Mosul (Irak) - Los yazidíes conmemoraron ayer el quinto aniversario del día en que el Estado Islámico (EI) entró en Sinyar, en el norte de Irak, y empezó una pesadilla que aún está lejos de terminar. Desde ayer, todos los 3 de agosto serán el día del recuerdo del genocidio yazidí en el Kurdistán iraquí después de que el Parlamento regional aprobara una resolución de reconocimiento para esta comunidad étnico religiosa que vive en el territorio kurdo desde 2.000 años antes de Jesucristo. Ha sido uno de los gestos en un día en que el presidente de Irak, Barham Saleh, pidió a la comunidad internacional juzgar a los miembros del Estado Islámico por los crímenes contra los yazidíes y reclamó ayuda para encontrar a los miembros de esa comunidad aún desaparecidos. “Pedimos a la comunidad internacional que juzgue a las bandas del Estado Islámico por los crímenes que han cometido en Irak y especialmente a las que llegan al nivel de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio”, indicó Saleh en un comunicado de la Presidencia iraquí.
El presidente iraquí también pidió intensificar los esfuerzos para revelar el destino de miles de mujeres yazidíes todavía desaparecidas tras ser secuestradas por el EI.
El 3 de agosto de 2014 el Estado Islámico entró en la comarca de Sinyar para tomar el control de la zona provocando una masacre en la que murieron miles de hombres de la comunidad yazidí. El ataque llevó a decenas de miles de yazidíes a huir. Muchos perecieron en montes cercanos de hambre y sed.
Otros han vivido años de horror. Unos 6.500 fueron secuestrados, entre ellos 3.548 niñas y mujeres que fueron condenadas a servir como esclavas sexuales.
Según datos del Gobierno del Kurdistán iraquí difundidos esta semana, 2.908 yazidíes, entre ellos 1.323 mujeres, siguen desaparecidos.
“Hoy conmemoramos el quinto aniversario de la masacre de los yazidíes perpetrada por las bandas terroristas del Estado Islámico, considerado uno de los peores crímenes en la historia de la humanidad”, dijo Saleh al recordar un crimen calificado como genocidio por el Consejo de Seguridad de la ONU.
ley de supervivientes El presidente iraquí llamó también a los miembros del Parlamento iraquí a que aceleren el trámite de la Ley de mujeres supervivientes yazidíes, que fue preparada por la Presidencia y enviada al Parlamento el 28 de marzo para garantizar los derechos de la mujeres de esta comunidad y la indemnización a las supervivientes. Todavía en los alrededores de la comarca de Sinyar hay miles de miembros del EI, a pesar de que el Gobierno iraquí dio por derrotado al grupo terrorista en 2017.
Ayer en Sinyar las fuerzas de seguridad establecieron un operativo especial con el fin de evitar que se pudiera producir ningún incidente, según indicó el comandante de la policía de la ciudad, el coronel Marwan al Yaburi.
No hubo grandes celebraciones en la ciudad. El Partido Nacional Progresista Yazidí organizó una ceremonia a la que asistieron cientos de personas, entre habitantes, comandantes de seguridad y varios representantes de la sociedad civil y de ONG de derechos humanos, informó el presidente del partido, Said Batush Qora.
Qora destacó que la ceremonia tenía el objetivo de recordar al Gobierno, a la ONU y al mundo el día en que hace cinco años se produjo el inicio de la pesadilla y lo mucho que falta por hacer.
El viernes, en una tradicional celebración religiosa yazidí, el nuevo jefe espiritual de la comunidad. Mir Hazim Tahsin Beg, pidió igualmente más apoyo a las autoridades.
El presidente de Kurdistán, Nechirvan Barzani, también expresó ayer su lamento y recuerdo por la víctimas del genocidio de los yazidíes. “No descansaremos hasta que acabemos con el terrorismo y devolvamos las víctimas secuestradas”, indicó en un comunicado.