Bruselas - Lyra Mckee, una joven periodista y escritora norirlandesa, fue asesinada el pasado jueves en Derry (Irlanda del Norte). Su nombre eleva a cuatro la cifra de periodistas que han muerto asesinados en el último año y medio en territorio de la Unión Europea. Esta semana, el grupo paramilitar Nuevo IRA se ha responsabilizado de la muerte de Mckee, reavivando un conflicto que en los últimos meses parece poner contra las cuerdas más de 20 años de paz en la frontera irlandesa.

“La noche del jueves, tras una incursión que provocó disturbios en el distrito de Creggan por parte de fuerzas de la corona británica fuertemente armadas, el IRA desplegó a sus voluntarios para participar”. Así comienza el breve comunicado que emitía el Nuevo IRA y en el que se responsabiliza por la muerte de Lyra Mckee. “En el curso del ataque al enemigo, Lyra Mckee fue trágicamente asesinada mientras permanecía junto a las fuerzas enemigas”, reza el comunicado que el grupo armado hizo llegar ayer martes al diario con sede en Belfast The Irish News. En ese mismo escrito, los miembros del IRA ofrecen “sus completas y sinceras disculpas a la pareja, familia y amigos de Lyra Mckee por su muerte”. La joven periodista y escritora de 29 años estaba especializada en el postconflicto norirlandés y su generación perdida, aquellos niños nacidos y criados durante los últimos años de The Troubles (Los Problemas, nombre con el que se conocía al conflicto norirlandés en la isla de Irlanda) y entre los que ella misma se encontraba.

Mckee se había trasladado aquella misma noche al distrito de Creggan, en la ciudad de Derry, para seguir unos altercados derivados de una incursión de la policía británica en este barrio de mayoría católica. La reacción de los militantes del Nuevo IRA fue responder con piedras y pequeños artefactos explosivos contra la policía. La periodista, situada cerca de un vehículo policial, recibió un disparo y falleció momentos más tarde en un hospital de Derry.

“Estoy conmocionada y entristecida por las trágicas noticias”, expresó horas después Michelle O’Neill, vicepresidenta del Sinn Féin, el principal partido nacionalista irlandés, quien también calificó el asesinato como “una pérdida de la vida sin sentido”. “El asesinato de esta joven es una tragedia humana para su familia, pero también es un ataque para toda la gente de esta comunidad, un ataque para nuestro proceso de paz y un ataque para el Acuerdo del Viernes Santo”, concluía O’Neill. El asesinato se producía solo una semana después de celebrar el 21 aniversario del acuerdo de paz firmado entre los gobiernos británico e irlandés para poner fin al conflicto de Irlanda del Norte.

Sin embargo, Irlanda del Norte atraviesa momentos de incertidumbre. Las elecciones del pasado 2017 no permitieron alcanzar mayorías a los bloques unionistas y nacionalistas. La incapacidad del Partido Democrático Unionista (DUP, por sus siglas en inglés) y del Sinn Féin para alcanzar un acuerdo han impedido la formación de un Gobierno desde entonces.

A esto se le añaden los recelos que genera el Brexit en la isla de Irlanda. La resolución del problema de la frontera irlandesa se ha convertido en el principal escollo para la aprobación de un acuerdo entre el Reino Unido y la UE y ha avivado viejos conflictos entre las diferentes comunidades de la nación irlandesa que habían sellado su paz en 1998 después de más de 30 años de violencia.