os casos detectados de coronavirus en Euskadi son ya más de 20.000, suficientes para llenar el estadio de Mendizorroza. Y aunque el virus se encuentre en franca retirada, el número de enfermos es apabullante y una tragedia social sin precedentes por el elevado número de fallecidos.

El covid-19 infecta por igual a los dos sexos, pero el 70% de los ingresos en la UCI y el 60% de las muertes en Europa son de varones, aunque los motivos sean todavía una incógnita. La pregunta es por qué el sexo débil ante el covid-19 es el masculino.

Aunque la respuesta no esté clara, por fin comienzan a aparecer algunas pistas sólidas. La revista European Heart Journal acaba de publicar una investigación que muestra que los hombres tienen una mayor concentración en sangre de la enzima ACE2, el receptor que actúa como una cerradura para el SARS-CoV-2 en las células humanas, permitiendo que el virus se acople y acceda a ellas para replicarse. Además también concluye que, por regla general, los varones tienen más factores de riesgo, como insuficiencia cardiaca, insuficiencia respiratoria o diabetes.

Otro estudio de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (Aqua) revela que la edad, el sexo y la comorbilidad son los principales factores asociados a la hospitalización con un peor pronóstico de estos pacientes. Y de esta manera han trazado el retrato robot del principal afectado: un anciano varón y con patologías previas. De hecho, la probabilidad de hospitalización a partir de los 65 años se triplica con respecto a las personas de entre 20 y 44 años.

Así, los pacientes de 65 a 74 años tienen ocho veces más posibilidades de morir; los de 75 a 84 años, 16 veces, y los mayores de 85, un peligro veinte veces mayor. Porque la edad es el principal factor de riesgo en el covid-19 y los expertos lo explican por la menor capacidad de respuesta del organismo. Pero no es solo eso. El estado de salud general y las enfermedades previas son determinantes.

En el Estado español, por ejemplo, los fallecidos se concentran entre los 69 y los 99 años. En la parte baja de la pirámide demográfica, la primera víctima mortal de poco más de 20 años fue un valenciano que había viajado a Nepal y que se sintió mal al volver a casa. Padecía una neumonía de origen desconocido. La semana pasada falleció un niño de 9 años en Aragón, un caso insólito ya que la población joven e infantil apenas ha registrado mortandad.

En la cúspide de la pirámide, una de las fallecidas más veteranas fue una madrileña de 99 años que perdió la vida en el Gregorio Marañón.

En Euskadi, los datos también avalan que la letalidad de la pandemia crece con la edad ya que el patógeno se ceba con los octogenarios. De los 1.564 fallecidos registrados hasta el pasado viernes, 636 tenían entre 80 y 89 años, y 462, más de noventa. En la franja entre los 70 y los 79 años se contabilizaban 302 muertos, mientras que en la anterior, entre 60 y 69, se bajaba a 108. Más drástica es la caída de víctimas mortales en la cincuentena, 27; mientras que en el sector entre los 40 y los 49 años, la mayor crisis sanitaria que se recuerda ha provocado once fallecidos. Por el contrario, el virus se ha cobrado la vida de dos veinteañeros vascos y de cuatro treintañeros.

Junto a que el sexo masculino tiene peor pronóstico, el sobrepeso figura como uno de los principales factores de riesgo. En la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Cruces lo confirman, ya que han atendido a un buen número de enfermos críticos con diferentes grados de obesidad. Las estadísticas británicas sobre los enfermos de covid-19 en camas UCI también confirman este fenómeno: el 73% son hombres y el 73,4% de ellos tienen sobrepeso o son obesos. Hay que destacar que en el conjunto de datos del SARS de 2003, los investigadores se encontraron con una tendencia similar y hallaron también una tasa de mortalidad significativamente mayor entre los hombres en comparación con las mujeres.

Atendiendo a los resultados de los estudios, los grupos más vulnerables son aquellos con dolencias asociadas. Entre las patologías específicas que agravan el coronavirus destacan la insuficiencia renal crónica (30%), la insuficiencia cardíaca (26%) o problemas como la diabetes (18%). Existe otro factor que es el de formar parte de colectivos especialmente frágiles, como son las personas ingresadas en una residencia asistida o con una discapacidad intelectual grave.