- La falta de noticias respecto a la convocatoria del congreso interno en el que el PP vasco deberá renovar su dirección aboca a su celebración en la primavera del año que viene. Una situación que empiezan a asumir en las filas del partido, ya que recuerdan que el arranque de 2021 es, de hecho, la fecha en la que orgánicamente deben tener lugar los distintos congresos autonómicos del PP. Cualquier otra cosa supondría adelantar los plazos, lo que en el caso de la CAV se barajó debido a la especial situación creada por la dimisión de su presidente, Alfonso Alonso, el pasado 24 de febrero. De cumplirse los plazos establecidos, el partido estará más de un año con una presidenta en funciones en la figura de Amaya Fernández, un periodo en el que se han celebrado elecciones autonómicas y está a punto de ponerse en marcha la nueva legislatura en el Parlamento Vasco.

Lo que asumen también desde la formación popular en Euskadi es que la potestad de convocar el congreso sigue siendo de Génova. Y Pablo Casado parece tener otra cosa en la cabeza ahora mismo, no en vano acaba de ajustar la dirección del PP de cara al nuevo curso político al destituir a su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, y al situar en primera línea a dirigentes con un perfil más moderado y proclive al pacto, y con una mayor capacidad de gestión. Cambios todos ellos que se aprobaron hace tan solo dos días en la Junta Directiva Nacional que se celebró de forma telemática y de la que no salió ninguna pista respecto a los futuros congresos regionales. La Junta y los congresos “son dos citas totalmente diferentes, no tienen nada que ver”, recordaban a este medio desde el PP de la CAV.

Lo previsible es, por tanto, que Casado necesite tiempo para que su nuevo equipo, con Cuca Gamarra como portavoz en el Congreso y José Luis Martínez-Almeida como portavoz nacional, adquiera un rodaje. El antecedente más inmediato respecto al PP vasco es que su apuesta por Carlos Iturgaiz como candidato a lehendakari el pasado 12-J se saldó con un resultado adverso, al bajar de nueve a seis parlamentarios, dos de ellos además de Ciudadanos, formación con la que concurrió en coalición. Una consecuencia añadida de su estrategia con las candidaturas ha sido la bicefalia creada entre el duro Iturgaiz, que está al frente del grupo en el Parlamento Vasco, y la moderada Fernández, cercana a Alonso. Todas las miradas se dirigen a ambos como posibles candidatos a presidir el partido, aunque ninguno ha mostrado sus cartas, aunque sea mínimamente. Fuentes cercanas a la presidenta interina confiaron en que los plazos les sean finalmente propicios y aseguraron que “el tiempo pondrá a cada uno en su lugar”.

Por el momento, el mutismo es absoluto en el partido respecto al proceso interno. Amaya Fernández no arrojó ninguna pista al respecto en una rueda de prensa celebrada ayer, tampoco sobre la Junta Nacional de la víspera, y eso que cambió la fecha de su comparecencia y así la misma tuvo lugar después del cónclave estatal. Fernández lo dejó claro desde el principio: iba a repasar la actualidad vasca desde el punto de vista sanitario, educativo y económico. Exhibió, eso sí, un discurso muy duro con el Gobierno Vasco, en consonancia con el que enarbola Pablo Casado contra el gabinete de Pedro Sánchez, con el que rechaza llegar a cualquier tipo de acuerdo. La presidenta del PP vasco acusó al Ejecutivo de Gasteiz de ser “indolente” con la vuelta a las aulas y de provocar “la ruina” del rector hostelero con sus medidas contra el covid-19.

“Vamos a denunciar ante el Ararteko a Educación por su indolencia”

Presidenta del PP de la CAV