londres - El presidente estadounidense, Donald Trump, se encuentra descansando en Escocia junto a su familia, pero eso no evitó que se adentrase en más polémicas, llamando a la Unión Europea un “enemigo” por su política comercial, destacando las que cree que son prácticas injustas de Bruselas sobre Londres, que someten a su país.
El presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, respondió a las acusaciones inmediatamente, diciendo que cualquier persona que llame a la UE enemigo está difundiendo “noticias falsas”. Trump, en una misma entrevista con el canal estadounidense CBS, citó que en los otros enemigos de Washington incluye a Rusia y China, pero que la UE es el principal, aunque a muchos les cueste creérselo. “En un sentido comercial, realmente se han aprovechado de nosotros y muchos de esos países están en la OTAN y no están pagando sus cuentas”, explicó.
El estadounidense también dio otra entrevista al periodista británico Piers Morgan, que salió publicada ayer en el tabloide Mail on Sunday y en la cadena de televisión ITV, en la que asegura que la Reina Isabel II de Inglaterra es una “mujer fantástica, enérgica, lista y aguda”. Para el presidente fue un gran honor conocerla finalmente durante su visita oficial de dos días a Reino Unido y reconoció que su encuentro en el castillo de Windsor le hizo acordarse de su madre. “Mi madre falleció hace un tiempo y ella era una tremenda fan de la reina. Ella pensaba que era una mujer elegante y sentía que era una gran mujer”, explicó, añadiendo que recordaba de niño a su madre viendo la televisión cada vez que la reina aparecía. “Es una persona hermosa, muy especial”, repitió varias veces.
Trump habló del contenido de la reunión, que duró un total de 45 minutos, el doble de lo previsto, pese a que la norma general obliga a mantener el contenido de las mismas en privado. El americano también mencionó que la Reina le dijo los nombres de todos los presidentes estadounidenses que había conocido personalmente durante su longevo reinado.
Otro punto importante de su conversación fue, como no, el Brexit. “Ella dijo que es un problema muy complejo, y tiene razón. Yo creo que nadie tenía ni idea del punto de complejidad al que se iba a llegar. Todos creían que iba a ser: “Oh, es muy sencillo, nos unimos, o no nos unimos, o vamos a ver qué pasa”, reconoció Trump. Pero sus comentarios no se quedaron ahí.
A por un Hubo también minutos para hablar sobre la primera ministra, Theresa May, y un futuro acuerdo de libre comercio con Estados Unidos tras el Brexit. Preguntado si el acuerdo con Bruselas no dejaría lugar a ese tratado, Trump respondió que eso, “sería malo, incluso peor para el Reino Unido que para nosotros, porque a nosotros nos van bien las cosas en comercio y en general, y estamos teniendo los mejores números que hayamos tenido nunca como país, en desempleo, en PIB.., etc.” Trump apunto a que si Londres y Washington tuviesen la libertad total para hacer un tratado de libre comercio, no se limitarían a hacer uno cualquiera, si no que harían “uno tremendamente grande”. El republicano explicó que si bien pondría a Estados Unidos primero, haría un gran acuerdo con el Reino Unido porque tienen buenos productos que les gustan y hacen cosas fenomenales. Trump también mencionó la “opción brutal” que le recomendó a May para la negociación del Brexit con Bruselas, pero se negó a entrar en detalles y explicar a qué se refería en concreto. Algo que finalmente hizo la primera ministra en una entrevista televisada en El Show de Andrew Marr donde reconoció que le había recomendado “demandar a la UE, en vez de negociar”. La decisión de May de revelar la extraña sugerencia de Trump fue vista por la prensa británica como un pequeño acto de venganza después de la publicación de su incendiaria entrevista en The Sun al comienzo de su visita a Londres.
Mientras, otro miembro del gobierno dimitía ayer por sus discrepancias sobre el Brexit, Robert Courts, quien dijo que dejaba de ser secretario privado parlamentario (un ayudante ministerial no remunerado) en el Ministerio de Asuntos Exteriores para “expresar descontento”.
Trump, en la entrevista con Morgan, también habló sobre su relación con el presidente norcoreano, Kim Jong-un, señalando que durante la administración Obama hubo numerosos test nucleares, pero que durante los últimos nueve meses no ha habido ninguno. “No ha habido nada”, sentenció, para añadir que “es despiadado, pero también lo son otros. Quiero decir, podría nombrar a muchos otros con los que tratamos, que son lo mismo”.