bilbao - Los socialistas vascos están afrontando con una actitud flexible y posibilista las negociaciones sobre la reforma fiscal con el PNV, con el objetivo de atraer al PP y hacer realidad la aprobación de los Presupuestos del próximo año. Este compromiso está llevando al PSE a revisar los planteamientos que había defendido hasta la fecha, a explorar varias vías y a echar una nueva mirada a los documentos que rechazó hace unos meses durante la negociación del pacto fiscal con los jeltzales. El partido de Idoia Mendia está dispuesto a estudiar una modificación en el Impuesto de Sociedades, en un momento en que el PP pide reducir el tipo nominal.

Fuentes socialistas consultadas por DNA aseguran que hay varias opciones en la mesa, siempre y cuando no supongan una reducción en la recaudación fiscal ni afecten al sostenimiento de las políticas públicas. Por ejemplo, en el caso de una eventual reducción del tipo de Sociedades, debería compensarse con una mayor exigencia sobre las deducciones, de tal manera que se reduzcan y se endurezcan y la recaudación fiscal no se resienta.

Las fuentes consultadas no entraron en cifras concretas, aunque sí reconocieron que está sobre la mesa como posible opción la propuesta pactada en agosto por el Gobierno Vasco y las diputaciones, un documento apadrinado por los cargos institucionales del PNV y que por aquel entonces fue rechazado por el PSE. Los jeltzales habían acordado reducir el tipo desde el actual 28% hasta el 24% o 25%, a cambio de eliminar varias deducciones que no contribuían a estimular la economía y que podían ser utilizadas por las empresas para realizar ingeniería fiscal y terminar pagando a hacienda mucho menos que ese tipo nominal. El PNV presentó esta propuesta al PSE, que la rechazó. Los socios dejaron intacto el tipo del 28% y endurecieron las deducciones.

El socialismo se ha abierto a estudiar el espíritu de la propuesta de agosto, que está cobrando cada vez mayor protagonismo. El PSE plantea como criterio general la idea de que, si se baja el tipo, hay que compensarlo con la eliminación de varias deducciones. No entra en cifras ni detalla si el tipo se quedaría en un 24% o 25%, una cifra casi calcada al 25% que pide el PP. Los populares proponen también una reducción más acusada para pymes (23%) y microempresas (19%).

En el PSE reconocen que, tras firmar con el PNV el pacto fiscal, los socios se propusieron estar atentos y mantener viva la reflexión para introducir cambios en el futuro si se detectaran políticas más atractivas en el entorno que pudieran suponer una desventaja competitiva para Euskadi. El socialismo ya admitía entonces que la senda de la reducción de impuestos que han abierto el PP y Ciudadanos en el Estado podría afectar a la comunidad autónoma. Esta preocupación se está sumando ahora a las condiciones que han fijado los populares para negociar los Presupuestos vascos, y a las peticiones de las empresas, un cúmulo de circunstancias que favorece la reflexión sobre el Impuesto de Sociedades en Euskadi, situado en el 25% en el Estado.

La idea es que Euskadi sea atractiva para las empresas y que no ahuyente a los inversores, pero sin que ello suponga adelgazar las arcas públicas. De ahí la exigencia sobre una mayor dureza con las deducciones si se baja el tipo. Los esfuerzos del PSE se están centrando en ese punto, y no tanto en aplicar de manera gradual o escalonada en el tiempo estas modificaciones.

PNV y PSE, socios en el Gobierno Vasco, las diputaciones y buena parte de los ayuntamientos, están renegociando la reforma fiscal. Debe tramitarse en las Juntas Generales de los tres territorios, y en Álava necesitan el apoyo de un tercer socio. El acuerdo se extendería después a Bizkaia y Gipuzkoa para que la reforma fiscal sea armonizada. Jeltzales y socialistas se encuentran ahora mismo negociando entre ellos para aclarar cuáles son los márgenes de cada uno en estas conversaciones. De momento, no se ha avanzado demasiado, pero se espera que esta misma semana haya acuerdo y que, incluso, comiencen a tantear al PP. El miércoles acaba el plazo para registrar enmiendas a la totalidad de los Presupuestos vascos y, aunque hay margen para retirarlas hasta que se voten el 11 de diciembre, PNV y PSE prefieren que el PP no llegue siquiera a presentarla y, por tanto, quieren un acuerdo antes de ese día.

Con ese fin, el consejero Pedro Azpiazu va a abordar en paralelo la negociación estrictamente presupuestaria con PNV, PSE y PP. La intención es que, para cuando esté cerrado el pacto fiscal, el presupuestario esté muy avanzado y el PP esté en condiciones de renunciar a la enmienda a la totalidad. Los populares son para el Gobierno Vasco los únicos que no se han descartado de la negociación, al contrario que EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

deducciones La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, por su parte, opinó ayer en Radio Euskadi que un tipo nominal del 25% podría ser una buena cifra porque se trata de “ser atractivos para nuevas inversiones que vengan en Euskadi”, pero también recordó que el objetivo es “ser un país equilibrado socialmente, y eso se hace con unos buenos servicios públicos”. Mencionó cuestiones que van más allá del tipo nominal, como las deducciones, que pueden llevar a que el tipo efectivo del impuesto sea diferente al nominal.

Gobierno Vasco y diputaciones. El Gobierno Vasco y las diputaciones pactaron en agosto una propuesta que bajaba el tipo del Impuesto de Sociedades del actual 28% al 24% o 25%, pero sin que ello se tradujera en una reducción de la recaudación. Para ello, a modo de compensación, se eliminaron las deducciones que no contribuían al estímulo de la economía. Esta propuesta la apadrinó el PNV, pero el PSE la rechazó.

Pacto PNV-PSE. Acordaron dejar el tipo en el 28% y endurecieron los requisitos para que las empresas se acojan a deducciones por el pago de intereses por su deuda, y por creación de empleo, en cuyo caso la deducción solo se aplicaría si el salario bruto anual del nuevo trabajador superase los 17.336,20 euros.

Propuesta del PP. Pide rebajar el tipo al 25%, y aún más en el caso de las pymes (23%) y microempresas (19%).

Planteamiento del PSE. Los socialistas acuden a la negociación con la idea fija de que la recaudación fiscal no se resienta porque quieren garantizar la prestación de servicios públicos. Se abren a rebajar el tipo de Sociedades, pero a cambio plantean establecer como compensación un endurecimiento de las deducciones. Es el mismo espíritu que el de la propuesta del Gobierno vasco y las diputaciones.