Un vecino de Azagra, en Navarra, fue detenido por la Policía Local de Calahorra la madrugada del domingo al lunes después de atravesar una céntrica calle de la localidad riojana a más de 100 kilómetros por hora, llevarse por delante varios metros de valla que protegen la acera y arrojar luego un resultado positivo en el control de alcoholemia en la pasada madrugada.
El navarro conducía un todoterreno, que quedó inutilizado en mitad de la vía con un importante golpe en su parte frontal, fue arrestado y se le retiró de inmediato el permiso de conducir.
El hombre había accedido a Calahorra a través de la calle Mediavilla a 102 kilómetros por hora, y fue detectado y fotografiado por el radar de control de velocidad instalado en dicha calle.
Según informó el ayuntamiento riojano, dos segundos más tarde se salía de la calzada en la curva colisionando de forma aparatosa contra las vallas junto al Colegio Teresianas, causando grandes desperfectos en el mobiliario urbano y en el propio vehículo.
El Consistorio añadió que este accidente podría haber supuesto graves consecuencias para cualquier peatón que se hubiera encontrado en las inmediaciones de dicha calle, de no haberse producido en mitad de la noche, ya que circular a más de 50 kilómetros por hora dentro de una ciudad, supone que una colisión contra cualquier persona puede ocasionarle la muerte.
Por ello el Ayuntamiento de Calahorra, en el interés de la salvaguarda de las personas, ha instalado un radar en dicha calle, gracias al cual, este individuo va a poder ser acusado de la comisión de un delito por exceso de velocidad con el agravante de haber causado por ello un accidente de circulación con daños materiales.
Gracias al registro del radar se ha podido registrar la velocidad a la que circulaba y por tanto certificar la comisión de este delito. Un delito, que aparte de su correspondiente sanción económica, también supone la retirada del carnet de conducir al infractor por un plazo mínimo de 12 meses.
Una vez detenido, el infractor fue sometido a un test de alcoholemia, en el que arrojó un resultado positivo, por lo que al primer delito se le añadirá un segundo por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas causando un accidente de tráfico.
El conductor será responsable del pago de los desperfectos causados al mobiliario y arbolado urbano de la ciudad, valorados por los servicios técnicos municipales en 3.750 euros.