Madrid - El 82,7% de los extranjeros de países de fuera de la Unión Europea que vive en el Estado español cuenta con un permiso de larga duración, de modo que llevan ya más de una década en el país, cuando en el año 2007 eran menos del 34% los que se encontraban en esta situación estable, y la mayoría necesitaba renovar sus permisos.

En total, a 30 de junio de 2016, se contaban en España 5.017.406 extranjeros, de los que casi 2,1 millones, el 41,7%, procedía de países de fuera de la UE. Diez años antes, la cifra global era más baja, 3,5 millones de personas con tarjeta de residencia en vigor, aunque con más oriundos de esos terceros países, 2,2 millones establecidos legalmente en el país, el 64,25% de los extranjeros. Su situación era entonces más inestable: el 33,59% tenían un permiso permanente, que ahora ostentan más del 80%. Del resto, 4 de cada 10 estaban pendientes de la primera renovación de su autorización, un 13,27% esperaban la segunda y el 11,95% tenían aún el permiso inicial.

Más estabilidad En la actualidad, son el 17,2% los que se encuentran en este tipo de situaciones temporales, ya sean con permisos para trabajar por cuenta ajena (7,37%) o propia (0,36%), por reagrupación familiar (4,83%) o por razones humanitarias (0,3%) y de arraigo (1,60%). Se debe a que la mayor parte de los inmigrantes que figuraba entonces había llegado durante los años justo anteriores, la “década prodigiosa de la inmigración” en España, según los expertos, y que a partir de 2007 alcanzó un punto de inflexión: las llegadas irregulares cayeron un 54% primero y un 26% el año después; las remesas se redujeron en 2008 por primera vez desde el año 2000 y los flujos regulares comenzaron a retroceder en 2009 dejándose un 34%, y aunque se han estabilizado desde 2013, cuando la caída era ya de 53%, no han vuelto a recuperar aquel ritmo.

El catedrático y Director del Departamento de Sociología II de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Arango, director científico del Anuario de la Inmigración, recuerda que entre 1998 y 2008, España pasó de 1,5 a 6 millones de extranjeros, pero todo cambió con la llegada de la crisis. “Se tradujo en un fortísimo aumento del desempleo con un impacto muy directo sobre los flujos migratorios, reduciéndose los de entrada e incrementándose las salidas hasta un saldo migratorio negativo”, afirma.

El primer año con más salidas que llegadas fue 2010, que arrojó un saldo negativo de 42.675 personas, aunque se tocó fondo en 2013, cuando la pérdida fue de 251.531. Arango considera que “se exageró” al hablar de éxodo de españoles: de los 3,3 millones de personas que según el INE, se habrían marchado desde 2008, 518.519 eran de nacionalidad española y 484.816 nacidos en España. Además, desde 2013 y hasta mediados de 2016 se han nacionalizado 638.807 extranjeros.

En esta década se han acometido cinco reformas en la Ley de Extranjería, un texto del año 2000 que ha sido revisado diez veces. Fue polémica la reforma de 2015 que introdujo un régimen especial para Ceuta y Melilla. - Europa Press

Evolución. En la última década, la cifra de inmigrantes en España ha pasado de 3,5 millones en 2006 a 5 millones en 2016.

Permisos. En 2006, sólo el 33,59% de los inmigrantes tenía un permiso permanente, mientras que ahora lo tienen más del 82% y el 17,2% se encuentran en algún tipo de situación temporal.

Saldos. El primer año en el que España registró más salidas que llegadas fue 2010, que arrojó un saldo negativo de 42.675 personas, aunque se tocó fondo en 2013, cuando la pérdida de población alcanzó las 251.531 personas.