Bruselas - En plena crisis migratoria, cuando llegaban un millón de personas a suelo comunitario principalmente por las islas griegas, la Unión Europea cocinó el acuerdo con Turquía: 3.000 millones de euros a cambio de mantener a los refugiados, mayoritariamente sirios, en el país ex otomano. Ahora, la solución también es a golpe de talonario: esta vez se pretende poner un parche a los movimientos secundarios. Cada refugiado acogido ya tiene precio: 6.000 euros.

Otra vez la palabra clave en la propuesta migratoria es “voluntariedad”. El documento de la Comisión Europea veía la luz ayer para parchear el drama migratorio en el mar Mediterráneo. Al menos durante este verano. Y hoy tiene lugar el primer gran debate a nivel de los 28 embajadores. La idea que el Ejecutivo comunitario llevará a cabo “lo antes posible” con una prueba piloto pasa por crear “centros controlados” dentro de la UE. Los migrantes estarían en ellos un máximo de ocho semanas.

Esta idea salió de la tormentosa cumbre de líderes europeos de junio no sin divergencias. Francia hablaba de crear centros cerrados. España de controlados, en los que hubiese libertad de movimiento. Pero muy pocos estaban dispuestos a establecerlos en su propio territorio. Italia, capitaneada por el Gobierno populista de Movimiento 5 Stelle y La Liga Norte, es la más reacia a esta idea. Ya en el pico del septiembre de 2015, cuando las fronteras europeas vieron el mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial, el Ejecutivo comunitario estableció cuotas de acogidas obligatorias en base a parámetros objetivos. Si la obligatoriedad no funcionó, poco le hace pensar a Roma que el voluntarismo sí lo hará.

Incentivo El nuevo plan de la Comisión consiste en dar a los Estados miembros un sentido económico a la acogida de solicitantes de asilo. 6.000 euros por cada persona. El proceso establece varias fases: el buque de rescate llega a un Estado miembro en primera línea. Principalmente Italia, España, Malta o Grecia. Aunque también los Balcanes.

Estos países son los encargados de dividir a los recién llegados según su estatus: los que no cumplen las condiciones para solicitar asilo deberán ser trasladados a su país de origen. Todos los gastos serán cubiertos bajo el paraguas de los fondos comunitarios. El objetivo es gestionar los flujos de una manera más “segura, rápida y eficaz”, apunta una fuente comunitaria. Ahora bien, los que sí tienen derecho a amparo internacional serán repartidos entre las capitales europeas que estén dispuestas a ello. Siempre en base de voluntarismo. Y recibirán por tanto, estos 6.000 euros por persona. - María G. Zornoza