Dos menores, de 13 y 15 años, murieron por disparos de las fuerzas de seguridad en Mandalay (Birmania) durante las últimas operaciones contra manifestantes entre la noche del domingo y el lunes, que dejaron al menos una decena de muertos en total. Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo redadas nocturnas en dos distritos de la ciudad y dispararon contra civiles, incluido un adolescente de 15 años, que recibió un tiro en la cabeza cuando salió del café en el que trabajaba de camarero tras oír el ruido de los disparos. En la imagen, traslado de uno de los heridos.