vitoria - La mayoría de los vascos -un 86% de la población- están muy o bastante satisfechos con su propia vida, casi nueve de cada diez valoran positivamente la calidad de vida en Euskadi y un porcentaje similar considera que su lugar de residencia es seguro. Sin embargo, esa percepción general de seguridad se rebaja cuando se pregunta a los ciudadanos si se sienten tranquilos andando en solitario por la noche, ya que en esas circunstancias el porcentaje de los que perciben inseguridad pasa del 9 al 19% y sube al 29% en el caso de las mujeres.

El tema de la seguridad es uno de los muchos que aborda un reciente estudio del Gobierno Vasco sobre Calidad de vida en pueblos y ciudades, y llama la atención porque es en el que hay mayores diferencias por sexos. Así, mientras el 89% de los ciudadanos considera que su pueblo o su barrio son seguros para vivir, solo el 77% se siente muy o bastante seguro andando solo durante la noche en la zona en la que reside. En las mujeres la sensación de seguridad al transitar por la noche es 20 puntos porcentuales inferior a la de los hombres -67% y 87%, respectivamente- y aunque siempre ha habido una mayor percepción de inseguridad en las mujeres que en los hombres, la brecha de género se ha ensanchado en los últimos años. Además, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, el porcentaje de los que dicen sentirse “muy” o “bastante seguros” está en sus niveles más bajos desde el año 2002. En esa fecha el 77% de las mujeres y el 89% de los hombres aseguraban sentirse seguros; en 2004 se alcanzó el nivel máximo -86% de las mujeres y 92% de los hombres- y a partir de ahí la sensación de seguridad ha ido descendiendo hasta el actual 87% de los hombres y el 67% de las mujeres.

Esa evolución también explica que en la encuesta muy pocos ciudadanos señalen la seguridad como uno de los aspectos de la vida de pueblos y barrios de Euskadi que ha mejorado en los últimos años. Para el 45% de los ciudadanos la vida en el barrio o pueblo ha mejorado mucho o algo con respecto a hace cinco años, para un 40% “ni ha mejorado ni ha empeorado” y para el 11% ha empeorado. Entre las personas que han percibido mejoras se destaca el tema urbanístico -31%-, los parques y zonas verdes -19%- y la oferta de transporte público -17%-, mientras que solo un 1% cita la seguridad en las calles. No obstante, quienes opinan que las cosas han empeorado citan cuestiones como el ambiente social y la red comercial -ambos un 20%-, el urbanismo y la convivencia -14% cada uno- mucho más a menudo que la seguridad -1%-.

En términos generales, y según el estudio, la población vasca está satisfecha con su vida -el 27% mucho y el 59% bastante-, sobre todo con la familia -la valoran 8,9 en una escala de 0 a 10- y las relaciones afectivas -8,5-. En menor medida, con la renta del hogar -6,7- y la situación laboral -6,8-. Además, un 89% de la población opina que la calidad de vida en Euskadi es muy o bastante buena y el 69% piensa que se va a mantener. Para el 76% de los ciudadanos en Euskadi se vive mejor que en el resto del Estado español.

Reducción de la pobreza Otro estudio estadístico del Gobierno Vasco -la Encuesta de pobreza y desigualdades sociales 2016 (EPDS-2016), elaborada por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales- evidencia una clara mejoría de los indicadores de riesgo de pobreza y ausencia de bienestar relacionados con la insuficiencia de ingresos. Según la encuesta, que analiza datos del bienio 2014-16, pese a que actualmente la mayoría de la ciudadanía vasca pueda hacer frente a sus necesidades básicas, un 5,7% de la población se enfrenta a situaciones de pobreza real, con dificultades para acometer esas necesidades.

El análisis de los datos realizado por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales señala que “tras el repunte alcista de los indicadores de precariedad y de pobreza experimentados en 2014, dos años después esos niveles se sitúan en mínimos históricos, lo que evidencia una clara línea de progresión social hacia la parte superior de la escala pobreza-bienestar”. La consejera, Beatriz Artolazabal, señaló que “si bien los actuales índices se sitúan lejos de los niveles de pobreza y precariedad real que se registraron en otras crisis económicas, como las habidas en 1986 y en 1996, la permanencia de casi 100.000 personas en situación de pobreza, nos preocupa y nos obliga a extremar la atención sobre este colectivo”.

También destacó que en el periodo 2014-16 “vuelve a retomarse la línea de descenso de la desigualdad que había caracterizado a Euskadi hasta 2012”. Y dijo que “la política de garantía de ingresos ha permitido mantener a Euskadi muy lejos de los niveles pobreza y desigualdad que caracterizan en la actualidad a todos los países de la Europa del Sur”.