Bermeo - La amenaza pirata sobre la flota de atuneros congeladores vascos que faena en aguas del Índico se mantiene latente como demuestra el ataque perpetrado contra el pesquero bermeano Txori Argi cuando faenaba en aguas internacionales, fuera de la Zona Económica Exclusiva de Somalia, a unas 280 millas náuticas de la costa oriental africana, según confirmó la Fuerza Naval de la Unión Europea.

El incidente se produjo a primera hora de la mañana del pasado domingo cuando el pesquero de bandera coreana Adria alertó de que estaba siendo perseguido por varios esquifes piratas. Pocos minutos más tarde, desde el Txori Argi, de la empresa armadora bermeana Inpesca, avistaron dos pequeñas embarcaciones que rápidamente se acercaron al pesquero vasco. Inmediatamente, el capitán de la embarcación puso en marcha el protocolo establecido en casos de ataque pirata y la tripulación corrió a refugiarse a la zona más segura del pesquero al tiempo que los agentes de seguridad privada del atunero se prepararon para repeler la agresión.

Pocos minutos después de iniciarse la persecución uno de los esquifes quedó fuera de combate, presumiblemente a causa de una avería mecánica. La otra lancha, sin embargo, perseveró en su intento por alcanzar al atunero bermeano y a unas dos millas de distancia uno de los piratas abrió fuego con un lanzagranadas. Afortunadamente, el proyectil no llegó a impactar contra el pesquero vasco y terminó en el agua.

Disparos disuasorios La respuesta de los agentes de seguridad privada no se hizo esperar y abrieron fuego a la proa del esquife perseguidor, conminando a sus tripulantes a abandonar la persecución. La maniobra disuasoria surtió el efecto deseado y los piratas se dieron a la fuga sin que se produjeran nuevos incidentes. El Txori Argi abandonó la zona donde se registró el ataque y reanudó la actividad pesquera con normalidad. Se trata de la segunda ocasión en la que este pesquero bermeano repele un ataque pirata. En marzo de 2010 fue atacado a ochenta millas de las islas Seychelles.

Según refiere la Operación Atalanta, fuerza naval lanzada por la Unión Europea en 2008 para luchar contra la piratería en el Índico, los esquifes desde donde se perpetraron los ataques contra el Txori Argi y el Adria partieron desde un buque nodriza, un dhow (pesquero) yemení secuestrado por hombres armados el pasado día 19 en aguas de la costa central de Somalia. EU Navfor envió a la zona dos aeronaves de reconocimiento y la fragata de la armada española Navarra zarpó desde el puerto de Monbasa, en la vecina Kenia, para tratar de interceptar a los autores de los ataques. El dispositivo desplegado culminó con la localización el martes del pesquero yemení Al Azham, que remolcaba varios esquifes con rumbo hacia una zona de la costa de Somalia donde se ubican campamentos piratas. Finalmente, un equipo de Guerra Naval Especial procedió al abordaje del buque y, tras detener a cinco presuntos piratas, liberó a los 23 miembros de la tripulación que permanecían retenidos.

Estos ataques contra pesqueros se producen tras un largo periodo de tranquilidad en aguas del Índico. El último incidente reseñable se produjo en octubre del año pasado cuando el buque de transporte de mercancías Sidney repelió un intento de secuestro a 340 millas de las costas de Somalia. “Esperemos que sea un incidente puntual y los piratas no vuelvan a la carga aprovechando la época de buen tiempo en la mar”, aseguran desde el sector atunero vasco.

El ataque. El incidente se produjo a primeras horas del domingo, a unas 280 millas de la costa oriental africana. El pesquero coreano ‘Adria’ alertó de que era atacado y al poco tiempo el ‘Txori Argi’ avistó los esquifes.

Granada. Los arrantzales se refugiaron un la zona segura del barco y el atunero emprendió la huida. Un esquife se averió pero otro se acercó a dos millas.

Fuentes del sector atunero dijeron que esperan “que se trate de un incidente puntual y los piratas no vuelvan a la carga”.