- Pablo Iglesias le ha visto las orejas al lobo. Los primeros acuerdos entre PSOE y PP en los dictámenes de la Comisión para la Reconstrucción social y económica que ayer se votaron en el Congreso de los Diputados dejaron en evidencia que Pedro Sánchez está dispuesto a apoyarse si hace falta en los populares y a Ciudadanos para sacar adelante sus grandes apuestas. Y no es descartable que llegado el caso se apoyará en ellos también para aprobar los Presupuestos de 2021, si fallasen sus aliados de la investidura (ERC y PNV). El líder de Unidas Podemos y socio de la coalición de gobierno no las tiene todas consigo y trata de frenarlo antes de que el problema sea irresoluble.

La semana pasada la portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero, animó a Pablo Casado a sumarse a la negociación de los Presupuestos y puso en guardia a Iglesias, que ayer avisó a sus socios que un Ejecutivo en el que esté Unidas Podemos es "incompatible" con pactar cuestiones "trascendentales" de los Presupuestos Generales del Estado con el PP Ciudadanos.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en los Cursos de Verano que organiza la Universidad Complutense en El Escorial, al ser preguntado por el ofrecimiento del Gobierno a estas formaciones a apoyar las cuentas públicas, Iglesias manifestó que es "evidente" que el acuerdo de Presupuestos se tendrá que lograr con la mayoría que hizo posible la investidura del presidente Pedro Sánchez en enero, sobre todo después del acuerdo alcanzando en Europa para repartir los fondos para hacer frente a la crisis del coronavirus, y que garantiza, entre otras cosas, políticas expansivas. "Creo que es evidente que rearmaremos la mayoría de la investidura", enfatizó.

Aunque a renglón seguido apostilló que ve "legítimo" que el PSOE "mantenga conversaciones con las formaciones de la derecha, si bien recalcó que sería "ingenuo" pensar que se podría acabar sellando un acuerdo con estas formaciones, porque no van a apoyar unos Presupuestos diseñados por un Gobierno en el que esté Unidas Podemos.

De sus palabras se desprende que los dictámenes de la comisión para la reconstrucción no son, a su juicio, trascendentales. Iglesias no se ha pronunciado sobre el resultado de esos trabajos parlamentarios que finalizaron ayer en el Congreso de los Diputados con el visto bueno a gran parte de las conclusiones finales. Tras casi un mes de negociaciones para definir las medidas necesaria para revertir la crisis provocada por la pandemia, la Cámara Baja aprobó los dictámenes de tres de los cuatro grupos de trabajo en los que se dividió la comisión: Sanidad, Unión Europea y Reactivación de la economía. No ocurrió lo mismo con el documento relativo a las Políticas sociales que, debido al conflicto con la educación concertada ,no ha logrado los apoyos necesarios. La votación ha supuesto el primer acuerdo entre PSOE y PP en los documentos sobre Sanidad y Unión Europea. En el de reactivación económica, los socialistas se apoyaron en algunos de los partidos de la investidura.El documento salió adelante por tan solo un voto: 169 frente a 168, los que suman PP, Vox, ERC, PNV, Bildu, la CUP, BNG y Foro Asturias, mientras que Junts, Coalición Canaria y UPN se abstuvieron y el resto, incluido Ciudadanos, votó a favor.

El documento sobre medidas sociales fue rechazado por 175 votos frente a 172 votos, siendo el único de los cuatro que no ha salido adelante, aunque el relativo a la reconstrucción económica se ha salvado por tan sólo un voto de diferencia. No es la primera vez que la coalición gubernamental pierde una votación en el Pleno pero las conclusiones de la Comisión de Reconstrucción han vuelto a poner en evidencia su necesidad de sellar pactos a varias bandas para sacar sus propuestas. En esta ocasión Ciudadanos ha sido un aliado fundamental porque ha apoyado todos los documentos, menos el que ha caído.

Además de los pactos ensayados por Sánchez con PP y Ciudadanos en la Comisión de Reconstrucción, otra amenaza latente para Iglesias podría llegar de Europa. Aún es pronto para saber al alcance del fondo europeo de 140.000 millones de euros para el Estado español y si estos esconden la exigencia de recortes o ajustes que obligan a cierto repliegue en políticas sociales. Si así sucediera, sería una test de estrés en toda regla para el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos que pondría a prueba la fortaleza del bipartito de cara a los próximos Presupuestos e incluso de la propia supervivencia de la coalición. El PP espera paciente su hora mientras Sánchez prepara todos los escenarios posibles.