Londres - La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, renueva esfuerzos para sumar apoyos a su acuerdo para la salida de la Unión Europea (UE), en un ambiente de creciente tensión política ante la inminente votación del pacto. May presidió ayer la primera reunión del año de su gabinete de ministros, en la que, según su portavoz, reiteró su intención de “dejar el bloque el 29 de marzo” y descartó solicitar a la UE una extensión del artículo 50 del Tratado de Lisboa a fin de prorrogar el periodo de negociaciones.

Mientras el Gobierno ultimaba su estrategia la víspera del inicio del debate parlamentario, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, denunció ante la Policía el “intolerable” acoso que reciben diputados y periodistas por manifestantes de extrema derecha ante el Parlamento. Los diputados han pedido a la comisaria de Scotland Yard, Cressida Dyck, más medidas de seguridad después de que este lunes la conservadora Anna Soubry, partidaria de la permanencia en la UE, fuera llamada “nazi” cuando realizaba una entrevista televisiva.

La Policía ha asegurado que los agentes “intervendrán cuando sea necesario” o haya presunción de delito. La tensión dentro y fuera del Palacio de Westminster aumenta en los últimos días antes de que el 15 de enero se vote el acuerdo del Brexit propuesto por May, después de cinco días de debate.

El documento regula el coste de la salida del bloque y los derechos de los comunitarios, así como una polémica cláusula para evitar una frontera física en la isla de Irlanda en ausencia de un pacto comercial bilateral. El ministro para la salida de la UE, Stephen Barclay, abre hoy en los Comunes el debate sobre el tratado, que clausurará la primera ministra con un discurso antes de que los diputados lo voten el martes.

Los parlamentarios están a la espera de que el Ejecutivo precise las concesiones que ha conseguido de Bruselas para mejorar el texto, cuyo rechazo obligó a la líder conservadora a cancelar una primera votación fijada para el 11 de diciembre.

En The Irish Times, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, declaró que la UE “está dispuesta a ofrecer nuevas garantías” al Reino Unido, aunque no renegociará el acuerdo ratificado por los Veintisiete el 25 de noviembre. “No queremos atrapar al Reino Unido en ningún sitio”, declaró el líder irlandés.

El portavoz de la jefa del Gobierno dijo que se informará de las presuntas “aclaraciones” obtenidas de Bruselas “antes de la votación” del martes, pero no precisó la fecha.

A Contrareloj May está inmersa en una campaña contrarreloj para lograr apoyos a su pacto, al que se oponen la oposición, una sección del gobernante Partido Conservador y sus socios parlamentarios del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte.

Para intentar minimizar el riesgo de un Brexit sin acuerdo, una alianza de parlamentarios de todos los partidos ha introducido una enmienda al proyecto de ley de Finanzas, que se vota hoy en el Parlamento. La enmienda impediría al Ejecutivo subir ciertos impuestos y tomar otro tipo de medidas financieras sin autorización del poder legislativo en caso de una salida no negociada. Con esta iniciativa, los diputados quieren demostrar a May el grado de oposición que hay en los Comunes a una ruptura drástica, que significaría pasar a regirse por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). - Efe