Sao Paulo - Marina Silva, Geraldo Alckmin y Ciro Gomes, tres de los principales aspirantes a la Presidencia de Brasil, coincidieron ayer en que la decisión de la Justicia que veta la candidatura presidencial del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva permitirá una mayor claridad en el proceso electoral.

El Tribunal Superior Electoral brasileño decidió en la madrugada de ayer, por una mayoría de seis votos frente a uno, que la ley conocida como Ficha Limpia, sancionada por el propio Lula en 2010, cuando aún gobernaba, impide que encare la que habría sido su sexta candidatura presidencial.

La ecologista Marina Silva que, según las encuestas, cuenta con un 15 % de las intenciones de voto para los comicios de octubre próximo, afirmó en un comunicado que “a partir de esta decisión del TSE, el proceso electoral podrá proseguir de acuerdo con los ritos legales”.

“Ahora tendremos candidatos que pueden ser candidatos y la población podrá decidir”, aseguró Silva a los electores en un acto de campaña en el estado de Río de Janeiro.

Desde el estado de Ceará, en el nordeste del país, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, dijo que “no celebró” la decisión de la Justicia porque era algo que se esperaba. “Decisión judicial se respeta y se acata. El lado positivo es que ha aclarado (el escenario electoral). Ahora vamos a saber quien es el candidato. Es importante, la campaña ya ha empezado”, afirmó.

El laborista Ciro Gomes consideró que la prohibición de la participación del “mayor líder popular del país” en el proceso electoral supone un “trauma” para el país, pero opinó que “en toda tragedia hay un lado bueno”. “Estoy triste, pero el lado bueno es que ahora tendremos más claridad en el proceso”, ya que “el pueblo brasileño podrá acompañar el debate con más nitidez”, apuntó Gomes durante una caminata con electores en Curitiba, la capital del sureño estado del Paraná, donde Lula cumple su condena de 12 años por corrupción.

Por su parte, el centrista Álvaro Dias, que cumplió agenda en Foz do Iguazú, también en Paraná, elogió la decisión de la Justicia que vetó la candidatura de Lula, a la que calificó de “farsa”. “Fue una violencia contra el Estado de derecho”, pero el Tribunal Electoral “respetó la dignidad del pueblo brasileño y puso fin a esa farsa”, destacó el candidato.

Veto “político” Tras conocer el fallo, el Partido de los Trabajadores (PT) afirmó que el veto judicial a la participación de Lula en las elecciones es “político”, “arbitrio” y basado en “una mentira”, y reiteró que “continuará luchando por todos los medios” para validarla.

El exministro Fernando Haddad, aspirante a la Vicepresidencia en la fórmula encabezada por el expresidente, anunció que la formación sigue “intacta” y que se reunirá con Lula mañana para “decidir” y trazar la estrategia que será adoptada en los próximos días.

El Tribunal Superior Electoral de Brasil vetó ayer la candidatura presidencial del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien quedará fuera de los comicios tras haber sido condenado a prisión en segunda instancia, por delitos de corrupción.

La decisión fue tomada por seis votos frente a uno, con lo que el líder más popular del país y primero en los sondeos de cara a las elecciones del 7 de octubre próximo, en prisión desde abril pasado, queda inhabilitado para aspirar a la presidencia por sexta vez, aunque el fallo dictado ayer aún puede ser apelado.

El Partido de los Trabajadores (PT) ya había anunciado que, en caso de una sentencia desfavorable, se propone utilizar “todos los recursos a su alcance”, pese a que los especialistas jurídicos dudan de que puedan prosperar.

Ficha limpia El camino para la inhabilitación de Lula lo abrió el magistrado Luis Roberto Barroso, instructor del caso, quien se pronunció por aceptar las impugnaciones presentadas contra su candidatura sobre la base de una ley conocida como Ficha Limpia. Según esa legislación, paradójicamente promulgada por Lula en 2010, cuando aún estaba en el poder, toda persona con una condena confirmada en segunda instancia tiene impedido aspirar a cualquier cargo electivo.

Aun con ese impedimento legal, el Partido de los Trabajadores (PT) inscribió en el tribunal electoral el pasado 15 de agosto la candidatura de Lula, acompañado como candidato a la vicepresidencia por el exministro de Educación y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, quien emerge ahora como el más probable abanderado presidencial de esa formación.

Barroso negó cada uno de los argumentos de la defensa de Lula, en su mayoría apoyados en una cautelar del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que pedía garantías para su participación en las elecciones, sobre la cual afirmó que “no es vinculante”. Aun así, los abogados del expresidente alegaron que esa decisión debe ser cumplida, pues Brasil es suscriptor del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, invocado por el citado comité. - Efe