- El exmandatario boliviano Evo Morales (2006-2019) cruzó ayer por la mañana la frontera con Bolivia después de casi un año viviendo en Argentina, en un acto que contó con la presencia del presidente argentino, Alberto Fernández.

"No dudaba que íbamos a volver, pero no estaba seguro que iba a ser tan pronto, algo tan histórico y tan inédito, gracias a la unidad del pueblo boliviano y de muchas autoridades y exautoridades del mundo", aseveró Morales desde el puente que conecta la ciudad argentina de La Quiaca con la localidad de Villazón en Bolivia, en donde cientos de personas celebraron su regreso.

De esta forma, Morales pone definitivamente punto y final a su estancia en Argentina, país al cual ingresó en diciembre del año pasado para pedir refugio después de una traumática salida de Bolivia entre acusaciones de "golpe de Estado".

En este sentido, insistió en que su salida se produjo por haber "recuperado los recursos naturales" bolivianos, por haber "nacionalizado los recursos y garantizar la soberanía del Estado". "Ese ha sido nuestro delito", lamentó.

"El golpe fue un golpe a nuestro modelo económico, a nuestros recursos naturales (...) Nuevamente se repite la historia, la lucha permanente por la vida, por la solidaridad, por la democracia", destacó antes de ratificar la importancia de continuar la lucha: "Mientras exista el capitalismo y el imperialismo, la lucha de los pueblos continuará".

Asimismo, Morales hizo balance de sus trece años como presidente de Bolivia, en los que su Gobierno garantizó la "soberanía e independencia de un Estado" y "la dignidad de un pueblo", agregando que ayudará al nuevo Ejecutivo de Luis Arce.

Durante su comparecencia, Morales estuvo acompañado por el presidente argentino, Alberto Fernández, uno de los líderes regionales que estuvo presente en la investidura de Luis Arce como nuevo presidente boliviano este pasado domingo.

El líder indígena continuó hacia la localidad boliviana hasta perderse entre una multitud formada por miles de sus seguidores, quienes lo acompañarán en su camino de regreso hasta Cochabamba.

El regreso de Evo Morales a Bolivia tiene un alto componente simbólico cuando dos días después llegue a Chimoré, la población de la que partió hace un año y que le prepara un recibimiento.

Morales retorna a Bolivia con un nuevo Gobierno de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y con Luis Arce juramentado como presidente del país, con la Administración de transición de Jeanine Áñez ya sin ninguna influencia en el Estado.

El regreso de Morales implica estar al margen de la Presidencia del país que ocupó por casi 14 años.

Durante este año fuera de Bolivia, Morales no dejó de ser el referente político del MAS. El expresidente ha mencionado que ya en Bolivia se dedicará a la formación de nuevos líderes políticos y a la piscicultura en la región cocalera que es, además, su principal bastión político.

Morales todavía tiene que afrontar algunos procesos judiciales pendientes, como el del supuesto fraude electoral del año pasado. Aunque su retorno se produce días después de que un juez le retirara una orden de aprehensión en un proceso por supuestos delitos como terrorismo y sedición.

Primer presidente indígena. De 61 años, entró en política en 1997 como diputado y en 2006 se convirtió en el primer presidente indígena, de origen aimara en Bolivia, país que gobernó hasta 2019.

Fin a la "dictadura". Ha puesto pie en suelo boliviano un día después de que Luis Arce fuera investido presidente en sustitución de Jeanine Áñez, Gobierno considerado por Morales una "dictadura".