- La presión hospitalaria no cede en Euskadi. Al revés, sigue aumentando día a día. Si el viernes el número de pacientes covid marcó un nuevo pico en la cuarta ola, con 186, esta cifra aumentó el sábado a 188, según datos facilitados ayer por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Se trata de un número tan alto que no se daba en la CAV desde el 10 de abril de 2020, cuando la cantidad de enfermos críticos con coronavirus era de 198. Es decir, más de un año después las unidades de cuidados intensivos de los hospitales vascos están igual de mal porque ni en la segunda ola ni en la tercera se alcanzaron cantidades tan altas de pacientes que necesitaran de cuidados intensivos. Cabe recordar que el tope de ocupación en las UCI fue de 236 pacientes, lo que sucedió el 3 de abril del año pasado en pleno confinamiento domiciliario.

El ascenso de enfermos graves debido al covid ha sido muy rápido a lo largo de este mes de abril, que comenzó con 91 pacientes en la UCI, cantidad que se ha duplicado hasta los citados 188 actuales. “Las nuevas variantes están interactuando con los organismos de forma que están requiriendo una atención más especializada de lo que lo hacía la variante original”, dijo a mediados de la semana pasada a modo de explicación la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

También se han duplicado el número de pacientes en planta, que era de 284 el 1 de abril y que había subido hasta 554 el pasado jueves, último día que se actualizó este dato y que no se volverá a renovar hasta el informe epidemiológico que dé a conocer hoy Salud. Y es que el número de ingresos debido al coronavirus ha sido muy elevado a lo largo de los últimos días. La pasada semana ingresaron 613 personas con covid en los distintos hospitales vascos, y eso sin conocerse aún cuántos ingresaron ayer. El martes entraron 117 enfermos como cifra diaria más alta y el sábado 72, la menor cantidad de ingresos de la semana.

A la complicada situación en los hospitales vascos se refirió ayer Felix Zubia, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia, en Euskadi Irratia: “En nuestra unidad hemos tenido alrededor de 45 casos a lo largo de esta semana, que es una cifra muy alta teniendo en cuenta que nuestra unidad tiene 48 camas. La subida la estamos notando ahí. Hemos tenido que abrir una tercera sala y pacientes de algunas localidades de nuestro alrededor han ido a otros hospitales. Según nuestra ocupación habitual en la UCI, la de ahora es de un 190%”.

Este tensionamiento en los centros hospitalarios debido a esta cuarta ola del covid ha provocado, ya desde la semana pasada, que las intervenciones quirúrgicas “no urgentes” se estén cancelando o retrasando, situación que se puede repetir a lo largo de estas próximas semanas. De hecho, fuentes del Gobierno Vasco confirmaron ayer a Efe que hoy analizarán de nuevo la situación para decidir si se ordena la suspensión de más operaciones.

“Necesitamos camas, pero sobre todo sanitarios para tratar a los pacientes, y estos sanitarios vienen sobre todo de quirófano, por eso hay que cancelar o atrasar las operaciones menos urgentes”, explicó Zubia, quien indicó que la CAV va a “entrar en el escenario cuatro de las UCI”, lo que significa que se habilitarán más camas para cuidados intensivos. Ahora, en el escenario tres, hay 356 camas para cuidados intensivos, y más de la mitad de ellas están ocupadas por enfermos covid. Sagardui ya indicó que Euskadi podría llegar hasta las 600 camas UCI “si fuera necesario”.

Con todo, Felix Zubia augura aún unas cuantas semanas muy exigentes en los hospitales vascos: “Creo que aguantaremos, pero será crítico. Los niveles más altos de contagios los estamos viviendo estos días y esperamos que ahora vayan bajando, pero a nosotros nos seguirá subiendo (la presión hospitalaria) durante entre siete y diez días más porque ya sabemos que los que se contagian ahora entran al hospital dentro de siete o diez días. Y la estancia media de un paciente en la UCI es de 21 días, así que esperamos un mes y medio muy duro aún, hasta mediados de junio”.

Para el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia, la clave es “frenar la transmisión en la calle”: “Hay un dato en el que me fijo mucho y es la tasa de positividad, que en los test de antígenos ha llegado a ser del 15%. Eso es mucho y demuestra cómo está la calle, aunque ahora ha bajado un poco. Hay que frenar la transmisión del virus y eso se hace con las leyes de los dirigentes y la responsabilidad de la población, y ahí hemos fallado. Pedimos ayuda a todos para que esto mejore”.

Una de las esperanzas para que la situación hospitalaria mejore es que la vacunación contra el covid avance a un ritmo mayor estas próximas semanas después de unirse la de Janssen a las otras tres vacunas disponibles en la CAV: Moderna, Pfizer y AstraZeneca. Salud actualizará hoy los datos sobre la vacunación, pero el pasado viernes eran 186.279 las personas inmunizadas en la CAV, lo que supone alrededor del 8,4% del total de la población. Además, otras 490.000 personas han recibido la primera dosis y están a la espera de la segunda.