Cómo reducir la tasa de desempleo juvenil, mejorar la inserción laboral de los estudiantes y atraer talento en el territorio alavés y en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca son algunos de los retos a los que se enfrenta la sociedad vasca. El futuro de los jóvenes, pero también el de las empresas.
Sobre ello reflexionaron este pasado jueves, durante el encuentro sobre Formación Dual celebrado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Nicolás Sagarzazu (director de Planificación y Organización de la FP del Gobierno Vasco), Adolfo Morais (viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno Vasco), Irene Cuesta (directora de Formación Continua y Dual de la Universidad de Deusto), Miren Bilbao (gerente del Parque Tecnológico de Álava), Xabier López de Santiago (director de Formación Profesional de EGIBIDE y Representante de HETEL en Araba) y Jon Altuna Iraola (vicerrector académico de Mondragon Unibertsitatea).
El encuentro fue moderado por el periodista y asesor de comunicación Aitor Buendia. Junto a estas líneas se detalla y se comparte un resumen de lo que aconteció durante aquella cita celebrada en el Parque Tecnológico de Álava.
Aprender a través del trabajo, y no al revés, trabajar aprendiendo. Cada vez son más los estudiantes que optan por la Formación Dual para encontrar con mayor facilidad un empleo tras finalizar sus estudios. Pero si los estudios convencionales se postulan como una buena alternativa para escapar del desempleo juvenil, lo cierto es que la modalidad dual gana terreno e impulsa con más fuerza la inserción laboral de los jóvenes.
¿Qué diferencia la Formación Dual de los estudios convencionales? Especialmente la implicación y dedicación que invierten las empresas en los estudiantes para contribuir en la formación de la manera más práctica posible. Así, mientras en la Formación Profesional el alumnado cursa todas sus asignaturas en el centro educativo para, al terminar, realizar un pequeño periodo de prácticas de verano, en la Formación Dual se realiza un régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa. En estos casos, el tutor del centro acuerda con el tutor de la empresa un programa formativo y entre los dos controlan, ayudan, forman y evalúan al alumno. De esta manera, el estudiante aprende mientras trabaja y desempeña su futura profesión mientras logra profundizar en el conocimiento y garantizar las competencias.
Esta modalidad beneficia en prácticamente todos los aspectos al estudiante. Logra aprender de manera más dinámica, poniendo a prueba su profesión desde el primer curso de formación, y también lo especializa en una empresa dedicada a su sector. No obstante, cabe destacar que en este tipo de modalidad la empresa no sustituye al centro, en ningún caso. Siempre será el centro formativo el que se haga responsable de la programación, así como de diseñar y realizar el plan de seguimiento y el sistema de evaluación del alumno. Aun así, tanto la programación como la planificación son decididos de manera conjunta por el centro y la empresa. En todos los casos, los puestos de trabajo deben ser acordes al perfil profesional del título.
Según concretó durante el encuentro Nicolás Sagarzazu, director de Planificación y Organización de la FP del Gobierno Vasco, la Formación Dual es un camino de no retorno: "Ha venido para quedarse y en Euskadi se le está dando un impulso importantísimo". De hecho, y en esta misma línea, Irene Cuesta -de la Universidad de Deusto- también defendió que la Comunidad Autónoma Vasca se encuentra en un buen momento, pese a la incertidumbre: "Ahora mismo estamos viviendo un buen momento porque ya nadie discute que la Formación Dual tenga sentido pleno. Se discute cuándo, cómo y cómo vamos a más. Es un buen momento para esta modalidad, y hay que aprovecharlo".
Esta modalidad educativa también se enfrenta, no obstante, a un hándicap importante. A la hora de decantarse por este camino, son muchas las familias que se cuestionan si sus hijos serán capaces de poder trabajar en la empresa y, simultáneamente, estudiar para preparar los exámenes de la formación.
En este sentido, Jon Altuna Iraola -Mondragon Unibertsitatea- relaja esta tensión y asegura que esta modalidad ayuda a desarrollar la autoorganización de los alumnos. "A los estudiantes les aporta mucho más. Yo creo que el debate de la posible distracción que les puede aportar a los estudiantes no tiene fundamento ninguno, porque se está viendo que los estudiantes aprenden a autoorganizarse, planifican muchísimo mejor su formación y la formación en sí es mucho más importante", concluye en su valoración el Vicerrector Académico de Mondragon Unibertsitatea.
Más allá de las prácticas
La Formación Dual va mucho más allá de las prácticas convencionales donde el estudiante, una vez finalizado el ciclo educativo, comienza durante tres meses su periodo de aprendizaje en la empresa. Según valoraron en el encuentro, esta modalidad "va mucho más allá de las prácticas".
"Las prácticas formativas tienen un papel todavía fundamental en muchísimas organizaciones educativas. Pero la modalidad dual es ir mucho más allá; se adquiere un compromiso mayor por parte de las dos organizaciones, desde nuestros propios centros educativos, pero también desde las empresas que acogen a tantos estudiantes", calificó Irene Cuesta. Añadió, en este mismo sentido, que es un proceso "más intensivo" que requiere de un gran esfuerzo tanto por parte del estudiante como de la empresa y el centro educativo. "Se trata de un aprendizaje que deja huella", concretó.
Adolfo Morais opinó similar, pero añadió que es esta modalidad aporta conocimientos de manera real, no solo basándose en la teoría. "Al estudiante se le traslada un conocimiento académico complementándolo con un conocimiento de la empresa. Y esto es una particularidad muy importante en la Formación Dual frente a las prácticas", explicó. "De esta manera, el estudiante sí percibe una cercanía tanto en la rama académica como en lo referente a su profesión de futuro", añadió. Hay estudios que desde el primer año son compatibles con este tipo de modalidad y desde el Gobierno Vasco pretenden que en los próximos años se amplíe la oferta educativa en la modalidad dual para todas las familias interesadas.Formación especializada para los futuros profesionales
Aprender desde el inicio de la formación de la mano de una empresa ayuda a la especialización del futuro profesional y también a la captación de talentos en la empresa. Crea un vínculo entre el estudiante y el equipo de la empresa que beneficia a ambas partes de igual manera. La modalidad une talento con futuro: los alumnos buscan futuro y muchas empresas con futuro buscan talento. "Se pone el foco en la persona para promover y fomentar el talento. Esto ayuda a la especialización y a promover ese talento", explica Miren Bilbao. "Las empresas de los parques están trabajando en el futuro y nos estamos dando cuenta que los perfiles y motivaciones han cambiado mucho, que el salario es importante pero ya no es lo único que mueve. A los jóvenes les mueve el proyecto, que les aporte, y ahí también tenemos un reto con las empresas. Como marcas empleadoras tienen que desplegar estrategias para atraer y lograr retener ese talento", concluye.
Atraer talento
Formar a los estudiantes, ayudarles a su proceso y evolución educativa y hacerlo, además, de una manera práctica y real para que aprendan en el día a día a desempeñar labores en su sector y futura profesión no es tarea fácil. Requiere de mucha dedicación, horas, tiempo, paciencia y mimo de las empresas que se vuelcan con el aprendizaje del alumno. Pero también recompensa a la empresa que logra especializar a un alumno.
Y es que captar profesionalidad y talento tampoco es sencillo. Según los datos del Gobierno Vasco ofrecidos por el viceconsejero de Universidades e Investigación, Adolfo Morais, cerca de 600 empresas en el ámbito universitario son "muy conscientes" de que tienen que involucrarse en este proceso de formación previa a la incorporación como procesionales en su ámbito laboral. "Se incorporan en la empresa de manera temprana y esto aporta muchas ventajas", asegura.
Desde el Departamento de Educación se enfrentan también a un reto: unir los retos de Formación Profesional con los retos universitarios "que durante mucho tiempo han estado mirándose de espaldas, no se veían. Ambas estrategias persiguen los mismos objetivos y están dirigidos a un colectivo muy amplio". Según sus datos, actualmente son cerca de 100.000 los jóvenes que se están especializando en alguna formación o universidad en el territorio alavés, vizcaíno o guipuzcoano.
Estrategias nuevas
En 2017 el Departamento de Educación planteó la primera estrategia Universidad-Empresas. En ese momento se planteaban un número de titulaciones pequeño, aunque por entonces, ambicioso: 25. "Estamos en 47 titulaciones universitarias que requieren un proceso muy largo para su acreditación para la Formación Dual. Este año, en el año 2022, cumplimos cinco años, y vamos a presentar la segunda estrategia Universidad-Empresas con una cuestión muy clara: la vamos a ligar a otra estrategia de internacionalización del sistema universitario vasco que aspira precisamente también a ser un motor para la atracción de talento a Euskadi ya sea en la internalización que llamamos en casa, es decir, haciendo titulaciones propias aquí que atraigan talento, ya sea expandiendo nuestra labor, para atraer talento en el ámbito internacional", explica Adolfo Morais.
En este mismo sentido, Xabier López de Santiago -director de Formación Profesional de Egibide y Representante de HETEL en Araba- asegura que, tanto en universidades como en Formación Profesional, el camino a seguir es con la estrecha colaboración entre empresas y centros educativos: "Hemos estado mucho tiempo de espaldas como dos mundos que no tenían un contacto real y tiene que cambiar y nosotros lo vimos como una línea de estratégica clara a trabajar".