- Hace apenas cinco años, unos mariachis se apostaban frente a la sede de Ferraz dejando una imagen bochornosa: la de un PSOE en descomposición tras la dimisión de Pedro Sánchez, su líder de 2014 a 2016. Volvió al cargo en 2017, tras vencer en las primarias a Susana Díaz y Patxi López, más afines al establishment socialista. Emprendió entonces una reconstrucción del partido, que se vio fortalecida por su ascenso a la Presidencia del Gobierno tras la moción de censura a Rajoy en 2018 y su posterior victoria en las elecciones de 2019. Corredor de fondo y batallando contra viento y marea, Sánchez ha dado la vuelta al PSOE como si de un calcetín se tratara, hasta el punto de que ayer se dio un baño de masas en la jornada que cerró el 40º Congreso Federal. El sanchismo relanza a las siglas del PSOE y hace bandera además de la socialdemocracia. Cose a las sensibilidades existentes en su formación, incluso siendo arropado por la vieja guardia -González, Zapatero, Almunia...- y bajo el aplauso unánime de los cargos socialistas, con quienes ha tenido viejas rencillas ya olvidadas. El reelegido máximo responsable dejó claro cual es su horizonte, un claro su “norte” para la nueva etapa que deberá de concluir en muevo paso por las urnas en el 2023: “preservar el papel de la socialdemocracia española”. “Un partido socialista fuerte es imprescindible para la prosperidad de España, para nuestro futuro como país” que impulsará “el crecimiento y el empleo, fortalecer la cohesión social y de facilitar la convivencia”.

Con una trayectoria personal labrada contra corriente, Sánchez deja atrás viejas rencillas. Echó primero la vista atrás, a los avances en España llevan un sello socialista. Fue un guiño al pasado del partido, de “142 años”, rememoró, pero también al gobierno español que actualmente comanda y que se ha enfrentado a un escenario inédito como la pandemia del coronavirus. Y se reafirmó en los objetivos de cara al futuro, que no son otros que “continuar el trabajo realizado y abrir nuevos caminos que avancen en la misma dirección de igualdad y justicia social”. A ello se dedicará el PSOE a partir de 2022, año en el que pueden haber varios adelantos electorales, como puede acontecer en Andalucía o Castilla y León. Existen también algunas voces que apuntan que Sánchez podría optar a hacer lo propio en el Estado. En todo caso, los socialistas llegan con los deberes hechos: sin disputas internas, bajo el manto del unión, con un nuevo Comité Federal en el que el secretario general se rodea de fieles e incluso integrando a barones y dirigentes díscolos que han protagonizado algún que otro incidente interno.

“En estos seis años seguro que he cometido errores, pero mirando alrededor siento que hemos conseguido entre todos lo esencial, y es que está aquí vivo ese proyecto de progreso y de justicia social que se llama socialdemocracia”, afirmó Sánchez ayer en el cónclave socialistas celebrado en Valencia. La socialdemocracia está fuerte “y reivindica su vigor y su vigencia. Las instituciones y las políticas de protección social puestas en marcha por la socialdemocracia siguen siendo las que garantizan la seguridad y la dignidad de las personas frente a las adversidades de la vida”. Y de paso lanzó un aviso al PP. “La socialdemocracia que algunos dieron por liquidada, goza de una salud de hierro”, manifestó. “Frente a la socialdemocracia no hay ninguna idea fuerte y cuando no hay alternativa se recurre al insulto, las descalificaciones y la violencia verbal”. Sin mentar expresamente a los populares, aseveró que la formación dirigida por Pablo Casado está “acomplejada, desconcertada y desorientada” ante el empuje de Vox. “Es una oposición al sistema, no al gobierno. Critican y cuestionan la existencia misma de un Gobierno democrático (...) La democracia solo les vale si ellos gobiernan”, concluyó. “No queremos, como hacen otros, que España se hunda para flotar nosotros porque trabajamos para que España avance. No vivimos de los problemas, sino para las soluciones”, aseveró.

“Pero si hay un partido que ama a España, ese es el PSOE”, proclamó Sánchez, quien abundó que el patriotismo se expresa más claramente en el IRPF que en los insultos que recibió en los actos del pasado 12 de octubre en Madrid. También tuvo palabras para quienes aseguran que el desea “romper España” por haber construido puentes el entendimiento con los partidos nacionalistas catalanes, y más concretamente con una ERC que tiene en su mano la llave de la Generalitat de Catalunya. Iniciadas la mesa del diálogo, “cuando otros se hayan cansado de odiar nosotros seguiremos trabajando por la convivencia entre catalanes y entre Catalunya y España entera y recuperando el diálogo y la convivencia absurdamente rotos”. Asimismo, el líder socialista tampoco pasó por alto el fin de ETA, una bajada de la persiana de la actividad terrorista del que pronto, en apenas dos días del histórico adiós a las armas, se cumplen diez años. Pese a las críticas de la derecha, una actitud con la que lo único que hace es “degradarse”, Sánchez se mostró optimista de cara a un futuro en convivencia y paz para Euskadi. “El PSOE es un partido imprescindible para la suerte de España”, resumió.

El Congreso Federal se cierra con un PSOE que encumbra a Sánchez, pero también con una cúpula en Ferraz aún más que afín al secretario general. La nueva Ejecutiva socialista ha sido avalada con casi el 95% de apoyos, un respaldo superior a las citas de 2017 (70,5%) y 2014 (88,1%). Reconciliado tras heridas pasadas, contará con 42 miembros, será mayoritariamente femenina, logra rejuvenecerse y participan representantes de todas las autonomías. Del máximo órgano entre congresos sobresalen varios nombres propios. Conocido era que los puestos de principal relevancia iban a ir a parar a Cristina Narbona -presidenta-, Adriana Lastra -vicesecretaria general- y Santos Cerdán -secretario de Organización-, colaboradores estrechos de Sánchez. También era sabido el ascenso del líder del PSOE-A y alcalde de Sevilla Juan Espadas al Comité de Política Federal y de Felipe Sicilia a la portavocía. A ellos se suma el presidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara. Pero quién sale verdaderamente reforzado es Félix Bolaños. Calificado por Zapatero como “SuperBolaños” y ministro de Presidencia, gana puntos como uno de los hombres fuertes del Gobierno y el partido. Se convierte así en perejil de todas las salsas socialistas, hombre clave tanto en Ferraz como en Moncloa. Otros cinco ministros también se integran en la Ejecutiva Federal: Carolina Darias, Diana Morant , María Jesús Montero, Isabel Rodríguez y Pilar Alegría. La principal sorpresa fue la inclusión de dos exministros como la exvicepresidenta Carmen Calvo y el anterior exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos en el Comité Federal.

Más en tono de gestión, Sánchez también avanzó que la hoja de ruta política el PSOE tendrá tres metas concretas: “poner punto y final” a la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como Ley Mordaza, a la reforma laboral instaurada en tiempos del PP -tantas veces solicitada por sus aliados de Unidas Podemos- y a “abolir la prostitución”. Así lo recoge la ponencia marco aprobada y así tratará de cumplirlo el líder socialista. “Avanzaremos poniendo punto y final a la Ley mordaza y a la reforma laboral del PP, impuestas sin acuerdo, que precarizaron contratos y devaluaron salarios”, vaticinó ante un Congreso Federal que ha insuflado aire limpio al PSOE para emprender “una nueva etapa”. Una nueva etapa que arranca hoy mismo con la primera reunión de la Ejecutiva.

Dos representantes. Patxi López e Idoia Mendia son los dos representantes vascos que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha incluido en la Ejecutiva Federal (CEF) de la formación. En concreto, la líder saliente del PSE, que abandonará su puesto en apenas un mes, se encargará del área de Estudios y Programas; mientras que el exlehendakari encabezará la nueva área de Memoria Democrática y Laicidad. Por contra, el exalcalde de Donostia Odón Elorza deja su puesto en la cúpula.

“Un honor”. Tanto Mendia como López consideraron “un honor” su inclusión en la Ejecutiva. “Desde esta Secretaría trabajaré por el éxito del partido”, aseguró la actual vicelehendakari segunda. López, por su parte, valoró el conclave socialista del fin de semana como “la explosión de la ilusión de la militancia, que cuando quiere es imparable”.

“Pondremos punto y final a leyes como la ‘Ley mordaza’ y la reforma laboral del PP, impuestas y sin acuerdos”

“Este mandato que me habeis dado tiene un norte: preservar el papel de la socialdemocracia”

Secretario general del PSOE