bilbao - Mariano Rajoy sigue acercándose al PNV con la mirada puesta en la negociación de los Presupuestos del próximo año, una tramitación que arrancará en septiembre. El Gobierno español está cumpliendo los compromisos adquiridos con los jeltzales en la anterior negociación, la que permitió aprobar las Cuentas de 2017, y ayer exhibió uno de ellos y trató de proyectar sintonía en una visita a Euskadi. En concreto, escenificó con la comunidad autónoma el acuerdo para que el flujo de datos de la Seguridad Social hacia Lanbide sea más ágil, una herramienta que va a permitir al Gobierno Vasco afinar en la lucha contra el fraude en las ayudas sociales y en cursos de formación. Por otro lado, el gabinete de Urkullu anunció por sorpresa que Madrid le va a ceder la competencia sobre dos líneas de ferrocarriles, aunque es una cesión de mínimos sobre la lista de once trayectos de cercanías de Renfe y Feve que ha puesto sobre la mesa. Además, en realidad no puede hablarse de negociación, sino que el Gobierno español se ha limitado a cumplir una sentencia del Tribunal Constitucional.
El Gobierno Vasco valora estos movimientos porque percibe otro talante y lee entre líneas que Rajoy está dispuesto a dar más pasos, pero sitúa los acuerdos en su contexto y cree que ayer se buscó más la foto que la novedad del contenido, y en el caso de los ferrocarriles destaca que aún queda mucha tela que cortar. Además, por mucho que los acuerdos afecten muy superficialmente a la Seguridad Social y a dos líneas de ferrocarril, no hay ningún dato objetivo que permita llegar a la conclusión de que son la antesala de una negociación más ambiciosa sobre el traspaso de esas y otras competencias. En el Ejecutivo vasco miran sus teléfonos móviles y repasan sus correos electrónicos esperando otra clase de noticia: que el Gobierno español convoque la Comisión Mixta de Transferencias para cumplir íntegramente el Estatuto de Gernika. No está convocada ni se ha producido ningún contacto exploratorio entre la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el consejero Josu Erkoreka. A día de hoy, no existe un acercamiento sobre el traspaso de competencias.
Los acuerdos se hicieron públicos ayer, en plena visita de la vicepresidenta española y de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que vinieron para reunirse con el PP de la comunidad autónoma, visitar la planta de Mercedes-Benz en Gasteiz y, en el caso de Báñez, firmar el acuerdo de los datos laborales. El guiño más claro se aprecia en el pacto sobre los ferrocarriles, una de las tres transferencias que ha fijado como prioritarias el Gobierno Vasco en puertas de la negociación de los Presupuestos del próximo año. Solo afecta a dos de las once líneas de cercanías de Renfe y Feve que circulan íntegramente por la comunidad autónoma. El Ejecutivo español ha iniciado los trámites para transferir la línea de Basurto Hospital-Ariz, y la de Irauregi-Lutxana-Barakaldo. Lo que va a hacer, en concreto, es borrar estas dos líneas del catálogo de interés general, un compendio que redactó Rajoy en su primera legislatura y que, a efectos prácticos, supuso un veto para su transferencia a la comunidad autónoma. Fue un mal trago para el PNV, que por aquel entonces ya acariciaba el traspaso por el acuerdo al que había llegado con el gabinete socialista de Zapatero y vio sus expectativas frustradas tras el adelanto electoral en el Estado.
En el fondo, lo que hace Rajoy es cumplir con la sentencia del Tribunal Constitucional 124/2016, que pidió extraer esas dos líneas del catálogo de interés general. Es una incógnita qué sucederá con el resto. Fuentes del Gobierno Vasco consultadas por este periódico tampoco quieren restar importancia al cumplimiento de la sentencia. La decisión judicial se conoció en agosto del pasado año y, desde entonces, no se había producido la menor señal de que Madrid fuera a modificar su catálogo. Estas líneas dejarán de ser titularidad de Adif y pasarán a ser gestionadas por Euskal Trenbide Sarea el próximo año, cuando finalicen las obras de soterramiento. En la lista del consejero Erkoreka aún figuran líneas que mueven un volumen importante de pasajeros a diario, como la de Bilbao/Abando-Santurtzi, uno de los recorridos más transitados y cuyo traspaso es prioritario para el Gobierno Vasco. Su reivindicación se apoya en el artículo 10.32 del Estatuto.
seguridad social Por otro lado, Báñez y la consejera Beatriz Artolazabal acordaron agilizar la entrada de información sobre trabajadores y empresas en Lanbide. La Tesorería General de la Seguridad Social y el Servicio Público de Empleo Estatal van a facilitar a la comunidad autónoma mensualmente y por vía telemática unos ficheros detallados con las cuotas abonadas por las empresas radicadas en Euskadi y las bonificaciones que reciben, así como la situación de las cotizaciones sociales de los trabajadores. Servirá para detectar con mayor celeridad el fraude que se pueda producir en cursos de formación o en la percepción de ayudas sociales como la renta de garantía de ingresos. Se firmará oficialmente entre los técnicos de Lanbide y la Tesorería de la Seguridad Social.
Este acuerdo va a agilizar el intercambio de información sobre las cotizaciones. Más allá de este pacto sectorial, el Ejecutivo vasco pide el traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Quiere recaudar las cotizaciones y pagar las pensiones, pero sin romper la caja única y reservando al Estado la competencia de fijar la cuantía económica de la prestación. Madrid no ha descartado este traspaso, pero tampoco da el paso de abrir ninguna negociación. El único intercambio que se ha producido entre ambos gobiernos ha sido a través de declaraciones públicas sobre el alcance que debe tener la transferencia. Ayer mismo, Báñez volvió a aludir a la caja única. “El modelo de pensiones es un modelo en el que todos participamos, independientemente del lugar donde vivamos. Esa es la garantía real del modelo: la caja única de las pensiones que ha hecho posible pagar más pensiones que nunca en el País Vasco”, defendió. Artolazabal recordó que el Gobierno Vasco va a insistir en esa transferencia.
De momento, nadie ha sondeado a Josu Erkoreka para convocar la Comisión Mixta de Transferencias. La sintonía en el plano sectorial y en medidas concretas es muy elevada, pero no se ha dado el salto a la gran negociación política. “Habrá oportunidad para ello porque consideramos que estas transferencias se pueden hacer ahora mismo, y el único obstáculo existente para que no se transfieran son los obstáculos que crea la voluntad en el Gobierno central, no hay más”, zanjó ayer Erkoreka tras el Consejo de Gobierno.
No hubo cita con Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta aplaudió ayer que “Euskadi está contribuyedo a la estabilidad de España” y pidió “seguir apelando a este diálogo”. Hoy mismo se producirá la firma de la Ley Quinquenal del Cupo.
Ferrocarriles. El Gobierno español va a cumplir la sentencia del Tribunal Constitucional que dejaba fuera del catálogo de interés general del Estado las líneas de Basurto Hospital-Ariz, e Irauregi-Lutxana-Barakaldo. Son solo dos de las once líneas cuyo traspaso pide el Gobierno Vasco. Entre las que quedan, destaca la de Bilbao/Abando-Santurtzi por la cantidad de pasajeros que mueve a diario.
Seguridad Social. La Tesorería General de la Seguridad Social y el Servicio Público de Empleo Estatal van a transmitir mensualmente y por vía telemática a Lanbide datos sobre cotizaciones de trabajadores, y bonificaciones de empresas. Se trata de afinar en la lucha contra el fraude.