- "El dolor será para siempre, pero desde hoy podremos empezar a hacer el duelo como es debido", expresó ayer en redes sociales Helene Alberdi, sobrina de Alberto Sololuze, después de que desde el Departamento de Seguridad informaran de que las pruebas de ADN confirmaron que los restos óseos encontrados el domingo y el lunes en el vertedero de Zaldibar corresponden a su tío. Ahora los esfuerzos se centran en encontrar a Joaquín Beltrán, el otro trabajador sepultado hace medio año por el derrumbe de toneladas de escombros.

La confirmación a través de análisis de ADN de que los restos óseos hallados bajo más de 23 metros de residuos y materiales diversos pertenecen a Sololuze, de 62 años, se adelantó dos días sobre la fecha estimada por los especialistas. La noticia de la identificación positiva fue comunicada ayer a la familia del trabajador fallecido y al juez. Poco después, la sobrina de Alberto Sololuze lanzó en su cuenta de Twitter un mensaje, acompañado de una fotografía junto a su tío, en el que decía: "El dolor será para siempre, pero desde hoy podremos empezar a hacer el duelo como es debido. Espero que pronto los familiares de Joaquín puedan decir lo mismo, y que se acabe haciendo justicia. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo en estos meses tan duros. Te queremos, tío".

En cuanto a los pasos a seguir a partir de ahora, el Gobierno Vasco informó de que los trabajos de búsqueda de Joaquín Beltrán continuarán durante unos quince días en la misma zona donde fueron localizados los restos de su compañero. Pero, en el caso de que no se localice a Joaquín Beltrán en esta área, está previsto que la búsqueda continúe ladera arriba, hasta la zona donde originalmente estaba situada la báscula del vertedero, lo que supone unos treinta o cuarenta metros por encima del punto en el que se centra actualmente el análisis de materiales.

El consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, y la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, se desplazaron ayer hasta el vertedero de Zaldibar para presidir y participar en la reunión de la dirección de obra de las actuaciones en el vertedero. En esta reunión se planificaron las labores de búsqueda del otro trabajador que todavía sigue desaparecido y al que se trata también de localizar en la zona B1, donde queda trabajo para unas dos semanas.

La viceconsejera señaló que la confirmación de que los restos óseos encontrados esta semana pertenecen a Alberto Sololuze es un "alivio", especialmente, "por poder acompañar a las familias y en el duelo que están viviendo". Moreno añadió que sigue habiendo un desaparecido y "no se le va a dejar de buscar". Afirmó que se sigue buscando a Joaquín Beltrán y que en la zona donde los equipos de rescate localizaron los restos de Alberto Sololuze quedan por retirar 2.500 metros cúbicos de materiales, lo que supone un metro y medio de residuos, por lo que habrá que hacer una "búsqueda minuciosa y detallada" que puede llevar dos semanas.

La viceconsejera manifestó que si "desgraciadamente" no se localiza en esa zona B1 a Beltrán, está planificada la continuidad de los trabajos de búsqueda y estabilización del vertedero. En concreto, se accedería a la plataforma donde se ubicaba la báscula que fue arrastrada en el derrumbe y está unos treinta o cuarenta metros por encima del punto actual. Ello obligaría a trabajar un talud y sacar 350.000 metros cúbicos de material para "llegar con seguridad a la plataforma de la báscula y, de manera paralela, se tendrá que realizar un depósito de seguridad para colocar los residuos". Limpiar y examinar toda la zona llevaría unos tres o cuatro meses, unos trabajos que la viceconsejera aseguró que seguirán hasta el final.

En este sentido la plataforma Zaldibar Argitu reconoció que "el hecho de que hayan encontrado e identificado a Alberto Sololuze es un avance", pero exigió a las instituciones correspondientes que "no cesen en los trabajos de búsqueda" de Joaquín Beltrán y denunció que "las responsabilidades políticas siguen sin ser esclarecidas".

La plataforma creada tras el derrumbe del pasado 6 de febrero aseguró que tiene "toda la voluntad para seguir trabajando, hasta que encuentren a Joaquín, hasta que conozcamos las consecuencias que ha tenido y puede tener esta catástrofe ecológica en nuestra salud y en el medio ambiente, y hasta que se depuren todas las responsabilidades políticas delante de la opinión pública y la ciudadanía, con las necesarias dimisiones".

La plataforma Zero Zabor Bizkaian coincide en la exigencia de "depuración de responsabilidades políticas" y además propone que se realice una auditoria pública en el vertedero de Zaldibar "y en todos los demás".

Por su parte, los grupos municipales del Ayuntamiento de Zalla emitieron ayer un comunicado conjunto en el que expresaban sus condolencias a la familia y amigos de Sololuze y deseaban la "pronta recuperación del cuerpo" de su vecino Joaquín Beltrán "para que su familia y amigos puedan despedirle y descansar". El Consistorio transmitió su "apoyo, cariño y solidaridad" a los allegados de ambas víctimas.

Huesos. El pasado domingo el Gobierno Vasco informó de que los equipos de rescate que trabajan en el vertedero de Zaldibar habían encontrado una tibia y material textil. El lunes fueron localizados más restos humanos. Las pruebas de ADN confirmaron que pertenecen a Sololuze.

Objetos. En la misma zona donde se encontraron los restos óseos había piezas de la báscula y objetos personales, como unas gafas, una correa de reloj, una cámara de fotos y un candado.

Fuentes del Departamento de Medio Ambiente señalaron ayer que todavía queda trabajo para dos semanas en la zona B1 del vertedero, donde se localizaron los restos de Alberto Sololuze, y donde continúa la búsqueda de Joaquín Beltrán. Habría que remover unos 2.500 metros cúbicos de residuos, con un espesor de 1,5 metros.

El cuerpo de Sololuze se localizó junto a restos de la báscula, pero más abajo del emplazamiento original de esta. Si no se encuentra a Joaquín Beltrán en esta zona, la búsqueda seguiría ladera arriba, hasta la zona donde originalmente estaba la báscula, unos treinta o cuarenta metros por encima del punto actual.