- “Vine a dar un concierto y cuando me desperté al día siguiente ya no me podía volver a casa”. Esta es la historia de Marvin, un “creador de música y ropa” que en un abrir y cerrar de ojos su vida cambió por completo. “Vivo en Cantabria e intenté volver pero no me dejaron”, lamenta. Echa en falta a su mujer y a su hijo de 19 meses y asegura que ni los teléfonos “pueden curar el vacío” que siente.

La vida se le ha puesto patas arriba porque su hogar lo es todo. “Yo siempre trabajo en casa a excepción de cuando salgo a dar conciertos o a enseñar a hacer surf”, dice. Además, “en el jardín de casa también hago plantas medicinales y ahora no puedo hacer ni eso”, lamenta. Sin embargo, ha tenido que improvisar y ha convertido los árboles que tiene alrededor en un tendedero. “Tengo suerte que estoy aquí, en medio de la naturaleza y me las voy apañando”, relata. De hecho, una de las cosas que ha cambiado en su vida es que ahora va al supermercado. “En casa cultivo mis verduras y no nos hace falta ir. Ahora que estoy aquí no me queda otra que ir a por comida, pero por lo menos puedo”, dice siendo consciente de que “hay personas que no tendrán ni para comer”.

En la misma línea, agradece que un amigo suyo le haya dejado la furgoneta para poder improvisar un hogar. “Me tuve que quedar aquí y he puesto este colchón improvisando, de alguna manera, para poder sobrevivir el tiempo que nos tengamos que quedar aquí”. A pesar de que intenta tener una mente positiva, a veces no puede evitar pensar en “todos los desastres” que está generando la pandemia. “Vivo de todo esto, de los festivales, de plantar mis verduras en casa, de las plantas medicinales... no se cómo será el futuro”, dice con cierta incertidumbre.

Sin embargo, asegura que “es importante que el ser humano tome una gran conciencia de todo lo que está pasando”. Cree que “son etapas para que nos hagamos más fuertes y que nos demos cuenta de la importancia que tiene el trabajar como un equipo”. Sin embargo, no considera esta pandemia como “un problema”, sino como “una etapa”. “Me estoy refugiando en la música porque es mi salvavidas y tengo la necesidad de estar creando continuamente”, concluye.

“Es importante que el ser humano tome conciencia de lo que estamos viviendo. Son etapas para estar más fuertes”