- El Gobierno trabaja en “distintos escenarios” de desescalada para abandonar de forma progresiva el confinamiento, una salida que habrá de ser “ordenada y segura” y que requerirá “prudencia y cautela” en cada nuevo paso que dé.

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, reconoció ayer en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Ministros que el Ejecutivo es consciente de que la transición a otros escenarios genera mucha curiosidad, pero no avanzará cómo se saldrá del confinamiento hasta que no se adopten las medidas definitivas para evitar confusión y especulación.

“Somos conscientes de que la ciudadanía se hace muchas preguntas respecto a cuándo podremos salir, de qué manera, si tendremos que llevar o no mascarilla... Son todas preguntas legítimas, pero para no generar confusión no queremos desarrollar ningún tipo de especulación”, subrayó.

La portavoz destacó que, “en la medida en que la evidencia técnica y científica” permita la adopción de esas decisiones, se irán comunicando con “instrucciones claras y firmes”.

“Vamos con cautela, vamos con prudencia, lo primero y lo perentorio es intentar recuperar la normalidad laboral la próxima semana y con estos 15 días que se solicitan al Congreso de prórroga del estado de alarma seguiremos confinados en el domicilio”, precisó.

Montero aseguró que en España se han adoptado algunas de las medidas más duras de Europa para disminuir la transmisibilidad del virus.

Preguntada acerca de si se permitirán los paseos con niños o la práctica de deporte al aire libre, Montero hizo hincapié en que cuanta menor movilidad, menor capacidad de transmisión tendrá el virus y, por tanto, más posibilidad de contener la utilización de los servicios sanitarios.

Los paseos y la apertura de algunas instalaciones formarán parte de plan de desescalada, pero sólo una vez que se haya producido el impacto más fuerte sobre los servicios sanitarios, no exista riesgo de colapso y cuello de botella y la transmisión del virus esté controlada.