MADRID La disolución de las Cortes Generales, que se producirá este martes con la publicación del decreto de convocatoria de elecciones generales, implica que a partir de esa fecha sólo seguirán siendo diputados 121 miembros del Congreso, que mantendrán su sueldo, mientras que los otros 229 restantes tendrán opción de pedir una especie de indemnización por despido equivalente a casi dos meses de sueldo, que es incompatible con otros ingresos.
Conforme a la legislación, disuelto el Congreso sólo permanecerá activa su Diputación Permanente, que es el órgano que tomará el testigo del Pleno hasta la celebración de las elecciones generales y la constitución de la nueva Cámara.
Por tanto, desde el martes y hasta que se constituya el nuevo Parlamento, sólo seguirán siendo diputados sus 60 miembros titulares, los otros tantos suplentes y el presidente de la Cámara, que lo es a su vez de la Diputación Permanente. En total, 121 diputados que, hasta la constitución del nuevo Parlamento, seguirán cobrando su sueldo y mantendrán el fuero y demás prerrogativas ligadas al ejercicio del cargo de parlamentario.
LOS MISMOS DERECHOS HASTA LA VÍSPERA DEL NUEVO CONGRESO
En esta XI Legislatura, el reparto de la Diputación Permanente es el siguiente: 21 del PP, 14 del PSOE (15 con el presidente), 11 de Podemos, siete de Ciudadanos, dos de Esquerra Republicana (ERC), otros dos de Democràcia i Llibertat (DL), uno del PNV y dos del Grupo Mixto, con sus respectivos suplentes.
En la sesión constitutiva, que tuvo lugar el pasado 20 de abril --a los tres meses de que el Congreso echara a andar--, fueron elegidos el resto de miembros de la Mesa de la Diputación, que es una versión reducida de la que está al frente de la Cámara a lo largo de la legislatura y que está formada por dos vicepresidentes y dos secretarios.
En este caso la Diputación Permanente eligió como vicepresidentes a Celia Villalobos (PP) y Micaela Navarro (PSOE), y como secretarios a Alicia Sánchez Camacho (PP) e Ignacio Prendes (Ciudadanos), quedando fuera del órgano de gobierno Podemos, pese a contar con dos de los nueve miembros de la Mesa del Congreso.
En contra de la tradición, Podemos y sus confluencias no sólo no negociaron sus puestos en la Mesa de la Diputación Permanente, sino que además promovieron para este órgano a personas distintas a sus representes en la Mesa del Congreso. Sus candidatos, Carolina Bescansa y Josep Vendrell, no consiguieron los apoyos necesarios para hacerse un hueco en el órgano de gobierno de la Diputación.
Los de Pablo Iglesias tampoco incluyeron inicialmente en el listado de los miembros que forman parte de la Diputación a sus dos miembros de la Mesa de la Cámara, si bien enmendaron su error posteriormente y tanto Gloria Elizo (vicepresidenta tercera) como Marcelo Expósito (secretaria cuarto) aparecen ahora como integrantes de este órgano en calidad de suplentes.
LOS ELEGIDOS
Como es habitual, los partidos han designado a sus líderes, miembros de sus direcciones nacionales y parlamentarias para formar parte de la Diputación Permanente. Así, entre los representantes del PP hay once miembros del Gobierno con escaño en el Congreso, encabezados por el presidente Mariano Rajoy, y también están los integrantes la cúpula del partido que son la vez diputados.
El PSOE, por su parte, ha incluido a su secretario general, Pedro Sánchez, así como a miembros de su Ejecutiva Federal y de la dirección del grupo parlamentario. Y también han hecho lo propio Ciudadanos, con Albert Rivera a la cabeza, y Podemos y sus confluencias.
Así, además de Pablo Iglesias, tienen hueco en la Diputación Permanente como titulares los portavoces de En Comú, Xavier Domènech, y de los diputados valencianos del partido morado, Angela Ballester. Sin embargo en representación de En Marea ha entrado Yolanda Díaz, con lo que ha quedado fuera la actual portavoz de la confluencia gallega y miembro de Anova, Alexandra Fernández.
Y LOS DEMÁS, MENOS DE 20 DÍAS POR AÑO TRABAJADO
En cuanto a los 229 diputados restantes, el Congreso les ofrece la posibilidad de pedir una indemnización de transición, vayan o no a volver como diputados. Se trata del equivalente a casi dos de sus mensualidades (54 días de sueldo, que son los que restan hasta la jornada electoral), que se abonan en un pago único y están sujetas a tributación.
Además, la Cámara tiene establecido que esta especie de 'indemnización por despido' es incompatible con la percepción de otros ingresos, sean públicos o privados, por lo que el diputado cesante tiene un plazo de 15 días para elegir qué cobra. Con motivo de la anterior disolución cobraron esta indemnización 222 diputados de los 247 que se quedaron sin escaño con la convocatoria de las elecciones, es decir, el 90%.
Existe también la denominada 'indemnización por cese', que equivale a una mensualidad de la asignación constitucional por cada año con escaño en el Congreso o fracción superior a seis meses y hasta un límite máximo de 24 mensualidades. Tras las elecciones del 20 de diciembre la solicitaron un total de 53 exdiputados de los que, a fecha de 30 de abril, todavía la percibían 28.
La Mesa del Congreso también decidió esta semana que se permitirá a los 350 diputados mantener su 'kit tecnológico', que incluye móvil de última generación y tableta, hasta que se constituyan las nuevas Cortes y se confirme quién seguirá de escaño la próxima legislatura y quién abandona definitivamente la Cámara. Y los que no revaliden su escaño el 26 de junio deberán devolver los aparatos o pagarlos casi a precio de mercado, pues se entiende que, con apenas cuatro meses de uso, están nuevos.
LA EXALCALDESA RITA BARBERÁ, 'BLINDADA' EN EL SENADO
En el caso del Senado, los únicos que también seguirán siendo parlamentarios y mantendrán todas sus prerrogativas serán los miembros de la Diputación Permanente, formada por 35 titulares y otros tantos suplentes: 19 del PP, 9 del PSOE, 3 de Podemos-En Comú-Compromís-En Marea y uno, respectivamente, de Democracia y Libertad, ERC, PNV y el Grupo Mixto.
El resto perderá la condición de senador, incluidos los senadores autonómicos, elegidos por los parlamentos regionales, según explican en la Cámara Alta. Su cargo va ligado a la legislatura autonómica, lo que supone que tras las generales recuperan su escaño sin necesidad de volver a ser elegidos, aunque tienen que presentar de nuevo toda la documentación y tomar posesión del escaño como hacen los electos.
Entre los suplentes del PP en la Diputación Permanente se encuentra Rita Barberá, que mantendrá así la condición de aforada; si el Tribunal Supremo acepta en este tiempo antes de las elecciones las dos causas que le han enviado sendos juzgados valencianos y decide investigarla, tendrá que solicitar al Senado un suplicatorio, la retirada temporal del aforamiento.
Los miembros de la Diputación Permanente mantendrán el aforamiento y también sus respectivos sueldos de senadores. El resto tiene derecho a lo que se llama indemnización de transición, un pago único para compensarles su baja como parlamentarios por la convocatoria de elecciones y que ellos tienen que solicitar, es decir, no se cobra automáticamente.
Ante las elecciones del 20 de diciembre, la reclamaron 181 senadores, que recibieron 8.345,16 euros: 154,54 euros por cada uno de los 54 días que pasaron desde la disolución de las Cortes (27 de octubre) hasta el día previo a la votación.