bilbao - Tal y como apuntaban todos los indicios, los jeltzales no se fueron ayer de vacío de su reunión con los socialistas. PNV y PSE han abierto un canal de diálogo para intercambiar documentos y ver si es posible reeditar algún tipo de colaboración que brinde estabilidad a una nueva legislatura del lehendakari Urkullu. Los dos partidos gobiernan en coalición en las tres diputaciones y buena parte de los ayuntamientos y, en la anterior legislatura del Gobierno Vasco, sellaron un acuerdo presupuestario que garantizó la aprobación de las tres últimas Cuentas. Como principio general, los socialistas apuestan por contribuir a la estabilidad y participar en los acuerdos allí donde tengan representación institucional, pero matizan que esa disposición es genérica y puede o no traducirse finalmente en un acuerdo. Por ello, piden no extraer conclusiones precipitadas. No obstante, todas las señales que ha lanzado el PSE en las últimas horas dejan entrever una voluntad de participar en la gobernabilidad y, por lo pronto, el PNV ha podido abrir una vía de interlocución que tendrá recorrido en las próximas jornadas. En concreto, al igual que han hecho con el resto de partidos, los jeltzales han entregado a Idoia Mendia un documento con sus propuestas y una comparativa con las coincidencias que han detectado con el programa socialista, unas iniciativas que estudiará y responderá el PSE en los próximos días.

Los dos partidos se reunieron ayer en Sabin Etxea en el marco de la ronda de contactos del PNV para explorar un acuerdo de estabilidad, toda vez que la investidura podría estar más o menos garantizada porque solo la podría poner en peligro un pacto entre la izquierda abertzale y Elkarrekin Podemos que parece poco probable. El acuerdo con los socialistas tendría un punto flaco: no serviría a los jeltzales para sumar una mayoría absoluta de 38 escaños en el Parlamento, sino que se quedarían un asiento por debajo del objetivo. Por lo tanto, la tranquilidad no sería absoluta y el PNV estaría abocado a un continuo ejercicio de diálogo para aprobar los Presupuestos y las leyes. Sin embargo, un acuerdo con el PSE se entendería desde la lógica de evitar una pinza de izquierdas que apruebe leyes desde la oposición en contra de su criterio, como sucedió en la anterior legislatura con la Ley de Vivienda. Parece asumido que desactivar ese bloque de izquierdas exigirá un mayor grado de intimidad con el PSE, más allá del acuerdo presupuestario de la pasada legislatura.

Por el momento, el PNV no aclara sus preferencias y mantiene todas las opciones abiertas. Tras haberse reunido ya con EH Bildu y Elkarrekin Podemos, el PNV se citó ayer con el PSE y hoy cerrará esta primera ronda con el PP. Solo sumaría mayoría absoluta con EH Bildu o con Podemos, pero el partido morado ya se ha decantado por hacer oposición, y la izquierda abertzale plantea un tripartito a la navarra que no tiene visos de prosperar, aunque también ha planteado acuerdos en varios ámbitos que dan margen al PNV para explorar un entendimiento. Fuentes socialistas consultadas por DNA no avanzan su fórmula de gobierno predilecta porque sería muy prematuro cuando aún se desconoce si habrá acuerdo, y también porque dudan de que les corresponda a ellos marcar la pauta.

No concretan si prefieren un gobierno de coalición o brindar al PNV un apoyo externo para preservar su perfil de oposición en la votación de las distintas leyes, algo similar a lo que sucedió en la pasada legislatura. Los socialistas serán implacables en los contenidos del pacto y no tragarán con planteamientos soberanistas, sino que exigirán poner el foco en lo social y el empleo, pero no serán puntillosos en la fórmula de gobierno porque entienden que su definición le corresponde al PNV. “Tienen 28 escaños, y nosotros 9”, resumen gráficamente. Todas las opciones están abiertas. Por ahora, insisten en que las conversaciones están muy verdes y en que están “igual que hace dos días”. La única novedad es que ahora tienen el documento con diez ejes del PNV.

En la reunión estuvieron presentes el lehendakari Urkullu y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar; y, por parte de los socialistas, su líder Idoia Mendia y el secretario de Organización Miguel Ángel Morales. Tras la cita, que duró una hora y media, Mendia se comprometió a analizar el texto y pasar una respuesta al PNV. No obstante, avisó de que “es muy pronto” para saber si hay base para un hipotético acuerdo. “Creemos que Euskadi se tiene que construir en base a los acuerdos. Siempre lo hemos hecho y así debe seguir siendo, pero no adelantaría acontecimientos porque es un momento muy preliminar”, dijo. Eso sí, admitió que ha trasladado a los jeltzales que su “predisposición” pasa por “dar estabilidad al país en beneficio de los ciudadanos”.

Contribuir a la gobernabilidad es una apuesta estratégica de los socialistas para diferenciarse de otras formaciones de izquierda que, a su juicio, se quedan en la mera pancarta. Además, brindaría mayor iniciativa política a un PSE que, de otra forma, quedaría relegado a una oposición que no podría liderar, puesto que es la cuarta fuerza. Mañana se celebrará un comité socialista donde no se prevén volantazos.

el pnv pide diálogo Ortuzar dijo ayer en unos diálogos organizados por la Fundación Sabino Arana que el PNV “se empleará hasta la extenuación” en el “diálogo y el acuerdo” para un gobierno “sólido y estable”. Prometió acuerdos para asentar la paz “de forma definitiva, justa y ordenada”.