Hogares y empresas claman al cielo por los "inasumibles" costes de la energía. Da igual el tipo de contrato: regulado, libre, tarifa plana o con discriminación horaria; ya nadie se libra. Nada es lo que era hace apenas dos meses y la última factura energética nos ha sacado definitivamente del letargo a todos. Más de 300 euros de calefacción en dos meses y prácticamente 100 de luz en un solo mes para muchos hogares, mientras el tejido industrial pide que se actúe ya para frenar el desproporcional encarecimiento provocado por la invasión de Rusia en Ucrania. Los precios se les han multiplicado "por tres", dicen.

"En nuestra empresa, solo con la luz, hemos pasado de 1.000 a 3.000 euros al mes", reconoce el gerente de una pyme vasca. La evolución es lo peor y amenaza la viabilidad de cientos de pequeños comercios. Ya son multitud los que piden al Gobierno que actúe, incluida la organización de consumidores OCU. Reclaman medidas urgentes mediante la fiscalidad, a la espera de que Europa pueda maniobrar y desmontar el complejo algoritmo que determina el precio de la energía en función de la energía más cara empleada en el denominado mix energético. La situación es "insostenible", sostienen.

Empezamos por las familias y tomamos como referencia una factura de un hogar, un piso de 80 metros cuadrados en el que reside un matrimonio con dos hijos menores a su cuenta. Una familia entre tantas, que comparte sus penas energéticas: "He pagado 455 euros en la última factura energética", reconoce el padre de familia. Se trata de un contrato de electricidad y gas, sin discriminación horaria y en el mercado libre. "El mismo consumo en las mismas fechas del año pasado me costó 270 euros". Hoy paga un 70% más.

La supercuesta de enero empezó sin que miles de hogares se diesen cuenta apenas, mientras los contadores de la luz y el gas hacían su trabajo: contar el consumo, el mismo consumo que otros años, que otras veces, pero a precios en torno a un 75% más altos de un día para otro, para aquellos que han visto como se les actualizaba el precio el 1 de enero, como el caso citado.

Un golpe insospechado, pese a las advertencias. En marzo de 2019 no había ni rastro de pandemia en el mundo y las actualizaciones de las tarifas energéticas, mínimas o inexistentes, pasaban desapercibidas para una inmensa mayoría de familias guipuzcoanas. Entonces, una factura de invierno, a 0,11 euros el kwh de electricidad y 0,05 para el gas, salía cara, pero nada parecido a lo de hoy en día.

Cuesta de enero

La factura no admite dudas. Esta familia ha pagado cada día de enero un total de 8,86 euros por consumo de luz y gas. Casi nueve euros al día por mantener la casa funcionando. Una auténtica barbaridad", reconocen.

"Nos han dicho que teníamos una actualización trimestral del precio y la actualización del 1 de enero ha sido una pasada", asegura esta familia. Al analizar su factura, comprobamos que la electricidad consumida a partir del nuevo año es exactamente un 75% más caro que la del día anterior: de 0,18 a 0,32 euros por kwh consumido; y el gas un 78,4% más caro, de 0,06 a 0,011. Hace exactamente un año pagaban 0,04 en vez de 0,11 por el gas y 0,12 en vez de 0,32 por la electricidad. El kilovatio hora multiplicado por tres en doce meses.

El caso analizado no es una excepción. Facturas bimensuales de entre los 250, 300 y hasta 400 euros y más, en miles y miles de hogares; solo por dar paso al gas argelino, ni siquiera ruso, en los radiadores de nuestro sistema de calefacción. Y ya 80 o 90 euros al mes por la electricidad, lejos de los 50 que aún logran mantener unos pocos. Todo en un tris. De la noche a la mañana; y las previsiones son peores. "Nuestra compañía nos ha dicho que la actualización del 1 de abril se prevé aún peor y nos ha ofrecido mantener el precio durante año y una pequeña rebaja en el kwh de luz, de 0,32 a 0,27", pero en septiembre pagábamos 0,16".

No hay escapatoria. El margen de maniobra es escaso, comenta esta familia guipuzcoana. "Hace unos meses, cuando empezó todo el revuelo con el tema de la luz, y los precios, consulté ofertas y me di cuenta de que no tenía malos precios. Hasta hace nada, otra compañía de la competencia me ofrecía el kwh a 0,18, en el mismo tipo de contrato que tengo yo, con una potencia de 4,6 Kw. Pero la misma compañía que en diciembre me ofrecía esos 0,18, esta misma semana me ofrece 0,24 durante un año y 0,29 después. Con el gas, peor aún, 0,14 el primer año y luego 0,17", explican.

"Lo mejor, por decirte algo, es que es un precio garantizado y que sabes que al menos no te va a subir más durante un año, porque a este paso, con lo de Ucrania, no sé hasta dónde pueden llegar los precios. Yo me pregunto, ¿cuántas familias pueden pagar 150 o 200 euros o más al mes de energía?

Empresas y materias primas

Las empresas también sufren. La factura energética se ha multiplicado por tres en la mayoría de los casos, por cuatro y hasta por cinco y seis en situaciones excepcionales, de compañías con elevados consumos de energía. "Hemos pasado de 1.000 a 3.000 euros", asegura el gerente de una pyme del sector metalúrgico. Y gracias que nosotros no consumimos mucha luz".

Nos muestra la factura de una de sus tres naves: de los 467 euros abonados por la factura de la luz en mayo de 2021, ha pasado a los 1.279 en la última factura. Los precios están locos y no solo los de la energía. "Todo se ha disparado", asegura.

En otra empresa cercana, uno de los propietarios asegura que "por suerte, nosotros trabajamos en otras empresas como subcontrata, y la factura de la luz la pagan esas empresas, pero te puedo decir que todas las semanas el tema de conversación es el mismo y sé de casos que ya en el último año ha pagado cuatro veces más".

Pero no es solo la energía, son también las materias primas, ya sea acero, caucho, níquel o "lo que sea", admiten. "A mí lo que más me está preocupando y más me fastidia", asegura el gerente de una de estas empresas, es que aceptas un presupuesto para medio año, y luego tienes que ir donde el cliente y ponerte de rodillas para que entienda que sale más caro, y si no, asumir que vas a palmar pasta. Los proveedores ya no te dan precios ni para una semana, porque cada día cambia todo. Lo que más nos ha subido es el gas de soldadura y los consumibles del hierro. El hierro pagábamos a 0,75 y ahora está a 1,35", lamenta.

También están sufriendo mucho cientos, miles, de establecimientos comerciales: bares, tiendas de alimentación, pequeños comercios que han pasado de pagar 500 a 1.000 euros en muy poco tiempo y se plantean cuánto tiempo más pueden aguantar así y qué pasará si los precios siguen al alza.

En el caso de las grandes empresas, las cantidades pueden llegar a ser escalofriantes, según reconoció ayer el gerente del grupo cooperativo Orkli, Aitor Goñi, en el programa Faktoria de Euskadi Irratia. Esta firma vasca ha pasado de pagar dos millones de euros de energía al año a una previsión de 10 o 12 este año si se mantienen las previsiones y no cambia la situación.

Pero además, confirmó Goñi "todos nuestros proveedores están pidiendo mejoras de precios". Esta "hiperinflación", aseguran, comenzó ya en mayo, pero ahora se ha disparado con la invasión de Rusia a Ucrania.