la infancia, la juventud y las personas mayores la política de transición hacia este nuevo modelo de cuidados, que aborda la cuestión desde el convencimiento de que “los cuidados son necesarios a lo largo de toda la vida y no solo cuando se es mayor”.

“El cuidado no debe soportarse sobre situaciones de cuidado familiar inadecuadas como sucede, por ejemplo, cuando mujeres en situación de dependencia, que precisan ellas mismas de apoyos, cuidan 365 días, las 24 horas, a familiares; o en el caso de las familias monoparentales con mujeres pluriempleadas y sin soportes para el cuidado de sus hijos e hijas”, expuso la consejera de Igualdad, quien también planteó la importancia de “asignar un rol” a los hombres en el cuidado familiar e institucional.

A juicio de Artolazabal, “alcanzar un nuevo equilibrio en los cuidados implica también extender la responsabilidad sobre los cuidados del plano personal a la esfera familiar, comunitaria y pública”. Lograr estos objetivos pasaría -señaló- por reforzar los cuidados institucionales, particularmente de las personas más jóvenes y mayores, reduciendo “la proporción que representa el cuidado familiar respecto al institucional” y fortaleciendo “la atención primaria y secundaria en la comunidad”.

“Somos las personas quienes cuidamos y somos cuidadas, y asegurar espacios de protección, seguridad y cuidados a lo largo de la vida más allá del vínculo familiar es un signo de humanización”, resaltó Beatriz Artolazabal. La consejera, acompañada por la viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia, y el asesor del departamento, Rafael López-Arostegi, explicó que el trabajo del Gobierno vasco para adecuar sus servicios a las necesidades sociales es “transversal” y está interconectado en el marco de una política integral de cuidados. También citó algunas de las experiencias que se están llevando a cabo, fruto del trabajo conjunto de su Departamento con otras entidades, como, por ejemplo, los servicios BetiON, de teleasistencia, y OK en casa, una aplicación de apoyo a personas cuidadoras”.

Asistentes. A la cita para presentar el nuevo modelo asistieron representantes de las principales entidades dedicadas a la dependencia, infancia, juventud y mayores, como Matia Fundazioa, Euskofederpen, BetiON, LARES, Agintzari, Hirukide, AFAE, Unicef, SIIS, Edeka, Fevas, Biltzen y Novia Salcedo.

Modelo. El nuevo modelo de cuidados sociales se enfoca a 5 colectivos: infancia y juventud, jóvenes adultos autónomos en edad de emancipación, personas mayores de 60 años autónomas, mayores de 75 años autónomos o en situación de dependencia, y cuidadores y cuidadoras.