- El jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kiril, y el coronel Azatbet Omurbekov, conocido como el carnicero de Bucha por su supuesta implicación en las matanzas de civiles en esta ciudad ucraniana, figuran en la nueva propuesta de sanciones de la Comisión Europea. Los Estados miembros ya debaten esta propuesta, que incluye una lista en la que figuran decenas de militares presuntamente involucrados en las matanzas de Bucha y en el asedio a la ciudad costera de Mariúpol.

El patriarca ruso, cuyo nombre completo es Vladimir Mikhailovich Gundyayev, ha sido un aliado histórico de Putin y apoyó la agresión rusa a Ucrania durante un sermón en Moscú en el que bendijo la “operación especial para el mantenimiento de la paz rusa” y a los soldados que habían ido a luchar a Ucrania. En el pasado también había descrito la elección de Putin en 2012 como un “milagro de Dios” y al propio mandatario como “el único defensor del cristianismo en el mundo”.

Las sanciones -que los Estados miembros deben dar su visto bueno- afectarían también a familiares de Dmitriy Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, ambos sancionados ya en anteriores rondas. En concreto, a la mujer de Peskov, Tatiana Aleksandrovna, a la hija, Elizaveta Dmitrievna Peskova, y al hijo, Nikolay Dmitriyevich Peskov.

Aleksandrovna “ha estado viviendo un estilo de vida lujoso gracias a las conexiones de su padre” y su hijo Peskov usa la riqueza y el dinero de su padre y, por lo tanto, se beneficia directamente de su estrecha relación” con él, aseguró Bruselas.

En total, Bruselas propuso ayer incluir a 58 individuos y 17 entidades al nuevo paquete de sanciones, que se suman a las dictadas contra 680 individuos y 53 entidades que la UE ha castigado desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, el pasado 24 de febrero.

Las sanciones consisten en la congelación de activos que los individuos y las empresas tengan en la UE y en la prohibición a las personas afectadas de entrar en territorio comunitario.

Por otro lado, la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) lamentó ayer la forma en la que el papa Francisco relató la conversación que sostuvo a mediados de marzo con el patriarca ruso Kiril. “Es lamentable que un mes y medio después de la conversación con el patriarca Kiril, el papa Francisco eligiera una tonalidad errónea para transmitir el contenido de esta conversación”, señaló en un comunicado el Departamento de Relaciones Exteriores de la IOR. Esta circunstancia “no contribuirá a un diálogo constructivo entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa Rusa”, según la nota, publicada en la web de la Iglesia rusa.

En una entrevista con Corriere della Sera, el pontífice negó que el jefe de la Iglesia rusa pueda ayudar a detener la ofensiva rusa en Ucrania, pues en la conversación por videoconferencia que tuvieron “los primeros veinte minutos me leyó todas las justificaciones de la guerra”. “Hablé con Kiril durante 40 minutos en Zoom”, dijo el papa Francisco, quien afirmó haberle dicho al patriarca que “no entendí nada de eso”. “No somos funcionarios, no tenemos que utilizar el lenguaje político, sino el lenguaje de Cristo”, dijo.

Ambos jerarcas, según Francisco, coincidieron en que había que aplazar la reunión entre ambos programada para el 14 de junio en Jerusalén, porque “podría dar una señal ambigua”.

l General Mizintsev. El documento de las sanciones propuesto por la Comisión incorpora también al coronel-general, Mikhail Mizintsev, conocido como “el carnicero de Mariúpol. A sus 59 años es el jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa, creado en 2014 para diseñar las operaciones las militares del país. Íntimo amigo de Putin, se considera que dirigió el sangriento asedio a la ciudad siria de Alepo.