bilbao - El Gobierno Vasco ya tiene una idea bastante aproximada de hasta dónde puede apretar a Madrid para cumplir íntegramente el Estatuto de Gernika. Los ejecutivos de Urkullu y Sánchez mantuvieron ayer un primer encuentro para explorar el margen de negociación de cada uno en lo que atañe al traspaso de las competencias pendientes. El consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka, y la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, celebraron en Madrid, en la sede del Ministerio, un almuerzo de trabajo que tenía como objetivo preparar la reunión que tendrá lugar el lunes al máximo nivel entre el presidente Sánchez y el lehendakari Urkullu. Esta reunión se centró en el negociado específico del consejero y la ministra, las cuestiones relacionadas con el autogobierno y el listado de las 37 competencias pendientes que envió recientemente Erkoreka a Batet. El encuentro buscaba allanar el camino para los eventuales traspasos y, sobre todo, que el lehendakari reciba unas primeras impresiones sobre el sentir de los socialistas y camine sobre seguro en su reunión del lunes a la hora de plantear las cuestiones más espinosas a Sánchez, que tienen que ver sobre todo con el traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y las prisiones.

Desde el Gobierno Vasco no quisieron ofrecer mayores detalles sobre la respuesta de Batet, aunque es sintomático que el Ministerio fuera quien hizo pública la reunión y confesara que se habló de transferencias. La negociación se puede dar oficialmente por desbloqueada. Desde el Gobierno Vasco solo precisaron que la reunión fue cordial y sirvió para abrir “una línea de diálogo en la materia entre ambas instituciones”. Serán Urkullu y Sánchez, al más alto nivel, quienes perfilen con mayor concreción el lunes hasta dónde puede llegar la negociación y den un impulso político, si acaso, a las cuestiones más sensibles. Erkoreka y Batet también hablaron sobre los litigios en el Tribunal Constitucional, y en ese punto ya es público que el Gobierno socialista quiere rebajar el nivel de conflictividad con la comunidad autónoma, en cuyo Ejecutivo gobiernan en coalición PNV y PSE.

El Gobierno Vasco no pierde de vista que el programa de coalición entre los jeltzales y los socialistas coloca el listón muy alto al demandar las 37 competencias pendientes, una misión que se antoja muy complicada y exigente para un presidente que va a gobernar, como mucho, hasta comienzos de 2020. No obstante, existe un mandato del Parlamento Vasco que exige un calendario de transferencias en seis meses, y el Gobierno Vasco quiere comenzar a perfilar un horizonte más preciso para los traspasos pendientes. Los dos prioritarios son, precisamente, los más delicados: la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y las prisiones. En ambos casos, el Gobierno Vasco se ciñe a la letra del Estatuto y está haciendo pedagogía para que Madrid entienda que no plantea la ruptura de la caja única ni legislar sobre política penitenciaria.

Lo que pide, en el caso de la Seguridad Social, es el traspaso de toda la estructura funcionarial para que exista una ventanilla vasca que recaude las cotizaciones y pague la prestación, pero la regulación de la pensión seguirá en manos de Madrid. De manera muy gráfica, el consejero Erkoreka acostumbra a resumir este planteamiento en que la unidad de la caja es compatible con la existencia de varios cajeros. En cualquier caso, es una competencia que levanta muchas ampollas y suspicacias en Madrid, no solo a nivel político, sino sindical. En cuanto a las cárceles, la comunidad autónoma gestionaría las prisiones, pero en aplicación de la legislación penitenciaria estatal.

traspasos El gesto más inmediato que podría producirse en las próximas semanas sería la convocatoria de la Comisión Mixta de Transferencias para cerrar el traspaso de dos líneas de tren tal y como ha pedido el Tribunal Constitucional. No tendría ningún coste político para Sánchez. Se trataría de cumplir una sentencia judicial sobre dos líneas concretas. Los trayectos afectados son el de Basurto Hospital-Ariz e Irauregi-Lutxana-Barakaldo. Son dos de las once líneas que discurren íntegramente por la comunidad autónoma. El expresidente Rajoy inició los trámites para convocarla, pero la moción de censura ha dejado todo en el aire.

Durante la etapa del expresidente Zapatero, el PNV dejó encarrilados otros traspasos sobre los ferrocarriles, las autopistas y el Fogasa, el fondo que paga los salarios a los trabajadores en las empresas en quiebra. Han pasado ocho años, y es probable que Sánchez quiera dejar su propia impronta y comenzar las gestiones con un planteamiento personal, aunque esos traspasos estaban muy avanzados a nivel técnico.

La reunión entre Erkoreka y Batet trascendió a última hora de la tarde, con un comunicado del Ministerio que obligó al Gobierno Vasco a confirmar la cita y realizar una escueta valoración. Las fuentes consultadas por este periódico añaden que el encuentro fue exploratorio.

Socios preferentes. La reunión entre Erkoreka y Batet se produce después de que el presidente Sánchez recibiera al líder del PNV, Andoni Ortuzar, en La Moncloa. El socialista tiene intención de convertir al PNV en su socio preferente, y han sellado un compromiso para garantizar la estabilidad y agotar la legislatura, que acabaría en el año 2020. En cualquier caso, el PNV vincula su apoyo al cumplimiento de la agenda vasca y el mantenimiento de la inversión en la comunidad.