madrid - Tratado con guante de terciopelo por Mariano Rajoy, que evitó críticas al partido que le dará mañana la Presidencia, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, defendió la abstención convencido de que “el tiempo dará la razón” a los socialistas al ser la única vía para evitar elecciones, pero le avisó de que no será un apoyo de legislatura ni un aval a los próximos Presupuestos.
En su discurso durante el debate de investidura, Hernando aseguró que Rajoy deberá “consultar y pactar todo” y ganarse la gobernabilidad “semana a semana y votación a votación” después de cuatro años de mayoría absoluta en los que desechó el diálogo. “No va a resultar fácil, señor Rajoy, porque para hacerlo, seguramente tendrá que dejar de ser Rajoy”, le recomendó el portavoz socialista.
Hernando avaló la abstención del PSOE después de diez meses defendiendo a capa y espada el no a Rajoy como escudero del dimitido Pedro Sánchez, que, desde su escaño, no escondió su distanciamiento al brindarle solo un único y tímido aplauso al final de su discurso. Hernando hizo una enmienda al discurso que hizo durante meses pidiendo un Gobierno alternativo que ahora le parece un “brindis al sol”. “No engañemos a nadie” al proponerlo, pidió antes de concluir con referencias al carné del PSOE y a los 137 años de historia.
El ahora abanderado del viraje del PSOE dejó claro que “la abstención es de investidura, no de legislatura, le tiene que entrar en la cabeza”, y que los socialistas no serán muleta del PP, sino que aspirarán a “dar la vuelta” a sus leyes más controvertidas. “La abstención le permitirá formar gobierno, pero no es un apoyo ni a su gobierno, ni a sus políticas. No van a contar con nuestro apoyo para llevar adelante su programa electoral”, remató Hernando. Como ejemplo, anticipó que será “muy difícil” aprobar los próximos presupuestos si no hay un cambio sustancial en su contenido respecto a los últimos cuatro años.
Hernando admitió que la abstención ha generado una profunda división en el PSOE, como también la provocaron la decisión de renunciar al marxismo, de pertenecer a la OTAN o de reformar el sistema de pensiones en contra de los sindicatos, lo que le costó a los socialistas ser tildados de “traidores”. “Pero el tiempo nos dio la razón”, enfatizó Hernando, convencido de que la abstención también será reconocida por los ciudadanos y permitirá hacer compatible “la responsabilidad y las convicciones” de los socialistas.
pancartas Para Hernando, “liderar un país y un proyecto es mucho más que ponerse detrás de una pancarta” y, dirigiéndose a Podemos, añadió: “También liderar la oposición es mucho más que ponerse detrás de una pancarta. Por eso, nuestra abstención será un ejercicio de responsabilidad”. Hernando insistió en que “la abstención no es resignación”, sino el comienzo para “construir una alternativa mayoritaria” que permitirá al PSOE volver a gobernar y acabar con el mandato de Rajoy, al que reprochó “no ser el presidente que necesita España”. En su réplica, Rajoy valoró la abstención del PSOE al ser la decisión “más sensata” para el interés de los españoles y evitar nuevos comicios, a pesar de que “a lo mejor” a él le podrían “beneficiar”. Pero también les espetó que si se abstienen por responsabilidad, lo mismo deberían hacer con los Presupuestos del Estado y otras medidas.
El presidente rogó al PSOE “no demonizar al adversario”, ni competir en “ser más diferente” del PP, tras recordar que ambos partidos “tienen bastante más que ver” entre ellos que con los independentistas. Rajoy volvió a tender la mano al diálogo, pero insistió en que defenderá la continuidad de sus políticas económicas porque han sido “exitosas” y positivas para España. Hernando receló de esta voluntad de diálogo y de entablar pactos de Estado en diferentes materias: “No es que ofrezca, el diálogo se impone. Sin diálogo, no puede sacar adelante su tarea de gobierno”.
También adelantó algunas de las propuestas que el PSOE llevará al Congreso de inmediato, entre ellas, la derogación de la reforma laboral. Además, propuso crear una subcomisión parlamentaria sobre “la vertebración territorial de España”, con el objetivo de recuperar la normalidad institucional con Catalunya.
En cuanto a la reforma de la Constitución, el PSOE abogó por revisar, entre otros, el artículo 99 para acotar temporalmente el proceso de investidura y no se bloquee la elección del presidente del Gobierno, como ha ocurrido en los últimos diez meses.
Hernando subrayó que el PSOE asumirá el papel de “primer partido de la oposición” para ejercer su tarea de manera “firme y constructiva”, tras reprochar a Podemos y a su líder, Pablo Iglesias, que pretenda arrebatarles esta función. Hernando culpó a la formación morada de ser la principal responsable de que los socialistas tengan que abstenerse ante Rajoy para evitar unas nuevas elecciones, tras recordar que el pasado marzo vetó la posibilidad de hacer presidente a Sánchez tras intentarlo de forma “valiente y responsable”. “No va a ser fácil olvidarlo, no se va a borrar. Será recordado por millones de ciudadanos. Sé que duele recordarlo para quienes van de héroes de la izquierda”, sostuvo Hernando.
En un ejercicio de contorsión política, Hernando concluyó que aunque la investidura de Rajoy es algo que el PSOE “nunca ha deseado”, la abstención es la única salida para romper un bloqueo que no podía prolongarse por “puro egoísmo” de los partidos. “Nos sobran las razones para no confiar en usted, pero no hay razón para mantener el bloqueo político y llevar a los españoles a unas terceras elecciones. Usted no nos gusta como presidente porque no nos gustan sus políticas, pero sí nos gusta este país. Hoy España nos necesita”, proclamó Hernando.
El portavoz socialista hizo una breve referencia a los casos de corrupción del PP -“no insistiré mucho en esto”-, si bien volvió a pedir que se asuman responsabilidades políticas y que se abra una comisión de investigación en el Congreso. - DNA
Sánchez, en la tele. En el panorama de rumores sobre la decisión que adoptará Pedro Sánchez, entra en juego el anuncio de que estará en el programa de Salvados de La Sexta el próximo domingo por la noche.
Votar en contra podría conllevarles multas de hasta 600 euros o expulsión del grupo, según los Estatutos, aunque el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, descartó ayer la expulsión. “No está en mi cabeza expulsar a nadie en este momento”, aseguró.