Gasteiz - Desde ayer, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, tiene a disposición de toda la ciudadanía en su sede de Bilbao las fichas individualizadas de 19.998 víctimas mortales de la Guerra Civil y los primeros años de represión franquista. La base de datos es fruto de un exhaustivo trabajo de investigación en todo tipo de archivos, desde los eclesiásticos a los municipales, pasando por los provinciales, carcelarios, militares y registros civiles, e incorpora además la calificación jurídica en el ámbito del derecho internacional de cada muerte, si encaja en sus tipos penales.
El trabajo, multidisciplinar y realizado por la Secretaría para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco, el instituto Gogora, la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la UPV y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, contiene dos novedades principales con respecto a investigaciones similares realizadas con anterioridad en comunidades como Andalucía, Asturias o Navarra.
Así, además de incorporar posibles tipos penales recogidos en el Derecho Internacional, incluye también a los fallecidos en combate del bando sublevado y a los muertos causados por los republicanos fuera del frente, muertes éstas últimas que no encajan, explicó el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, en los parámetros de los crímenes de lesa humanidad que sí se aplican a las víctimas de la Guerra y el franquismo asesinadas en la retaguardia. “Esto no quiere decir -puntualizó- que el bando republicano no cometiera violaciones de los derechos humanos”.
Jonan Fernández explicó al respecto que la adjudicación de crímenes de lesa humanidad a los asesinatos de la Guerra Civil se basa en tres criterios; la gravedad de los hechos, el carácter sistemático de los mismos y su alcance masivo, y toman como referencia el artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
En total, Gogora ha recopilado en fichas individualizadas 1.363 fallecidos en bombardeos, 247 por daños colaterales, 1.130 ejecuciones extrajudiciales, 895 ejecuciones sumarísimas, 2.252 muertos en prisión, 6.767 gudaris y milicianos muertos en combate, 5.479 combatientes del bando sublevado, 955 muertos causados por los republicanos en acción no combatiente y otros 910 sin clasificar, que suman las citadas 19.998 víctimas. Casi un millar, 998, corresponden a mujeres y 18.958 a hombres, y sobre las 42 restantes no ha sido posible determinar el género. Además, 698 víctimas recogidas en las fichas no han podido ser identificadas.
vascos muertos fuera de euskadi En todo caso, subrayaban ayer Fernández y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, esos casi 20.000 muertos “son la cifra que podemos ofrecer a día de hoy”, y por ello la investigación sigue viva y se cuenta con ampliarla. Hay muchos casos de personas de origen vasco fallecidas fuera de Euskadi sin documentar, resta acceder a las inscripciones tardías en registros civiles realizadas en los años setenta y ochenta, y hay casos de víctimas no inscritas, de las que ya se han recopilado 470 gracias a fuentes orales y familiares, pero que pueden ser muchas más.
Por eso, ayer Fernández y Ezenarro hicieron un llamamiento a allegados de muertos y desaparecidos en la Guerra Civil y la inmediata posguerra para que se pongan en contacto con Gogora y aporten la información de la que dispongan.
A pesar de esas carencias que presenta el informe pese a su exhaustividad, el estudio Víctimas mortales durante la Guerra Civil y el primer franquismo (1936-1945), primera fase de un estudio más amplio sobre Vulneraciones de Derechos Fundamentales entre 1936-1978, se mueve “en números cercanos ya al balance final”, dijo Ezenarro.
Ya hace años, en todo caso, que el Gobierno Vasco trabaja en este ámbito de las víctimas de la Guerra, aunque no de manera sistematizada. Así, desde 2003 el Ejecutivo realizar informes individualizados a petición de las familias que así lo solicitan. Además, añadió Ezenarro, más de 250 familias han solicitado realizar pruebas de ADN para identificar restos aparecidos en fosas por todo Euskadi. La directora de Gogora recordó al respecto que un tercio de los 106 cadáveres exhumados hasta la fecha no ha podido ser identificados.
Las fichas de la base de datos presentada ayer dan fe de esas pruebas de ADN en el caso de que se hayan efectuado, así como de la información que las instituciones han ido recopilando en cada caso en otras actuaciones relacionadas como exhumaciones, los citados informes individualizados solicitados por allegados y otras investigaciones. Además cuentan con datos personales de los fallecidos, como el nombre, lugar de la muerte y del enterramiento, y las fuentes archivísticas o bibliográficas de donde se han extraído. Asimismo, si existen, figuran en las fichas procesos judiciales, sentencias o expedientes carcelarios referentes a las víctimas. En 8.000 casos no se ha podido documentar el lugar de enterramiento, “lo que no significa que estén desaparecidos”, señaló Ezenarro. Suelen ser, detalló, muertos en combate, “muchos fuera de Euskadi”, cuyas familias sí pueden saber dónde están sus restos, aunque dicha información no haya llegado a Gogora.
Por otro lado, la directora del Instituto de la Memoria explicó que por el momento no se va a colgar en Internet la base de datos y que para consultarla habrá que acudir a su sede, en cuya biblioteca familiares, investigadores y público en general podrán acceder a las fichas.
ilp por la memoria Por otro lado, la plataforma vasca contra los crímenes del franquismo registró ayer en el Parlamento Vasco una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para una Ley de Memoria Histórica en Euskadi, informa Efe. Este colectivo motiva la presentación de la iniciativa en que, a diferencia de otras comunidades como Navarra, Andalucía y Extremadura, Euskadi no cuenta con una ley propia sobre esta materia y en que es necesario que Gogora, “tenga un marco jurídico que conlleve el respeto y cumplimiento de sus trabajos”.
Interinstitucional. El informe ‘Víctimas mortales durante la Guerra Civil y el primer franquismo (1936-1945)’ ha sido elaborado mediante un convenio suscrito entre la Secretaría para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV/EHU y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. El estudio constituye la primera fase del Informe de vulneraciones de derechos fundamentales entre 1936-1978.
20.000 muertos. Los resultados obtenidos se han volcado en una base de datos que contiene un total de 19.998 fichas de víctimas mortales, de las cuales 698 no están identificadas. De esas 19.998 fichas incluidas en la base datos, 998 corresponden a mujeres y 18.958 a hombres. Sobre las 42 restantes, no ha sido posible determinar el género.
La base de datos. Las fichas recogen los datos personales disponibles de las víctimas, la causa del fallecimiento y las fuentes archivísticas y/o bibliográficas de donde se han extraído, así como la información que las instituciones han ido recopilando en cada caso en otras actuaciones relacionadas como exhumaciones, informes individualizados solicitados por allegados, recogida de ADN a familiares y otras investigaciones.
Doble perspectiva. La investigación ha combinado la perspectiva histórica con la perspectiva internacional de los derechos humanos, cruzando las categorías históricas con las del Derecho Penal Internacional. De este modo, los datos históricos sobre el número de víctimas producidas se acompañan de la calificación que el derecho penal internacional otorga a la causa de la muerte, siempre que esta causa tenga reflejo en el derecho internacional de los derechos humanos. Las víctimas mortales causadas en combate, por ejemplo, no tienen calificación en el derecho penal internacional.
Metodología. Se ha realizado una investigación exhaustiva de registros civiles, libros de defunción parroquiales y libros de cementerios en Euskadi. Estos datos se han cruzado con otras fuentes archivísticas, con las investigaciones locales y con testimonios de familiares.
Una investigación viva. Los resultados del estudio son provisionales, pues quedan por localizar muchos casos de personas de origen vasco que fallecieron durante la Guerra Civil fuera de Euskadi. Además, existen inscripciones tardías en los registros civiles a los que no ha sido posible acceder, y por otro lado muchas víctimas mortales no fueron inscritas en ningún registro archivístico, sobre todo en el caso de los ejecutados y combatientes del lado republicano.
Llamamiento. Este vacío documental solo se puede solventar por medio de fuentes orales y familiares, y por ello el Gobierno Vasco hace un llamamiento a colaborar a las familias de víctimas que puedan ofrecer datos sobre allegados que murieron en la Guerra Civil.
Crímenes de lesa humanidad
Bombardeos1.363
Daños colaterales247
Ejecuciones extrajudiciales1.130
Ejecuciones sumarísimas895
Muertos en prisión2.252
Ajenos al Derecho Internacional
Gudaris muertos en combate6.767
Sublevados muertos en combate5.479
Muertes en la retaguardia republicana955
Sin clasificar910