Bruselas - Pistoletazo de salida a la carrera por liderar las listas del Partido Popular Europeo (PPE) en las próximas elecciones europeas de 2019. El alemán Manfred Weber, jefe de filas de la formación en el Parlamento Europeo, anunció ayer su candidatura. Pero hay otros nombres que suenan para liderar las listas populares: el también alemán Peter Altmaier, el francés Michel Barnier, o el finlandés Alexander Stubb. Weber ha sido el primero en lanzarse a la carrera, pero seguro que no será el último.
A finales de la semana pasada conocimos que Angela Merkel, canciller alemana, había dado su bendición: le apoyaría como líder del PPE en los próximos comicios. Ayer miércoles por la mañana el alemán hacía pública su candidatura.
El cabeza de lista de la candidatura que recoja más apoyos dentro de la Eurocámara una vez se hayan celebrado los comicios será, seguramente, el próximo presidente de la Comisión Europea. Aunque el proceso es, en realidad, algo más complejo. Es lo que se llama el sistema de spitzenkandidaten (que significa literalmente cabeza de lista en alemán). “Quiero convertirme en el líder del PPE para las elecciones europeas de 2019 y ser el próximo presidente de la Comisión Europea. Europa necesita un nuevo comienzo y más democracia”, aseguraba Weber en un tuit publicado ayer. “Europa está en un punto de inflexión. Las elecciones europeas decidirán el futuro de la Unión Europea. Se trata de la autoafirmación de Europa y la defensa de nuestros valores, porque estamos siendo cuestionados desde dentro y desde fuera. Se trata de la supervivencia de la forma de vida de Europa”, ha asegurado el recién estrenado candidato al liderazgo del PPE.
“No podemos seguir como hasta ahora en la UE. Ayudaré a devolver Europa a la gente y a restablecer los lazos entre los ciudadanos y la Unión Europea. Quiero empezar un nuevo capítulo en la UE”, aseguraba el alemán en redes sociales.
Desde el año 2014 Weber lleva al frente del grupo popular en la Eurocámara. Se le considera cercano a las posiciones más a la derecha de la formación democristiana, defensor de que el partido Fidesz del primer ministro húngaro Viktor Orbán siga formando parte del PPE. Apoya también las fuertes medidas contra la inmigración y su partido, la CSU bávara, la formación hermana de la CDU de Merkel en la región de Baviera, ha iniciado una campaña de políticas identitarias, incluido el establecimiento de crucifijos visibles en todos los edificios públicos de la región.
¿Opciones reales? Para muchos dentro de la formación la elección de Weber significaría un giro a la derecha en un partido en el cual algunos cuestionan si Orbán debe seguir formando parte del mismo. Hay una buena parte del PPE que desea que los democristianos se mantengan en el centro-derecha y no participen del viraje hacia posiciones más polarizadas.
El problema es que la voz de Merkel, que representa bien esa tendencia, se va apagando frente a la voz joven y potente de personajes como Sebastian Kurz, el canciller austriaco, o la del propio Orbán, cuyo partido se espera que crezca en peso específico dentro de las filas populares tras las elecciones europeas.
También es importante resaltar que el apoyo mostrado por parte de Merkel para que Weber encabece la lista del PPE no significa que la canciller vaya apoyarle para ser presidente de la Comisión Europea: aunque hay un pacto no escrito de respeto hacia el sistema del spitzenkandidaten la decisión final la toma el Consejo, es decir, las capitales, por lo que Berlín podría apostar por otro nombre a la hora de la verdad.
Merkel parece preferir un alemán en la presidencia del Ejecutivo comunitario antes que en la del Banco Central Europeo (BCE), lo que hace que tenga sentido su apoyo a Weber, pero también es cierto que la canciller tiene gran confianza en otro nombre del que se viene hablando durante los último: Peter Altmaier, su mano derecha y ahora ministro de Economía.
Hay otras opciones que pueden ir surgiendo durante los próximos meses. El 7 y 8 de noviembre se elegirá al cabeza de lista del PPE en Helsinki, donde se celebra el congreso del partido. Para entonces se espera que se hayan presentado otras candidaturas. Se habla mucho precisamente de Altmaier, pero también de otros como el negociador jefe de la Comisión Europea para el Brexit, Michel Barnier, o el exprimer ministro y exministro de Asuntos Exteriores finlandés Alexander Stubb, también muy cercano a Berlín. La posición de Weber respecto a inmigración y su negativa a criticar a Orbán, seguramente le garanticen el apoyo de la mayoría de miembros de la familia política del PPE del este de Europa.