- Al menos 227 personas perdieron la vida a causa del terremoto de magnitud 7,2 que se registró ayer al noreste de Saint-Louis du Sud, en el sur de Haití, según los primeros datos divulgados por el Servicio de Protección Civil del país en una rueda de prensa.

Anteriormente, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, calificó de “dramática” la situación como consecuencia del seísmo, que provocó, según dijo, “varias pérdidas de vidas humanas y materiales” en varios departamentos del país, el más pobre de América.

Henry anunció que el Gobierno decidió declarar el estado de emergencia durante un mes tras esta catástrofe. El mandatario asumió el cargo el pasado 20 de julio, trece días después del asesinato del presidente del país, Jovenel Moise, a manos, según las pesquisas, de un comando de 26 mercenarios que irrumpieron en su residencia privada de Puerto Príncipe.

“Hoy la tierra ha temblado. Tembló especialmente en el sur y en Nippes y causó muchos daños”, dijo. “Los primeros detalles de información nos hacen creer que hay varios heridos, que hay muchos muertos y casas derrumbadas. Ahora hay mucha gente bajo los escombros. Especialmente en hoteles y lugares de culto”, subrayó.

El primer ministro recomendó a la población “no entrar en pánico” y ser “solidaria”, y afirmó que “toda la estructura gubernamental y de protección civil se moviliza” en las zonas afectadas. Asimismo, pidió a la población redoblar “sus esfuerzos y precauciones porque habrá réplicas”. Por su oarte, Claude Prepetit, director general de la Oficina de Minas y Energía (BME), dijo en la rueda de prensa que los departamentos más afectados son el sur y Grand’Anse, severamente afectados en 2016 por el huracán Matthew. El funcionario pidió a la gente que no regrese a sus hogares hasta que no haya una evaluación de las autoridades.

El terremoto se registró a las 08.29 hora local, a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, con un epicentro de 10 kilómetros de profundidad, y a este siguió una réplica de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, también con el epicentro de 10 kilómetros de profundidad.

La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU (NOAA, en inglés) emitió una alerta de tsunami que posteriormente levantó al determinar que ha pasado la amenaza de que se produzca ese fenómeno. La agencia había calculado que dicho tsunami podría alcanzar las costas de Puerto Príncipe, las de la ciudad sureña de Jacmel y las de Jérémie (suroeste).

Sin embargo, no tardó en retirar ese aviso y pidió simplemente mantener la vigilancia por si se produjeran “fluctuaciones menores, de hasta 30 centímetros, sobre y bajo la marea normal” en zonas costeras cercanas al epicentro del seismo en las “próximas horas”.

Esa agencia geológica asignó a este terremoto una alerta roja en su escala de daños humanos, que significa que “es probable que haya un alto número de víctimas y es probable que el desastre afecte a una zona extensa”, indicó en su página web. “En el pasado, otros eventos con este nivel de alerta han requerido una respuesta de nivel nacional o internacional”, advirtió.

En enero de 2010, un terremoto de magnitud 7 en Haití dejó 300.000 muertos, igual cantidad de heridos y 1,5 millones de damnificados.

Tras el desastre, el presidente estadounidense, Joe Biden, autorizó una “respuesta inmediata” de Estados Unidos y nombró a la administradora de Usaid (la agencia estadounidense para el desarrollo), Samantha Power, como la alta funcionaria estadounidense encargada de coordinar este esfuerzo”, señaló.

Asimismo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mostró su “solidaridad” con Haití por el terremoto sufrido al tiempo que ofreció el apoyo de España al país para “salir adelante” después de este “terrible suceso”.