BILBAO. En un desayuno celebrado en Bilbao, los representantes de la formación de la izquierda abertzale Ibon Arbulu y Mikel Kintela, han explicado el proceso emprendido por Sortu para su refundación --que finalizará en el Congreso del 21 de enero--, con la presentación de un equipo nacional para dirigir el partido y la ponencia 'Zohardia'.
Hasta el 26 de noviembre se podrán presentar enmiendas a esta ponencia, la única que se ha planteado, y se ratificará el equipo de dirección, liderado por Arnaldo Otegi. A partir de este día, se procederá a completar la dirección de Sortu.
En total son 4.160 personas las que se han acreditado para participar en este proceso, de las que 1.329 son de Bizkaia. En territorio vizcaíno 526 son mujeres y 801 hombres. Un total de 1.060 se han acreditado en euskera y 269 en castellano. Además, 205 son menores de 25 años, 324 tienen entre 25 y 35, 268 entre 25 y 45, 245 entre 45 y 55, 205 entre 55 y 65, y 57 tienen más de 65 años. Asimismo, se realizarán asambleas que comprenderán a más de cien pueblos de Bizkaia.
Arbulu ha sido el encargado de explicar el contenido de la ponencia Zohardia, "que parte de la premisa de que se está en una ofensiva neoliberal salvaje y en términos nacionales y sociales conlleva recortes de derechos nacionales, individuales y colectivos muy importantes que afectan a Euskal Herria".
En este sentido, ha explicado que, ante esta coyuntura, "Euskal Herria se encuentra ante la encrucijada de abrir las puertas y dejar entrar hasta la cocina a la ofensiva neoliberal", o plantear "una alternativa, un proceso que haga frente a esta ofensiva".
REPÚBLICA VASCA EN 2026
En este sentido, el documento hace "una apuesta de corte soberanista que desemboque en una Republica vasca en 2026". "Las referencias temporales son importantes, no son inamovibles, pero a nosotros nos parecía absolutamente fundamental indicar un faro porque es una necesidad imperiosa, no es un capricho", ha asegurado Ibon Arbulu.
En esta línea, ha apuntado que este proceso soberanista tiene "dos caras: la construcción nacional y la transformación social". "Esto da la razón a la tesis histórica que siempre ha planteado la izquierda abertzale y que está más vigente que nunca sobre la necesidad de este proceso soberanista, que debe desembocar en la constitución de un Estado propio", ha señalado.
Según ha precisado, este proceso "debe ser único", aunque se realice "mediante diferentes batallas, combates sociales, por diferentes sectores populares, con participación muy diversa, rica y plural".
Para avanzar en este objetivo, la ponencia apunta que se debe empezar desde el actual marco jurídico político en el que se encuentran la Comunidad Autónoma Vasca, Nafarroa e Iparralde para avanzar "en la soberanía de estos tres espacios, administrativamente divididos" y finalizar en "un modelo confederal" de República vasca.
"A corto plazo, en esta legislatura aspiramos a que en cada espacio jurídico-administrativo se aspire al máximo en la definición del estatus jurídico de cada espacio", ha apuntado Arbulu.
A juicio, se trata de "tres procesos constituyentes que desembocan en una misma estación", y que no deben darse solo "en el plano institucional", sino que tiene que haber "proyectos constituyentes populares que ensamblen la realidad institucional y social desde el convencimiento de que va a ser posible articularla de abajo a arriba, y hacer una confluencia muy diversa, muy amplia, de diferentes sectores y personas en Euskal Herria que coadyuven en este proceso".
"AGENDA DE PAIS"
Dentro de la 'agenda de país', Zohardia plantea cuatro grandes apartados, que "no se tienen que desarrollar en toda la geografía de Euskal Herria simultáneamente o de manera homogénea", y que son: "combatir la precarización de las condiciones de vida y trabajo", llegar a "acuerdos de país por la democracia y la soberanía", la cooperación vasca, y "engarzar este proceso soberanista con la realidad internacional".
Ibon Arbulu ha subrayado que, cuando hablan de "agenda de país, el interpelado es el conjunto" del pueblo vasco, por lo que se abogará por "alianzas entre diferentes y según la temática".
Tras subrayar que, en principio, Sortu no descarta "ningún acuerdo", ha indicado que pondrán "todo" de su parte "para poder articular y materializar acuerdos de país lo más transversales posibles".
La ponencia explica que estos consensos no deben producirse "entre élites", sino que deben ser "acuerdos labrados de arriba a abajo entre agentes populares". "Lo que estamos proponiendo no es andar mendigando acuerdos, sino construir las condiciones sociales para conformar acuerdos de país y organizar la activación popular para defender la soberanía popular", añade.
REINVENCIÓN DE SORTU
Arbulu considera que, si se quiere "hacer frente a estos retos como país", Sortu "se tiene que reinventar". Por ello, se encuentra en el proceso de refundación, con el que pretende "adoptar una nueva cultura política, una nueva cultura de organización, nuevas formas de entender lo que es la sociedad y de interrrelacionarse" con ella.
En ese sentido, aboga "por la horizontalidad de las estructuras". "Apostamos por la democracia en la agenda del país y también por la democracia en la agenda particular de lo que es Sortu", ha asegurado.
A su entender, se trata de una "descentralización" para que no ocurra como hasta ahora, que "todo el peso recaía en lo que es el aparato de organización" del partido. "Ahora se plantea distribuir juego, abrir nuevos horizontes codo a codo con sectores que pueden estar interesados en el proceso soberanista en Euskal Herria", ha dicho.
No obstante, ha precisado que Sortu "también tiene la ambición de poder articular la inteligencia histórica que recoge el caudal del proceso político de la izquierda abertzale histórica".
PNV
Zohardia destaca que "el PNV se ha convertido en maestro de sacar provecho a la política" de comparar al País Vasco con España. Además, denuncia "el hispanocentrismo que vive la política vasca" y critica que "la supremacía que ha alcanzado la red mediática española en los últimos años ha debilitado el marco cognitivo vasco". "Vivimos más pendientes que nunca de lo que acontece en España", lamenta.
Asimimo, recuerda que, "a día de hoy, el individuo precarizado que desea mejorar, pero manifiesta una difusa adhesión a un proyecto común" en Euskadi, "ha buscado cobijo en el PNV".
No obstante, apunta que, pese a que la formación jeltzale ha resultado "fortalecida", se ven "reducidas sus posibilidades de obstaculizar el proceso soberanista", mientras que "al soberanismo de izquierdas se le han abierto nuevas puertas". A su juicio, de esta forma, se puede "acelerar el proceso soberanista".
En este sentido, advierte de que el debate en torno al estatus jurídico-político de la Comunidad Autónoma Vasca "estará por enésima vez sobre la mesa" y no se puede "dejar pasar esa oportunidad". "Una gran mayoría de la sociedad vasca está a favor del derecho a decidir, como también lo esta una amplia mayoría parlamentaria", asevera.
También alude al "vacío que presenta el soberanismo de izquierdas en la metrópoli de Bizkaia", que cree que "no puede esperar más". "Tenemos que establecer un nuevo punto de partida y empezar a pensar en estrategias específicas para esa zona", concluye.