Bilbao - Acuñado no como una metáfora casual sino para explicar el proceso en el que se ha internado, el lema Atarse los cordones es la proclama de la nueva etapa que Podemos ha emprendido a nivel estatal tras haber corrido tan rápido durante sus vertiginosos dos años de vida y encarar una fase de consolidación. Pese a que el secretario de Política Iñigo Errejón es su autor, el secretario de Organización Pablo Echenique la ha hecho suya. Ayer la refrendó en un acto en Bilbao en el que ratificó donde está el horizonte del partido morado en Euskadi. Dotado de “mimbres” que permiten que se alcance un clima de “cohesión” por encima de la “pluralidad de opiniones” que cohabitan en la formación liderada por Nagua Alba, Echenique estableció que la meta “es ganar las elecciones” de la CAV del próximo otoño sobreponiéndose “a las diferencias”.
Esas divergencias han hecho, por ejemplo, que tres de las corrientes que pugnaron en las primarias de marzo -Aurrera Begira, que se hizo con el control del partido; Kaliangora, el sector que más ha insistido en que se ausculten los datos del proceso por las sospechas por un “alarmante” aumento del censo; y Zurekin- hayan reclamado realizar una auditoría que la dirección en Madrid de la formación morada efectuará. Competencia de Echenique, el número tres estatal reconoció la situación abierta sin tapujos poco antes de reunirse con un centenar de simpatizantes de las diferentes familias que conviven en el partido asambleario -a la cita asistió el anterior secretario general, Roberto Uriarte-, pero avanzó que, “como es habitual en los procesos que llevamos a cabo, lo vamos a mirar”. La dirección vasca tampoco pone objeción alguna a analizar los resultados.
De ronda de visitas por diferentes territorios del Estado Echenique atendió a los medios antes de la reunión con los círculos vascos, si bien durante la mañana mantuvo una reunión “muy provechosa” con el Consejo Ciudadano Autonómico para “debatir temas organizativos específicos de Euskadi”. Con referencias al momento político actual en el Estado, no obstante también se refirió a un panorama vasco que mira de reojo a otoño. Lo hace también una Podemos que ha invitado a Garbiñe Biurrun a ser su candidata -y en breve habrá una respuesta por parte de la mediática magistrada- y está sentando las bases de su programa, pero que a la vista de algunas críticas internas que afloran de vez en cuando también debe empastar sus sensibilidades.
Con un flanco social en el que convergen pero con evidentes “discrepancias” en la materia de política territorial, Echenique prefirió no vaticinar si Podemos y EH Bildu podrían unir fuerzas en Euskadi. Pero estando inmersos en “una nueva época política” abierta “tanto en el Estado como en Euskadi”, sí reconoció que hoy en día se pueden “llegar a acuerdos que antes parecían imposibles ahora no parecen del todo descartables”.
“Pablo Echenique, y el conjunto de Podemos, siempre ha entendido muy bien la especificidad de Euskadi”, señaló la secretaria general vasca, Nagua Alba. “Estamos antes un momento histórico” en el que Podemos Euskadi “va a jugar un papel fundamental” de cara a unos próximos meses en los que habrá una “cita electoral donde el rival a batir es el PNV”, repitió.