Roma - El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, advirtió de la posibilidad de que el estallido de la violencia en Libia provoque una crisis humanitaria y una llegada masiva de migrantes a las costas italianas. “Existe el serio riesgo de que se produzca una crisis humanitaria que termine por extenuar a una población ya agotada por ocho años de inestabilidad”, afirmó Conte en una entrevista publicada ayer en el diario Fatto Quotidiano. Conte alerta de que “en caso de que estalle un conflicto armado” se podría interrumpir la vía libia para los migrantes procedentes de África, pero que serán los propios libios los que escaparán del país de manera masiva. “Esta pondría a dura prueba un sistema de acogida que no funciona a nivel europeo y que estamos intentando modificar en Bruselas”, añadió el primer ministro, apoyado por una coalición formado por el Movimiento 5 Estrellas y la Liga.
La ministra de Defensa italiana, Elisabetta Trenta, rechazó por su parte cualquier tipo de intervención militar en Libia para “evitar los errores del pasado”, en una entrevista publicada ayer por en el Corriere della Sera. Agregó que “con una guerra es posible una nueva oleada de migrantes” como ya ocurrió con la intervención militar en 2011.
Y abogó por tratar la crisis “con cabeza” y trabajar para “un verdadero proceso de reconciliación nacional”.
Actualmente Italia ha aplicado una dura política antiinmigración y ha cerrado los puertos a la llegada de migrantes rescatados por los barcos humanitarios.
Además los países de la Unión Europea (UE suspendieron temporalmente la participación de barcos en la misión naval Sofía contra mafias migratorias en el Mediterráneo central.
Por otra parte, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha pedido la inmediata puesta en libertad de los refugiados y migrantes que se encuentran en centros de detención, ya que muchas de estas instalaciones están en zonas donde hay combates actualmente. “Se cree que más de 1.500 refugiados y migrantes están atrapados en estos centros de detención”, expliocaba en un comunicado este viernes.
Desde la escalada del conflicto en Libia la semana pasada, más de 9.500 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, añadió ACNUR. Hasta la fecha, ACNUR sólo ha podido facilitar el traslado de 150 refugiados vulnerables del centro de detención de Ain Zara.
migrantes del ‘Ala Kurdi’ Por otro lado, los 62 migrantes rescatados por el barco Alan Kurdi de la ONG alemana Sea Eye pudieron desembarcar en Malta después de 10 días esperando un puerto, tras el acuerdo de Francia, Alemania, Portugal y Luxemburgo para su reubicación. Así lo anunció en su cuenta de Twitter el primer ministro maltés, Joseph Muscat, quien avanzó que ninguno de estos migrantes permanecerá en Malta, ya que el país no puede soportar esta carga.
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, Malta prohibirá al barco Alan Kurdi entrar en el puerto y se encargará de trasladar a los migrantes en lanchas de la Guardia Costera maltesa. Muscat agradeció a la Comisión Europea la coordinación en las negociaciones para reubicar a los migrantes. La noticia llegaba después de que la situación en el barco empezara a ser insostenible tras tres evacuaciones, de dos mujeres migrantes y la última noche de un miembro de la tripulación.
El Gobierno maltés denunció en un comunicado que “el miembro más pequeño de la Unión Europea fue sometido a una presión innecesaria y se le pidió que resolviera un caso que no era su responsabilidad ni su competencia”. “Se encontró una solución para no permitir que la situación se deteriorase aún más”, añade la nota, que subraya que “Malta no puede seguir soportando esta carga”. Asimismo el Gobierno pide “a las ONG que cumplan con todas las convenciones y regulaciones aplicables”. Las autoridades italianas se habían ofrecido a acoger solo a las dos madres con sus dos hijos, de 6 y 1 año, que se encuentran en el barco, pero éstas se negaron para no separarse del resto de sus familiares. - Efe