MANILA. Las autoridades de Filipinas han encontrado los cadáveres decapitados de dos trabajadores locales que fueron secuestrados a principios de abril por yihadistas en el sur del país, informan hoy los medios locales.

El portavoz del Comando de Mindanao Occidental, el comandante Filemon Tan, declaró a la prensa que hallaron el martes pasado los cuerpos y las cabezas metidos en sendos sacos en la ciudad de Butig, en la isla de Mindanao, a 820 kilómetros al sureste de Manila, según el diario local Manila Bulletin.

Un grupo de insurgentes comandados por Abdullah Maute apresó seis trabajadores en un aserradero de Butig el 4 de abril pasado porque, según ellos, eran informantes de los militares y días después dejaron en libertad a cuatro de los rehenes.

Para liberar a los dos restantes exigieron 20 millones de pesos (433.000 dólares o 384.000 euros).

Maute es el fundador de la organización Dawlay Islamiya, que significa Estado Islámico en Lanao.

Varias organizaciones con tintes políticos y bandas de delincuentes operan desde hace años en el sur de Filipinas, algunas de ellas dedicadas a secuestros, extorsiones y robos.

Entre estos grupos destaca el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), fundado en 1984 y que firmó en 2014 un acuerdo de paz con el Gobierno en el que renunció a la lucha independentista por la creación en un Estado islámico en Mindanao.

El más radical es Abu Sayyaf, defensor del Estado Islámico (EI), que retiene a 10 indonesios, dos canadienses, un noruego y una filipina.