Washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, profundizó ayer en la división con su propio partido descalificando con inusual al influyente senador republicano Bob Corker, en una nueva arremetida contra los legisladores de su partido, a los que presiona para aprobar leyes por la mayoría simple. “Extraña declaración de Bob Corker considerando que está preguntándome constantemente si debe o no presentarse de nuevo en 2018. ¡Tennessee no está feliz!”, tuiteó ayer Trump, en referencia al estado al que representa el senador.

El mandatario respondía así a los duros comentarios que hizo Coker sobre él la semana pasada, cuando dijo que no ha sido “capaz de demostrar ni la estabilidad ni algo de la competencia que necesita demostrar para tener éxito”. Coker engrosa así la lista de destacados legisladores republicanos a los que Trump ha criticado, con mayor o menor dureza, públicamente: el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell; el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y los senadores de Arizona Jeff Flake y John McCain.

Además de apuntar a Coker, el presidente volvió ayer a pedir a McConnell que cambie una regla del Senado y permita que las leyes se aprueben por mayoría simple de 51 votos, algo que el legislador ha asegurado repetidamente desde hace meses que “nunca” hará. Si los republicanos del Senado “no se libran” de la regla actual y van a “una mayoría del 51 %”, tuiteó ayer el dirigente, “se aprobarán pocas leyes” y escribió: “¡Ocho demócratas controlan el Senado!”.

Trump presiona desde hace meses a los republicanos para dar este paso, pero ha intensificado sus criticas a McConnell después de que el 28 de julio su partido fracasara de nuevo en su intento de derogar parcialmente la reforma sanitaria promulgada en 2010 por Barack Obama. La iniciativa, que fue rechazada por 51 votos en contra y 49 a favor, se consideraba casi la última alternativa de Trump para cumplir esa promesa de campaña, una obsesión de los republicanos desde hace siete años. - Efe