Gasteiz - Tan nueva en las tareas parlamentarias como el resto de sus compañeros de Elkarrekin Podemos en el hemiciclo de Gasteiz, Zabala (Tolosa, 1968) desgrana los puntos calientes de la agenda política desde su convicción de que la actual legislatura será “importante” para trazar el futuro.

Ha pasado medio año de legislatura y Elkarrekin Podemos es ya una pieza del engranaje del Parlamento Vasco. ¿Cómo está siendo este proceso de aclimatación?

-Estamos intentando sacar adelante iniciativas que demanda la ciudadanía, sobre todo en el blindaje de los derechos sociales. Somos la fuerza parlamentaria que más hincapié hace en su defensa y nuestro máximo interés radica en que a la ciudadanía se le garantice una vida digna.

¿Le molestó que tras ser candidata a lehendakari no fuera designada como portavoz?

-No. Mucha gente consideraba que tenía que ser la portavoz. Yo no lo considero así. No sé cómo se le da tanto valor a eso y no al trabajo que hacemos día a día, independientemente de ser portavoz o presidenta.

¿Considera que la entente PNV-PSE-PP enfrentada a la de Elkarrekin Podemos y EH Bildu puede ser una foto fija de la legislatura?

-No. De hecho, las iniciativas que se están llevando adelante pleno a pleno dejan clara muestra de que no es así. A veces se tejen acuerdos de diferente tipología y socios. Ha habido iniciativas en las que hemos podido estar de acuerdo con PNV-PSE y no con otros grupos. Pese a que los Presupuestos revelaran esa foto, el Parlamento muestra otra realidad.

¿Hay una lucha entre ustedes y EH Bildu por liderar la oposición?

-Cada uno tiene unas prioridades políticas. Nosotros estamos ejerciendo la oposición con un nivel de iniciativas bastante elevado y no creo que haya esa disputa. Lo que hay que ser es eficaz y realista, trabajar para resolver los problemas. Hay que dar soluciones reales a problemas reales utilizando el Parlamento Vasco como cauce. En ese sentido, creo que hacemos una oposición más real que EH Bildu, que en algunos asuntos ha tratado de cortejar al PNV.

Los temas sociales capitalizan las iniciativas que presentan. ¿Se está convirtiendo en la seña de identidad de Elkarrekin Podemos?

-Está claro que se está evidenciando que tenemos una sensibilidad especial para todo lo referente al blindaje de los servicios y derechos sociales. Hay muchos ciudadanos que viven en una situación precaria.

Memoria y Convivencia. Es un tema que le es cercano. ¿Qué papel jugará Elkarrekin Podemos?

-Principalmente, el de defender y reconocer a todas las víctimas. Hay que poner en valor que existen muchas víctimas invisibilizadas a las que debemos darles una reparación integral a la que tienen derecho. Luego hay otro elemento al que se le tiene que dar valor y que hasta ahora no se cuestionaba: son los victimarios por parte del Estado español. Existen víctimas de la violencia del Estado, pero no victimarios. ¿Donde están? Habrá que investigar, acceder a los archivos oficiales y tratar de esclarecer los casos aún pendientes de resolución. En un futuro, habría que repensar la idea de crear una Comisión de la Verdad, que dé un enfoque real de todos los casos de impunidad padecidos.

Parece difícil sumar a esta ponencia a un PP que en el Estado recurre la Ley de Abusos Policiales...

-Ese recurso solo sirve para crear más grietas en el Estado democrático. No podemos permitir que en el siglo XXI haya un partido antidemocrático que no proteja a las víctimas del terrorismo, del terrorismo de Estado o de otro tipo de violencias. Debemos ser inteligentes para poderles invitar a que formen parte de la ponencia de Paz y Convivencia.

Protagonizó un tenso momento con el portavoz del PP vasco, Alfonso Alonso, en el debate televisado electoral. Se prestó a ayudarle. ¿Han tenido contacto desde entonces?

-Estamos en ello.

La reforma del Estatuto de Gernika es otro asunto clave en esta legislatura. ¿Mantienen su apuesta de ligarla a los derechos sociales?

-Lo dijimos en la campaña electoral, lo mantenemos y lo mantendremos durante toda la legislatura. Todo aquello que vaya en contra del blindaje total y absoluto de los derechos sociales a través de un mejor y mayor autogobierno no tendrá nuestro apoyo. Seguiremos trabajando para conseguir que las competencias pendientes, lo que nos permita ser más autónomos, sean transferidas.

Apuestan por la bilateralidad con el Estado para reformar el Estatuto y por aplicar el derecho a decidir para certificarlo. ¿No son metas demasiado difíciles de alcanzar?

-Es un tema complejo, pero nuestro punto de partida no es la confrontación, por eso hablamos de bilateralidad. Sigo confiando en que se alcanzará esa meta cuando un porcentaje amplio de este pueblo quiera avances de forma legal y bilateral. Eso no quita que sea difícil, pero hay que trabajar por ello. En otros caminos espinosos nos hemos movido y mi vida y la de Elkarrekin Podemos no ha sido un camino de rosas. Sabemos lo que supone y que hay que invertir mucha energía en el proceso.

Ambos condicionantes les acercan a PNV y PSE, ya que están incluidos en su acuerdo de gobierno. ¿Puede facilitar un acuerdo?

-El pacto PNV-PSE contempla ambas circunstancias, independientemente de que cada uno tenga su camino propio. Sí es importante que consensuemos el autogobierno con la mayoría más amplia posible y que se avale ese razonamiento mediante las urnas. ¿Más autogobierno? Sí, pero con blindaje de derechos sociales.

Catalunya también pide instalar urnas, pero descartan de plano abrir un frente similar...

-No es un camino acertado, sobre todo porque cada vez se está enrevesando más y considero que un conflicto como ese no se puede solucionar sin tener salidas. Pero para eso deben de estar de acuerdo las dos partes. Está claro que dos no discuten si uno no quiere, pero no creo que sea una vía homologable que tengamos que adoptar en Euskadi.