Con el Ejército desplegado en las calles y tras una larga noche sin internet, los birmanos volvieron a desafiar ayer la creciente represión de los militares y salieron un día más a protestar, mientras la líder electa, Aung San Suu Kyi, continúa arrestada. Cuando se cumplen dos semanas del golpe de Estado, la policía disparó ayer indiscriminadamente con escopetas de aire comprimido en Mandalay, sin que de momento haya cifras de heridos. En la imagen, soldados levantan barricadas durante una protesta frente al Banco Central en Yangon.