MANCHESTER. En el ataque -ocurrido hacia las 23.35 hora peninsular al término de un concierto de la joven cantante estadounidense Ariana Grande-, 59 personas resultaron con heridas de diversa consideración, precisó el jefe de Policía de Manchester, Ian Hopkins.
"Puedo confirmar que hay niños entre los fallecidos", indicó Hopkins en rueda de prensa.
El agente policial informó de que se trata de una investigación en marcha que busca establecer si el responsable del ataque "actuó solo o como parte de una red" terrorista.
"El autor, puedo confirmar, murió en el Arena. Creemos que el atacante llevaba un artefacto explosivo improvisado que él detonó, causando esta atrocidad", explicó Hopkins.
"Las familias y muchos jóvenes estaban disfrutando de un concierto en el Manchester Arena y perdieron la vida. Nuestros pensamientos están con las 22 víctimas que sabemos que han muerto, las 59 personas que resultaron heridas y sus seres queridos", dijo.
Al mismo tiempo, la ministra británica de Interior, Amber Rudd, calificó hoy de "acto de barbarie" el atentado y señaló que ha sido un acto destinado a golpear a las personas "más vulnerables de nuestra sociedad" y provocar el "temor", pero recalcó que no lo conseguirán.
"Mis pensamientos y rezos están hoy con las familias y las víctimas que han resultado afectadas", dijo Rudd, antes de participar en una reunión de emergencia convocada por la primera ministra británica, la conservadora Theresa May.
La titular de Interior pidió a la población que se mantenga "alerta", pero no "alarmada" y que si tiene algo que denunciar, que se ponga en contacto con las fuerzas del orden.
El atentado obligó a suspender los servicios de trenes en la estación Victoria de Manchester, que está junto al estadio, y todas las líneas se cortaron tras el suceso.
Los servicios de emergencia, junto con numerosas ambulancias, se desplazaron a los alrededores del estadio, donde se concentraban unas 20.000 personas para escuchar a la artista estadounidense.
Los testigos que asistían al concierto de Ariana Grande describieron a los medios locales escenas de pánico tras escuchar una "enorme explosión".
"Todo el mundo estaba gritando y corriendo, el suelo estaba repleto de abrigos y teléfonos móviles. La gente simplemente lo arrojaba todo", relató a la BBC Robert Tempkin, de 22 años.
La policía ha confirmado que está dedicando "amplios recursos" al incidente, entre ellos artificieros y expertos en ataques terroristas.
Un portavoz del estadio Manchester Arena afirmó que la explosión se produjo "fuera del recinto", con capacidad para 21.000 personas.
Los responsables del estadio afirmaron que el suceso ocurrió "en el espacio público" cuando "la gente estaba abandonando el espectáculo".
La policía británica llevó a cabo posteriormente una "explosión controlada" en las inmediaciones del Manchester Arena, al detectarse un objeto sospechoso, pero finalmente se constató que no se trataba de material explosivo.
La detonación se produjo en los jardines de Cathedral Gardens, frente a la estación de tren de Victoria y el recinto deportivo.
"Los agentes que llevaron a cabo la explosión controlada por precaución en Cathedral Gardens confirman que era ropa abandonada", afirmó un portavoz de la policía británica minutos después.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, condenó el "atroz ataque terrorista" y expresó su solidaridad con las víctimas y las familias de los afectados, además de confirmar que la policía está tratando el incidente como un atentado.
"Estamos trabajando para establecer todos los detalles" de lo ocurrido, dijo May en un comunicado, mientras que el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, envió asimismo sus condolencias a las víctimas.
"Terrible incidente en Manchester. Mis pensamientos están con todos aquellos afectados y con nuestros magníficos servicios de emergencias", afirmó en Twitter el líder de la oposición.
El líder del Partido Liberaldemócrata, Tim Farron, condenó por su parte el "horrible" ataque contra "niños y jóvenes que simplemente estaban disfrutando de un concierto".
El alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, expresó también sus condolencias a las víctimas y lamentó la que ha sido "una noche terrible".
"Mi corazón está con las familias que han perdido a sus seres queridos y mi admiración con los valientes servicios de emergencias. Ha sido una noche terrible para nuestra gran ciudad", afirmó Burnham en su cuenta personal de Twitter.
Particulares y hoteles ofrecen hoy en Manchester, a través de internet, habitaciones a los asistentes al concierto de Ariana Grande.
En Twitter, la etiqueta "RoomForManchester" ("Habitación para Manchester") se ha convertido en uno de los temas más comentados en la popular red social, en la que miles de usuarios han publicado sus anuncios de ayuda.
Además, muchos taxistas de la ciudad se han acercado a los aledaños del recinto para ofrecer viajes gratis a los asistentes.
Aún no se conoce la identidad de las diecinueve víctimas mortales confirmadas y las más de cincuenta heridas, por lo que se desconoce si entre ellas hay algún español.