Londres - La policía interrogó ayer en Belfast a dos jóvenes por su presunta implicación en el asesinato a tiros en Derry de la periodista Lyra McKee, un acto que se investiga como terrorismo y que ha sumido en “shock” a Irlanda del Norte. Además de la detención de los dos jóvenes, de 18 y 19 años, el servicio policial norirlandés (PSNI) divulgó ayer imágenes tomadas por las cámaras de seguridad el pasado jueves en el barrio de Creggan, cuando se convirtió en escenario de virulentos disturbios con más de 50 lanzamientos de cócteles molotov contra agentes y la quema de dos vehículos policiales.
En ellas se captan los últimos momentos de vida de la malograda reportera, de 29 años, a la que se ve observando los incidentes junto con otros colegas al lado de un todoterreno policial, mientras toma imágenes con su teléfono móvil. McKee resultó herida de gravedad en la cabeza cuando un hombre enmascarado empieza a disparar indiscriminadamente contra ese coche sobre las 23.00 GMT. Las cámaras dejan ver al presunto autor, así como a otro sujeto que parece ser un cómplice, recogiendo algo del suelo del lugar desde donde se efectuaron los disparos.
El detective Jason Murphy, responsable de la pesquisa, indicó en declaraciones recogidas ayer por medios locales que “las respuestas a lo ocurrido se encuentran dentro de la comunidad”. “La gente vio a un pistolero y vio a los que incitaban a los jóvenes a salir a las calles. La gente sabe quiénes son”, afirmó el superintendente, instando a la ciudadanía a ayudar a “frenar esta locura”.
Desde el principio, el PSNI ha abordado el caso como un acto “terrorista” y ha apuntado como presuntos autores a disidentes republicanos vinculados al llamado Nuevo IRA. Además, la policía sostiene que “hay más de una persona” implicada. Lo ocurrido, según la policía, fue producto de un “complot orquestado” y la ola de violencia, la “respuesta” a una operación de seguridad previa que llevaban a cabo con varias redadas en las áreas de Mulroy Park y Galliagh en busca de armas de fuego. Esos registros obedecieron a una filtración de inteligencia que alertaba de un posible complot para atacar a la Policía este fin de semana de Semana Santa, cuando acaban de cumplirse 70 años de la independencia de la República de Irlanda.
Vigilias Irlanda del Norte celebró ayer en diferentes puntos de la provincia vigilias para recordar a McKee, una periodista de investigación muy querida entre el gremio, que trabajaba como editora del portal con sede en California Mediagazer, especializado en la industria de los medios de comunicación. El ayuntamiento de Derry ha habilitado un libro de condolencias, que se ha llenado de mensajes de “repulsa” a lo sucedido. Hay también otros dirigidos al Nuevo IRA -presunto autor- por la ciudad, que lo tachan de “ejército acabado” y advierten: “Nunca en mi nombre”.
El Nuevo IRA se nutre de varios grupos armados que se oponen al proceso de paz. Se atribuyó recientemente la responsabilidad de los envíos a Londres y Glasgow de varios paquetes bomba. En los últimos meses, la llamada “salvaguarda” irlandesa, contenida en el acuerdo del Brexit consensuado entre Londres y Bruselas ha generado malestar entre esos grupos disidentes.
McKee era también una figura muy apreciada entre la comunidad norirlandesa LGBT por su activismo en pro de los derechos de los homosexuales, que veían en ella todo un referente. Además de conmocionar a la sociedad norirlandesa, todos los sectores políticos y el mundo periodístico se han sumado a la condena de esa muerte.
Algunos, como el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, han alertado de que no se puede permitir “que los que quieren propagar la violencia, el miedo y el odio nos arrastren de vuelta al pasado”. El expresidente de Estados Unidos Bill Clinton se mostró “descorazonado” con esa muerte y la “violencia en Derry”.
“Los desafíos que afronta hoy Irlanda del Norte son reales pero no podemos desprendernos de los últimos 21 años de progresos y de una paz que ha costado muchísimo trabajo lograr. Esta tragedia es un recordatorio de cuánto perdemos todos si lo hacemos”, advirtió. Michel Barnier, el negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit o salida británica del bloque comunitario, cree que este caso es “un recordatorio de lo frágil que sigue siendo la paz en Irlanda del Norte”.