- El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz negó ayer en sede judicial que ordenara o que supiera de una operación para espiar a Luis Bárcenas y reiteró que no eran suyos los mensajes que le vinculan con ese dispositivo, por lo que, a petición de Fiscalía, entregó voluntariamente su móvil al juez para permitir un cotejo. Durante su declaración como imputado en la Audiencia Nacional en el llamado caso Kitchen, Fernandez Díaz aseguró que nunca recibió instrucciones de espiar al extesorero del PP por parte del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ni de la ex secretaria general del partido María Dolores de Cospedal, y tampoco recibió ninguna comunicación sobre este asunto en el Ministerio del Interior.

Ante la reiterada negativa de que los mensajes que le incriminan fueran suyos, el fiscal del caso Ignacio Stampa, que a primeros de noviembre tendrá que abandonar la Fiscalía Anticorrupción al no haber sido relegado, pidió al juez Manuel García Castellón que acordara requisar su móvil para comprobar si el estilo utilizado en sus mensajes se asemeja a los que le atribuyó su segundo, el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez.

Después del cotejo del móvil, el exministro abandonó el tribunal mientras que su abogado se dirigió a los medios para explicar que fue Fernández Díaz quien entregó el teléfono voluntariamente al haberle dado la oportunidad el juez y “se ha podido comprobar cómo no tiene ninguno de los mensajes a los que hacía referencia el señor Martínez”.

Frente al juez, Fernández Díaz decidió responder únicamente a su abogado y al juez, a quien le transmitió que nunca supo de esa supuesta operación de espionaje, de la que se enteró por la prensa, e indicó que, de haber existido, hubiese sido una deslealtad que él, como ministro del Interior, no lo supiese.

De este modo, el exministro fue desmintiendo la versión que aportó el jueves su exnúmero dos, que dijo que Fernández Díaz estaba al tanto de este dispositivo, aunque matizó que no se le llamó Kitchen y que él consideró que fueron unas actuaciones legales en busca de las cuentas ocultas de Bárcenas en el extranjero.

El exministro negó que pidiese a Martínez que confirmase si el chófer de Bárcenas, captado como confidente, era colaborador policial -como Martínez sostuvo el jueves-, al tiempo que rechazó que el exsecretario le reportase algún tipo de información o que supiese que al chófer de Bárcenas se le pagaba con fondos reservados.

Fernández Díaz insistió, como ya hizo en el recurso contra su imputación, en que los mensajes registrados ante notario por Martínez, y que supuestamente se intercambió con él, no son suyos, lo que motivó la petición del fiscal.

Fernández Díaz, que declaró durante más de dos horas, explicó que cuando veía algo relacionado con Bárcenas, consultaba a Martínez para estar al tanto de lo que ocurría de cara a sus comparecencias públicas. Llegó a decir que en una ocasión, cuando él estaba en un Consejo europeo, se enteró por Rajoy de un registro policial que se estaba produciendo en la sede del PP en diciembre de 2013, algo de lo que no estaba al tanto.

Ante el desconocimiento mostrado ayer por el exministro Fernández Díaz acerca de la operación, el juez le dijo que no se molestase pero que parecía que en este asunto no se enteraba de nada e incluso llegó a hablar de “reino de taifas” en el Ministerio.

“No recibí indicaciones sobre un espionaje a Bárcenas ni de arriba ni de abajo”

Exministro de Interior