Washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió ayer al Congreso y a sus aliados internacionales trabajar con él para corregir los “defectos graves” del acuerdo nuclear alcanzado con Irán y otros cinco países, y advirtió de que, si no consigue modificarlo, Washington abandonará el pacto. Trump anunció que, aunque por ahora no se retira del acuerdo, sí eliminará la certificación que él debe hacer regularmente al Congreso de que “la suspensión de sanciones es apropiada y proporcionada respecto a las medidas que Irán” está tomando para limitar su programa nuclear.
“Trabajaremos con el Congreso y nuestros aliados para afrontar los muchos defectos graves del acuerdo”, dijo Trump durante un discurso en la Casa Blanca para desvelar su estrategia hacia Irán.
En concreto, Trump quiere corregir las “débiles inspecciones” que, a su juicio, contempla el acuerdo; hacer frente al “programa de misiles balísticos” de Teherán y eliminar las “fechas de caducidad” de las restricciones impuestas sobre el programa nuclear iraní, que en algunos casos expiran después de entre 10 y 25 años. “¿Cuál es el propósito de un acuerdo que solo retrasa la capacidad nuclear (de Irán) durante un periodo corto de tiempo? Esto, como presidente de Estados Unidos, es inaceptable”, afirmó.
Trump advirtió de que abandonará el pacto si no hay modificaciones en el acuerdo de forma unilateral -por parte del Congreso estadounidense- o multilateral en negociaciones junto a las otras partes del acuerdo (Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia e Irán). “En caso de que no podamos llegar a una solución, el acuerdo será cancelado”, aseguró el mandatario. “No seguiremos por un camino cuya conclusión predecible es más violencia, más terror y la amenaza muy real de un brote nuclear en Irán”, subrayó, en referencia al marco establecido por el acuerdo firmado en 2015.
Reiteró su habitual crítica de que ese pacto fue “una de las peores y más unilaterales transacciones en las que jamás ha entrado Estados Unidos” y acusó a Irán de “no estar cumpliendo el espíritu del acuerdo”.
Aunque EEUU reconoce que, técnicamente, Irán está cumpliendo el acuerdo, cree que el levantamiento de sanciones al que Washington accedió en el pacto no ha sido “proporcional” a las medidas que ha tomado Teherán, y que los “débiles mecanismos de inspección” podrían permitir a los iraníes ocultar un incumplimiento.
Inestabilidad en la región “Se suponía que el acuerdo iba a contribuir a la paz y seguridad regional e internacional, pero el régimen iraní sigue alimentando” la inestabilidad en la región, añadió Trump. Tras la firma del acuerdo nuclear con Irán, el Congreso aprobó una ley, conocida por sus siglas en inglés INARA, que exige al presidente certificar cada 90 días si el arreglo favorece el “interés nacional” de Estados Unidos.
Esa es la certificación que Trump eliminó ayer, y su Gobierno quiere que el Congreso enmiende la citada ley para marcar ciertas “líneas rojas” que, si Teherán las cruza, supondrían la imposición automática de sanciones, explicó el secretario de Estado, Rex Tillerson. Trump aseguró, además, que su Gobierno hará más para “afrontar las acciones hostiles” del “régimen fanático” iraní, que es “el principal patrocinador del terrorismo” en el mundo y “ha esparcido la muerte, la destrucción y el caos” por todo el planeta.
En ese sentido, EEUU sancionaba ayer al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC, en inglés) por su apoyo al terrorismo, un paso que promete disparar las tensiones con Teherán, que ha advertido de que tratará a Estados Unidos como “un país terrorista” si actúa contra ese cuerpo de élite. “Autorizo al Departamento del Tesoro a sancionar a todo el IRGC por su apoyo al terrorismo, y a aplicar sanciones a sus funcionarios y filiales”, dijo Trump, durante su discurso. Trump tildó al Cuerpo de los Guardianes de “fuerza personal terrorista y corrupta” de los líderes iraníes que tiene un gran peso en la economía iraní y “financia” actividades terroristas en el extranjero.
La sanción se impone bajo la orden ejecutiva 13224, que busca bloquear los fondos de personas y entidades relacionadas con actividades terroristas, y que también es la que afecta a la Fuerza Al Quds. - Efe